Capítulo VIII

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Narrador: Omnisciente

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La pandilla Yellow Jacket estaba en la autopista que los llevaría en la frontera con Canadá. Eiji movía sus piernas por los nervios y sus manos sudaban al igual que rostro. Sus ojos demostraban miedo y preocupación, pero en el fondo de su corazón había algo de esperanza porque quería que Ash lo salvara de ese infierno.

- Llegaremos a Canadá en unas 4 horas, la frontera es difícil si no tienes los documentos.

《Prefiero tirarme del auto antes que ir con ustedes a Canadá...》pensó con intriga.

Por otra parte, un rubio estaba con Alex en una caravana de autos en dirección a la frontera. Los ojos de Ash demostraba ira en su máxima expresión, cuando los atrapara los matará sin piedad alguna.

- Más rápido, Alex. Una vez que crucen la frontera, ésto será una guerra.

Sin más, él acepta las ordenes de su jefe sin reproches.

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- Papeles por favor.- dijo el canadiense pidiendo los documentos correspondientes al ingreso al país vecino.

- por supuesto.- dijo Zero al estar entregando los papel señor, con las identificaciones. Pero en la entrega, una bala atravesó su mano dando un quejido de dolor.

Los acompañantes miraron a la dirección de donde provino la bala, los guardias de la frontera sacaron sus armas como protocolo de ataque terrorista. El chico que estaba en el auto, era Ash con su arma apuntando al auto de Kraken.

Eiji mostraba una sonrisa tan grande, que llamó la atención de Kraken, éste frunció el ceño y gruñó de ira. Entonces sacó su arma y disparó hacía Ash por el vidrio rompiéndolo en su totalidad.

Los militares también dispararon hacía ambos bandos, tratando de que no se provoqué algo más grande.

Mientras la confusión se instalaba en el caos, el rubio va lentamente como un lince hacía el objetivo. Pero resultó que Kraken era más rápido y tomó a Eiji del brazó sacándolo del auto y exponiéndolo a las balas, pero lo trató como un rehén y le puso un arma en su cabeza y una navaja en su cuello.

Eiji, asustado, trató de no moverse porque si lo hacía su vida acabaría en ese instante. Un solo movimiento y todo se iría lejos.

- ¡Bajen sus armas!.- dijo Kraken alto, parando las balas de los militares y las pandillas.- ¡si se mueven mataré a éste chico sin piedad!

La navaja fría rozaba sútilmente el delicado cuello de Eiji, Ash aterrado de que le hiciera algo, no pudo hacer nada al respecto. Observó los ojos del japonés, tenía miedo y no mostraban ese brillo tan hermoso que tenía todos los días con los que estaba con él.

- Ash, tu querido novio está destruido por completo. Incluso ahora y siempre sufrirá con o sin tí. No tienes opción Ash, él ya está muerto.- sonrió malvadamente. - ¡¡¡el chico tierno e inocente que conocías ya no está!!!.- gritó al mundo sin despejar la vista del lince derrotado.

Ash estaba acabado, su arma estaba en el piso. Él se sentía como esa vez, inútil por no defender aquello que más ama.

- La muerte siempre nos llegará a nosotros, pero para mí no será hoy.- dijo Eiji con fuerza mientras que con ambas manos sujetó el arma y la navaja.

Se agachó y pisó un fuerza su pie, golpeó sus partes sensibles. Dejándolo un poco aturdido. Ash aprovechó de tomar su arma y apuntar a Kraken, éste tomó su arma y apuntó a Eiji que estaba en el piso.

- ya estás acabado, Jaime.- dijo Ash con tono de provocar la ira en su interior.

- ¡NO ME LLAMES ASÍ!.- gritó con furia y disparó el gatillo.

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¿𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦? 𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 [𝘈𝘴𝘩𝘟𝘌𝘪𝘫𝘪 | 𝘍𝘐𝘕𝘈𝘓𝘐𝘡𝘈𝘋𝘈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora