Sentí a Doutzen moviéndose a mi lado. Abrí mis ojos un poco para ver que pasaba. Su cuerpo estaba al descubierto y las gotas de sudor eran muy visibles. Abrí los ojos completamente y me senté a su lado. Puse mis manos en sus hombros y lo moví un poco para que se levantara. Él cambio de postura y abrió sus ojos para luego volver a cerrarlos.
—¿Estás bien?
—Sí
Dude por completo de su respuesta y me levante de la cama para prender la luz. Debían de ser como las tres de la mañana. La habitación se iluminó y volví a la cama.
—Estas todo sudado, vamos al baño.
El me ignoró y siguió durmiendo. Sonreí con malicias y fui al baño. Tome un vaso y lo llene de agua. Camine otra vez al cuarto y vacíe el vaso encima de él.
—Luna– gritó
—Levántate
—Ya te dije que estoy bien.— dijo mirándome con enojo
—Pues no te creo nada. Qué pasó.
Se levanto de la cama y fue al baño. Lo seguí y antes de que me cerrara la puerta en la cara logré entrar.
—No paso nada.
—¿Soñaste algo?—pregunte insegura. Él desvió la mirada y supe que había acertado. —Sólo fue un sueño.
—Tú no entiendes.
—Explícame.
Doutzen cerró la puerta del baño y me pego a ella. Escondió su cabeza en mi cuello y lo sentí respirar hondo.
—Fue hermoso.
—Y por qué estás enojado.
—Porque quería que fuera real, y no lo es.
—Qué soñaste.
Cuando pensé que iba a decirme se separa de mi y me da la espalda. Camina hacia la bañera y lleva sus manos a su ropa interior para después quitarla. Me muerdo levemente el labio al ver como baja la prenda lentamente.
—Así no vas a conseguir que olvide el tema.— digo
—Yo creo que sí.— dice sonriendo
Abre la llave del agua, echa en ella una de las tantas cosas que tengo de olores y luego se mete. Posa sus brazos en los bordes y recuesta su cabeza. Lo veo relajarse y cerrar los ojos. Suelto una carcajada que hace que él vuelva a abrir sus ojos.
—De qué te ríes.
—Siempre consigues lo que quieres. Me conoces tan bien que sabes que amo esto. Cómo voy a resistirme a ti si estás en mi bañera, dispuesto a todo.
El se ríe y estira su mano en mi dirección. Ruedo los ojos y me rindo. Camino hacia él y tomó su mano.
—Quieres que me meta con todo y bata.
—Eso es una bata— dice dudando
Ignorándolo suelto su mano y llevo las mías a los bordes de la tela que me cubre. La voy sacando lentamente justo como él hizo. Cuando está cae al suelo deja al descubierto mis pechos y mi ropa interior.
—Siempre llevas encaje.
—Amo el encaje.
Hago mi primer movimiento para meterme a la bañera pero él me frena.
—No te las vas a quitar.
Sonrío para mis adentros y contesto.
—No.
Él ruedo sus ojos con fastidio y luego toma mi mano nuevamente. Me hace entrar y sentarme de espaldas a él. Lleva sus manos a mi cintura y me acerca lo más que puede. Apaga la lleve del agua y luego hace que los dos nos recostemos.
—Es tu venganza verdad.— dice en mi oído.
—Sí.
—Estas jugando sucio, nena.
—No amor, te doy tu merecido.
Él empieza un camino de besos en mi cuello y no lo detengo. Besa mi cuello, detrás de mi oreja y luego mi mejilla. Sus manos acarician mi abdomen y suben a mis pechos. Juega con ellos como quiere, consigue volverme loca con sus caricias. Hace que deje de pensar en lo importante aquí. Levanto mis manos y las coloco encima de las suyas. Para luego alejarlas de allí. Él detiene sus besos y deja su cabeza en mi hombro.
—Qué soñaste.
Él suspira y se aleja un poco de mi.
—Eres experta para arruinar momentos.
—Lo haces sólo para distraerme.
Me volteo hacia él y llevo mis manos a su rostro.
—Lo hago porque quiero.
Alzó una ceja.
—Está bien, y también para distraerte.
—Por qué no me quieres decir.
—Te vi en un parque de niños. Estabas hermosa y sonriendo como nunca. Yo caminaba hacia ti y tenía en mis brazos a un bebé. Luego otro niño apareció y se sentó a tu lado. Tú lo abrazaste y le diste un beso en la frente.— él aleja mis manos y se levanta de la bañera.— Ves porque no quería decirte.
—No le veo nada de malo al sueño.— sujeto su mano y hago que se vuelva a sentar.
—No tiene nada de malo es sólo que... me entristeció.
Lo abrazo y dejo caer mi cabeza en su pecho.
—Gracias por decirme. Tal vez en un futuro se pueda cumplir. No te sientas así.
Sus brazos me envuelven y luego hace que me siente encima de él.
—La atmósfera se arruinó pero podemos
continuar.— dice acercando su rostro al mío.Baja sus manos a mi cintura y me aprieta más contra él. Junta nuestros labios en un beso que nos hace arder. Adentra su lengua y lucha con la mía. Sube sus manos a mis pechos y vuelve a jugar con ellos. Me muevo buscando un ritmo que nos enloquezca, pero noto que el agua de la bañera se está saliendo en gran cantidad.
—Vamos a la cama.
—Por qué.
—Porque no quiero que después tengamos que limpiar toda el agua que se está saliendo.
Eso parece que le hace entrar en razón y mira a su alrededor. Sonríe y luego me mira.
—Eso lo estás provocando tu.
Lo miro fingiendo estar indignada.
—Bueno si quieres lo dejamos aquí y dejo de moverme.— le digo desafiándolo.
—Claro que no, vamos a la cama.
—Eso pensé.
Doutzen se levanta conmigo aún sobre él. Salimos de la bañera y camina lentamente hasta la cama. Ahí me deja con cuidado. Me levanto un poco y me muevo hasta llegar a las almohadas. Él gatea hasta mi y se coloca entre mis piernas. Deja un beso entre medio de mis pechos y luego me besa. Nos besamos hasta que el calor que se forma en la parte baja de mi vientre se vuelve insoportable. Sus manos bajan hasta mis bragas y las baja. Despega sus labios de los míos y me admira, yo lo imito.
Se pega a mi y acerca nuestras partes íntimas, tentándome. Me mira con burla y yo ruedo los ojos.
—Qué espe...
Antes de poder terminar él se mueve hasta que estamos unidos completamente. Ambos dejamos salir un suspiro.
—Te extrañe.— dice
—A mí o a mi...
Él suelta una carcajada al igual que yo.
—Ambas cosas.— dice besándome
Doutzen empieza a moverse, comienza con un ritmo lento y luego este se vuelve más rápido. Los dos buscamos que nuestros movimientos nos den placer y continuamos así hasta que alcanzamos nuestra liberación.
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Una Noche
Подростковая литератураU N A N O C H E Cuando Violeta Dunn llena la escuela de rumores. Luna y sus amigos se unen formando el grupo de la verdad. Ellos se dedican a desmentir todos los rumores que Violeta y su trío de embusteras difunden en la escuela. Tres nuevos rumo...