A Little Lie. 👑 [l.s. Omegaverse]

Incipit Prologus

"Fata Viam Invenient"

A Louis le encantaba visitar a su gente.

Dos o tres veces a la semana, cabalgaba hasta el pueblo junto con sus hombres protegiéndolo por todos lados.

Amaba relacionarse con ellos, sin importar que su madre, Reina y Alfa de Inglaterra, se opusiera.

Siempre lo trataban bien, a pesar de ser un Omega. Le regalaban cosas y lo mantenían al tanto de la situación en el pueblo.

Hizo amigos allí, cómo Nick el panadero, Perrie la cantante, Cara la modista, Oli el carpintero, y muchos más.

Las palabras que le dedicaban, apretujaban su corazón y lo hacían querer llorar. Siempre que podía hacer algo, lo hacía.

Cómo la niña a la que le envío medicamentos; ya estaba bien y corría por todos lados, dándole flores.

La mujer embarazada que encontró fuera de su palacio pidiendo ayuda porque mataron a su esposo, ahora tenía una cuna para su bebé gracias a él y Oli.

Estaba a punto de entrar a una tienda de reliquias pero a lo lejos vió un hombre que lo cautivó.

—Disculpen.

Alto, castaño, ruloso, cuerpo bien formado. Mientras más se acercaba, más moría por poder sacarle toda esa ropa y lamerlo de arriba hacia abajo.

Ugh, hormonas.

Cuando el hombre por fin se volteó hacia él, su respiración se quedó atascada.

Era muy... hermoso.

Sus ojos tan verdes como el pasto y los labios regordetes. Ahora no sólo quería su cuerpo.

Y su olor. Mmm. Un olor a menta fresca y tierra, con un poco de .. ¿olivo?.

No supo lo que pasó hasta que su entrada estaba lubricándose y todo su cuerpo caliente como el fuego al lado del herrero.

Tratando de comportarse, le habló al Adonis.

—¿No se presentará ante su principe, joven? —Lo miró y estiró su mano para que lo saludara.

Algo brilló en los ojos del otro antes de inclinarse y tomar su mano para besarla. —Perdone, su alteza, estaba deleitándome con la preciosura de sus facciones que hasta olvidé poder hablar.

—¿Con mis facciones? ¿Podría explicarse mejor, joven...

—Harry, mi nombre es Harry, príncipe Louis. —Se sonrojó. Aunque Louis fuera una figura pública, nadie sabía el primer nombre del príncipe, todos lo llamaban William.

—Bien, joven Harry ¿Podría hacerlo? —Quería cumplidos. Demandenlo.

—Mmm, claro.—Era gracioso verlo todo tímido a pesar de ser 15 cm más alto que él. —Pues usted tiene ojos muy azules, cómo el cielo despejado en un día de verano. De esos en lo que eres feliz. Cubiertas con unas pestañas largas que descansan en sus pómulos cuando cierra los ojos. Nariz pequeña, pómulos definidos, mejillas que sonrosadas se ven muy bellas, labios en los que quisiera...

—Principe William —Interrumpió Liam, su mejor amigo y encargado de escoltarlo, beta, —Se hace tarde y recuerde que su madre quiere verlo para cenar con usted.

—Luego me vas a contar para lo que quisieras mis labios, Joven Harry. —Se acercó y le susurró algo en el oído pero cuidando que nadie de los demás plebeyos lo vieran. Liam agitaba la cabeza de lado a lado preocupado.

—Adios su alteza, —Hizo una reverencia hacia Louis.

—Adios, Harry. —Agitó la mano hacia él.

Vió hacerse más pequeño a Harry conforme avanzaba hacia el palacio.

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—Principe Louis ¿Qué fué eso? Todos los pueblerinos lo quedaron viendo. ¿Está bien para un príncipe cercano a casarse hacer eso?

—Liam, planeo tener una cita con él. —Louis sonaba decido pero su mejor amigo estaba sin poder creerlo.

—Edward viene en un mes y usted está planeando tener una cita con otro hombre ¿Jugará con él? —El más alto lo miraba con ojos de desaprobación.

—No, veré cómo soluciono ésto. Liam, él es mi compañero.

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-a.

[Per viam, es latín]