Bonus I

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4 meses desde el Rescate

La pareja estaba llegando desde su cita desde un restaurante elegante. El rubio le invitó para pasar "tiempo de cálidad" -así le llamaba él- Eiji estaba realmente conforme con los plazos que pasa con él, pero su novio insitió y quisó darle el gusto por un par de semanas.

Siendo así el tiempo unas 3 semanas, ya que le daba ciertos mimos que el japonés no se podía negar. Pasaba todos los días sin falta con él, desayunaban y cenaban en lugares carísimos que supuestamente Ash puede pagar.

Era constantemente arrastrado por él al parque de diversiones, a cafeterías, bibliotecas, museos y restaurantes para estar con él. Hablaban de diferentes cosas y hacían nuevos recuerdos, éstos siendo felices. Eiji al principio siempre se negaba, pero terminaba aceptando. Sin embargo la pasaba bien, siempre habían sonrisas y risas por donde sea que vayan.

Esa noche no era una excepción y terminó aceptando por los tiernos pucheros que hacía Ash para convencerlo. La cena había sido maravillosa, comieron un platillo que no habían comido antes y les encantó. Hablaron de eso todo el tiempo allí.

- ¿Te gustó el lugar Eiji?.- preguntó Ash después de cerrar la puerta y dejar su abrigo en el respaldo del sillón.

- Sí, fue de lo mejor. Gracias.- se acercó de a poco com una sonrisa en sus tentadores labios. Puso sus brazos alrededor del cuello de su rubio para acercarlo y besarlo. Ash sin negarse aceptó y puso sus manos en su cintura para atraerlo más.

Sus movimientos son sus labios eran seductores; lentos como la marea por la noche. Su lengua pidió permiso para pasar a la boca ajena del japonés, gustoso lo hizo para dejarse llevar. Un beso de ese tipo no se había hecho desde hace un buen tiempo, saborear su boca era lo mejor. Las manos del rubio bajaron un poco más hasta el trasero del pelinegro.

Atrapado por un sexy lince. Siendo arrastrado por la tentación. Éste lo dejó sin escapatoria cuando lo tomó de las piernas e hizo que el otro involuntariamente las dejará cruzadas para que su torso quedé apoyado en la pared, rozando así sus miembros ya erectos por el simple toque sus manos y labios.

El rubio bajó sus labios al cuello del japonés haciéndolo jadear su nombre involuntariamente. El otro se sonrojó un poco por lo que hizo y el placer que sentía por las caricias que le hacía en sus rosados y erectos pezones. Sus cuerpos se movían para poder sentirse mejor y para Ash la ropa empezó a estorbar. Por alguna razón de la existencia humana ya no llevaba puesta su camisa, dejándolo un poco sorprendido.

Cuando dejó de estar en la nube de la exitación, ya lo estaba llevando a la habitación para dejarlo con cuidado en las sábanas color gris. Ash nunca se alejó del cuello de éste para mirarlo a los ojos, le había hecho diversas marcas por los hombros y parte del pecho. Estaba realmente fuera de sí, no había hecho ningún comentario hasta entonces.

Guíado por la diosa del placer se alejó un poco del chico pelinegro para sacarse su camisa y desabrocharse su cinturón. Hizo lo mismo con su novio, se acercó y pudo ver con toda la claridad posible que su rubio estaba exitado, sus ojos eran un poco más negros, el verde de éstos era muy poco.

Se quedó mirándolo extrañado más tiempo, al verlo se quedó paralizado y una corriente eléctrica pasó por su cuerpo, pero lo había sentido de otra manera. Estaba un poco nervioso y asustado. Entonces al caer en la realidad otra vez, se vió semi-desnudo. Su pantalón fue arrancado hasta el otro lado de la habitación, su lince lo obligó a ver su mirada pérdida y besarlo con pasión. Pero no lo sentía de esa manera, estaba aterrado y no podía moverse. Ash aprisionó sus manos con una de las suyas y el beso no lo daba por terminado. Eiji quería respirar y trataba de pararlo.

¿𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦? 𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 [𝘈𝘴𝘩𝘟𝘌𝘪𝘫𝘪 | 𝘍𝘐𝘕𝘈𝘓𝘐𝘡𝘈𝘋𝘈]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora