7.Domingo, día de reunión.

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Abrí los ojos, pero esta vez no ví sobre mi el techo de mí habitación, sino la parte de arriba de una tienda de campaña.

Me vestí, salí de la tienda y fui a dar un paseo por el New Forest.

Cuando estuve de vulta, Paige y Thomas ya se habían levantado y habían empezado a recoger su tienda.

-Buenos días. -me saludo Paige.

-¿Has dormido bien en el maravillosos New Forest?-me preguntó Thomas mientras intentaba meter el saco de dormir en su funda.

-Por supuesto-contesté.-, no podría haber dormido mejor.

-¿Puedes ir a despertar a Abigail mientras nosotros terminamos de recoger todo esto?-me preguntó Paige.

-Claro. -contesté mientras me dirigía hacia la tienda de campaña en la que Abigail y yo habíamos dormido.

Deslicé la cremallera para abrir la tienda y encontré a Abigail durmiendo tranquila con medio cuerpo fuera de su saco de dormir.Me acerqué a ella y la comencé a mover con suavidad hasta que abrió los ojos, y me empujó.

Caí hacia atrás y me quedé sentada sobre mi saco de dormir.Abigail se levantó y salió de la tienda sin decirme ni una palabra.

Cuando terminamos de recogerlo todo, montamos en el coche y emprendimos camino a casa.

                            ***

Aparcamos el coche en frente de la puerta de entrada.

Caminamos por el camino de baldosas amarillas y llegamos a la entrada de la casa.

Al acercarnos vimos que la cerradura había sido forzada.

-¡Dios mío ha entrado alguien en casa!-exclamó Paige.

-Llamaré a la policía. -dijo Thomas sacando su teléfono móvil del bolsillo.

Entonces se empezaron a escuchar pasos que se acercaban cada vez más, hasta que la puerta se abrió del todo y el gordo cuerpo de Mary apareció dando tumbos por la entrada.

-¡Mary!-gritó Thomas.-¿Qué estás haciendo aquí?

-¿Qué qué estoy haciendo aquí?Pues esperandoos porque que yo sepa hoy es domingo y los domingos hay reunión familiar.

-¿Pero y la cerradura?-preguntó Abigail.

-Coño, no os ibamos a esperar de pie aquí fuera.¿Os habéis quedado retrasados esta última semana o qué?

Ninguno dijo nada.

-Venga vamos. Están ya todos esperando.

Cuando entramos a la cocina, había más personas que la última vez.

Había otra anciana,pero mucho más delgada que Mary.Y otro señor, que según su forma de besuquearse,supuse que era el novio de la nueva anciana.

-Oh vaya,-exclamó al vere la nueva anciana.-con que tu eres la nueva inquilina eh.

-Si,-contesté con una sonrisa forzada.-me llamo Kate.Kate Green.

-¡Oh no!-exclamó en seguida.-Tú eres Kate Parker.

-Bueno, en realidad...

-¡Tú eres Kate Parker y punto!-gritó poniéndose de pie.

-Relájate asaltacunas.-dijo Mary con una expresión de asco.

-Relájate tu gorda de mierda.

-No la llame eso.-dije de pronto.Las palabras salieron solas de mi boca.

-Gracias pero puedo defenderme sola de este fideo con patas.-contestó Mary.

-¿Fideo? De comida tú sabes mucho ¿eh,Mary?

-Y tú de las modas que se llevan en la guardería¿verdad, Charlotte?¿Te cuenta muchas cosas tu novio?¿Ya sabe columpiarse solo?-preguntó Mary con sarcasmo.

La situación era realmente graciosa. Dos señoras mayores insultándose en medio de una sala llena de sus familiares listos para comer.

-Ya basta, ya basta.-dijo Paige calmándolas a las dos.

-Iré a por la comida.

Todos nos sentamos a la mesa y en unos minutos ya habíamos empezado a comer.

-Por cierto, Abigail.-comenzó Víctor. -He oído que has estado vomitando últimamente,¿es cierto?

Abigail giró rápidamente la cabeza hacia mi y mi miró con cara de acusación.Yo negué con la cabeza y volvió a dirigir la vista hacia Víctor.

-Con que es cierto.-prosiguió con una media sonrisa dibujada en su rostro.El olor a alcohol se podía oler desde toda la sala.

-¡Abigail!-exclamó Paige con lágrimas en los ojos.

-Pues claro que es cierto.-dijo Víctor. -Es un puta zorra.Y una bulímica.

Lo siguiente ocurrió todo muy rápido.

Abigail se levantó de un golpe y la silla provocó un terrible estruendo.Cogió un cuchillo que había sobre la mesa y me lancé hacia ella para intentar detenerla,pero era tarde.

El cuchillo volava en dirección a Víctor.

Un camino de baldosas amarillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora