Una semana, había pasado exactamente una semana de lo ocurrido en la cabaña, los horrendos recuerdos aún pasaban por mi mente de vez en cuando, las pesadillas no cesaban mi única tranquilidad era Josh.
Estabamos en un hotel en alguna parte de California, estaba demaciado cansada y agotada, por lo que al entrar al cuarto me recosté enseguida en la cama.
De Zayn solo supimos que lo había agarrado la policía, pero aún buscaban a Josh, quien ahora tenía el pelo de un color castaño con un corte diferente pero que lo hacía verse extremadamente guapo, en mi caso tenía mi cabello de un color negro azulado con un corte escalonado.
Josh se recostó a mi lado, decidida me di la vuelta y lo miré fijamente, el me imito y se formó una hermosa sonrisa en sus carnosos labios.
-Mi nombre no es Steph- sueltó derrepente, Josh me mira extrañado, creo que ya era hora de decirle la verdad
-¿A qué te refieres?-
- Yo no soy Stephanny, simplemente me hice pasar por ella todo el tiempo para protegerla del verdadero asesino -
-Me engañaste todo este tiempo- su tono de voz tenía una mezcla de tristeza y desepción
-Pasamos tantas cosas que incluso se me olvidaba que mi nombre no era Steph-
-¿Y entonces cual es?- su tono de voz ahora era algo frío
- ________- solté en un suspiro
Josh se levantó bruscamente de la cama y se dirigió a la puerta de la habitación, acto que yo seguí
-Por favor, no te vallas- le susurre
Me miró fijó, yo solo bajé mi mirada a sus labios, tenía unas ganas tremendas de probarlos, él se dio cuenta y se lanzó fugaz.
El beso contenía una mezcla de sentimientos, Josh sostenía mi nuca y me empujaba aún más hacia él, yo le correspondía gustosa, rodee mis piernas aldrededor de su cintura y a tropiezos caímos delicadamente sobre la suave cama.
El beso comenzaba ya a subir de tono, hasta que Josh se detuvo, me miró fijamente con unos ojos llenos de lujuria
-¿Estas segura?-
-....sí-
