Capítulo 1

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Luna Goretti

Los rumores de Violeta están acabando con mi paciencia. Desde hace un mes son más constantes y peores. A mi mente vienen un sinfín de ideas, pero la más que me interesa es el porqué de Violeta para crear rumores. Qué necesidad tiene ella de dañar la imagen de los demás. Su mente es retorcida y muy engañosa. Mi deber como líder de un grupo que busca la verdad es no dejarme llevar por las apariencias pero ella se ha vuelto un caso perdido. He intentado hablar con ella, entenderla, hacer que recapacite pero nada a dado resultados. Los rumores de la semana pasada causaron mucho revuelo en la escuela más de lo normal. El nivel de creatividad de Violeta aumenta cada día y nosotros no sabemos qué más hacer para pararla. Nos encontramos discutiendo que hacer para evitar que ella continúe, pero cada cosa que proponemos no parece algo viable. Estamos pensando con rencor no analizamos lo que decimos, o al menos ellos, yo trato de mantenerme neutral. Buscar una solución razonable.

—Creemos nosotros un rumor para que la expulsen.

—De ninguna manera, Jezabel, va en contra de lo que hacemos.— digo

—Ella es una víbora igual que su grupo, se atrevieron a decir que Izan es gay. Qué tienen en la cabeza esas locas. Y no me mal interpreten, no tengo nada en contra de las personas homosexuales, pero ella dijo eso solo por venganza.— dijo expresando su enojo.

—Entendemos tu enojo, pero ya desmentimos ese rumor. Todos saben que es falso. Izan está bien, sólo eso importa. Concentrémonos en otras cosas. — dice Lía

Cuando ese rumor se difundió todo el grupo se altero y querían ir a pelear con el trio de Violeta. Los detuve a tiempo antes de que nos suspendieran a todos. Luego hicimos lo correcto y dijimos toda la verdad en nuestra página. Izan quedó alterado unos cuantos días más hasta que todo el mundo dejó de mirarlo y susurrar. La pasó realmente mal esos días, pero siempre nos tuvo a nosotros para apoyarlo. Es el único rumor, de los tres de la semana pasada, que hemos podido desmentir hasta ahora.

—El rumor de Aledis y Haziel es tan absurdo que no sé cómo la gente lo cree, son hermanastros obvio no tienen un romance.— comenta Jerald

—Nosotros no los conocemos, Jerald, tenemos que conocerlos y preguntarles para luego desmentir el rumor.— dijo Izan.

—Estoy de acuerdo, no podemos suponer nada sin tener pruebas o sus testimonios.— añadí.

Claramente estos rumores estaban carcomiendo nuestras cabezas. Y todavía nos faltaba el más grande y controversial de todos.

—Algo que sí sabemos es que Doutzen y Lionel sí son unos mujeriegos.— aseguró Lía

—Eso no lo sabemos. Estas suponiendo eso.— comento

—Por qué siempre los defiendes, Luna, todo el mundo sabe eso.— dice Jezabel

—Nadie tiene pruebas de eso. Todo el mundo cree que sí, por lo que imaginan.— contrasto

—Las fotos y vídeos son suficiente prueba.— aseguró Jerald

—Estoy segura de que si tú estuvieras en su lugar no dirías lo mismo.— Jerald me dio una mala mirada y no dijo nada más. Sabe que tengo razón.

—Y qué vamos a hacer entonces. Cómo desmentimos algo así.— pregunta Lía

Todos guardamos silencio, buscando soluciones a este rumor y al otro. Dos rumores que involucran al trío inseparable de la escuela. Cómo desmientes un rumor que todo el mundo cree que es verdad, por otro lado, cómo desmientes un rumor que todos quieren creer que es verdad sólo por lo retorcido que es.

—Pongamos a Aledis y Haziel en un mismo lugar y grabémoslo.— propuso Jezabel

—Interesante— comentó Lía

—Podría funcionar— dijo Izan

—Hagámoslo— dijo Jerald con emoción.

Todos me miraron esperando mi respuesta. Sí, era buena idea.

—Si lo vamos a hacer, hagámoslo bien. Pongamos a todos en una misma casa. Con cámaras ocultas y micrófonos.— propuse

—Me encanta esa idea— dijo Izan

—Y si mejor nosotros somos las cámaras y micrófonos. Estando nosotros allí podemos ver mejor todo lo que hacen, unirnos a ellos y observar sus acciones.— propuso Lía.

—Hecho— dijo Jerald

—Sí, me uno— dijo Jezabel

—¿Cuándo empezamos?— preguntó Izan

—Que sea en las vacaciones, solo queda una semana más de clases. Los invitamos a todos a tu casa de playa, Luna.— propuso Jerald

—De acuerdo, yo me encargo de mis padres. Ustedes procuren que los suyos digan que sí.— todos asintieron.

—¿Cómo los invitaremos a ellos?— preguntó Lía

Una nueva incógnita para nosotros. Según tengo entendido ninguno de mis amigos tiene contacto con ellos. Sería súper raro que de la nada los invitáramos a unas vacaciones. Ellos son fiesteros y muy sociables pero aun así sería extraño. Sospecharían rápido.

—Que lo haga Luna— dijo Jezabel

—Qué, por qué yo— me queje

—Solían decir que tú y Doutzen tenían una historia interesante.

—Pues te equivocas, Jerald, eso decían. Ya desmentí ese rumor.— dije de mala gana. Su comentario venía con segundas intenciones.

—Aún así queremos que lo hagas tú.— dijo Lía

—¿Cuándo decidieron eso?— pregunté

—Justo ahora.— dijo Izan con una sonrisa de oreja a oreja.

—Esta bien— acepte resignada.

Qué es lo peor que puede pasar. Dije en mi mente con ironía, porque sí sabía que era lo peor que podía pasar.

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