CAPÍTULO 7

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Siete días, una semana había pasado desde que su vida cambió. Un cambio que el sentía completamente desfavorable e innecesario, en el que sentía que todo lo que lo rodeaba no tenía sustancia ni sentido, era todo blanco y negro.

En la semana Ji Eun lo había invitado a salir una cantidad exagerada de veces a salir... y él había declinado cada una de ellas excusándose con un resfrío. Definitivamente se merecía ganar un premio al peor novio y al peor amigo ya que Ji Eun no fue la única en recibir mentiras por parte de él. Según él era verdad que sentía una dolencia, pero sabía bien que no era por un resfrío.

Despertar todas las mañanas e ir a la habitación continua a revisar si cierto castaño estaba devuelta ya se había transformado en rutina, como también la sensación de frustración al no verlo.

Abatido, esa era la palabra que definía a su estado de ánimo.

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—Hyuk soy yo — Era de noche cuando  escuchó como alguien tocaba la puerta con insistencia —Ábreme la puerta.

El dueño de la habitación suspiro y con un paso lento fue hacia la puerta para dejar entrar y verla por primera vez desde la última semana.

—Preciosa, no me siento bien y no me gustaría contagiarte nada —apenas la abrazó y regresó a su cama.

La joven novia meneó la cabeza de lado a lado para luego darle la espalda cerrando con llave la puerta.

—Hyuk me tienes preocupada —caminó hacia él y se sentó en un lado de la cama, posando su mano sobre la frente del otro sintiendo que no tenía fiebre.

—Lo sé y lo siento cariño —se movió de la cama hacia un rincón dándole  espacio a Ji Eun para que se recueste —Ven linda, duerme conmigo.

JiEun contenta por pasar tiempo con su novio, levantó las sábanas y se metió en ellas no sin antes sacarse los zapatos, el Jean y pedirle prestado una remera a HyukJae para usar como pijama.

Acostados con la cabeza de JiEun sobre el pecho de HyukJae y con las piernas entrecruzadas empezaron a hablar sobre un viaje que la pelinegra tenía en mente para dentro de unos meses.

—Hyuk dime algo ¿Dónde te gustaría ir? —preguntó directamente al no recibir respuesta claras y sólo asentimiento con la cabeza o puros "Ajá" "Si"

—Cariño, donde escojas sé que la pasaremos de maravilla.

—¡Hyuk! Quiero que me digas un lugar en concreto para asegurarme de que vas a amar el viaje.

—Mi cielo, donde estemos los dos ya es el lugar perfecto —respondió más cursi de lo que realmente es para desviar la atención de su novia y calmar la insistencia que tenía por pedirle que escoja un país. Ciertamente el lugar no le importaba ya que sabía que en todos lados había algo bonito para ver y que en cada  lugar había actividades únicas.

—Mmmm ¿Qué te parece Suiza?

—No —respondió tajante.

—¿Por qué no? —preguntó sorprendida por la negativa.

—Hace un tiempo fuí allí con Teuk y Hae.

—¿Y?

—Fue un viaje extenso y muy extenuante por la cantidad de horas de vuelo.

—¿Qué te parece Japón?

—Tampoco.

—¡No sé vale rechazar todo!

La Cruda RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora