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Todavía no era navidad, pero Camila ya sentía esa emoción y alegría. Sin dudas ella ama la navidad, y por eso, cuando vio aquél gigantesco oso de felpa, no dudó en comprarlo.

—Que lindo, me recuerdas a Lern.—le hablaba la de ojos castaños al animal de peluche—¿Crees que ella te quiera en su casa?—caminaba a paso lento por la acera, dando atención al peluche.

La gente observaba confundida a la morena ¿Acaso le habían obsequiado aquél animal, su amigo, su novio? ¿O lo había comprado para su hermanita, o hermanito? Ni idea, pero les llamaba mucho la atención.

Lauren caminaba por las calles en busca de algo qué hacer. Estaba aburrida y aprovechó eso para salir de casa, quizás compre dulces para ella y sus amigas, o quizás solo vague por las calles como otras veces lo había hecho.

Sus ojos verdes recorrían todo por donde pasaba, hasta que encontró una espalda algo familar.

La chica se volteó, dejando ver a un gran amigo en sus brazos, levantó la mirada unos segundos y le sonrió. Comenzó a caminar algo rápida para llegar a ella.

—¡Lauren!—exclamó alegre Camila.

Lauren la miró de arriba a abajo. Se veía adorable con un oso de felpa casi tan grande como ella.

—Hey, ¿quién es?—preguntó sonriendo, mirando al animal de peluche.

Camila se sonrojó.

—Se llama Peter—contestó algo avergonzada, mirando al suelo—, yo... compré a Peter para ti. Para navidad. Pero veo que he fallado en ocultarlo hasta el día veinticinco.—jugaba nerviosamente con las orejas de Peter.

La ojiverde sintió como su corazón se hinchaba de ternura.

Ver a Camila sonrojada, sosteniendo nerviosamente a un animal de felpa gigantesco, casi tan grande como ella, era sin duda algo que no pasa todos los días.

Dio unos pasos adelante para acercarse más y abrazó dulcemente a la morena, quien seguía sosteniendo a Peter suavemente. El oso de peluche quedó en medio de su abrazo suave y tierno que transmitía los sentimientos más puros y hermosos que existen en todo el universo.

Duraron así unos minutos más, no queriendo terminar con el momento.

—Gracias Camz.—susurró Lauren, sin romper el abrazo.

—Gracias a ti.—respondió de la misma manera Camila.

La pálida se confundió.

—Pero no hice nada.

La morena negó, ocultando su rostro en el cuello de Lauren.

—Por ser tú. Tu eres especial Lolo, te quiero.—susurró dulcemente, haciendo a la ojiverde abrazarla aún más contra ella.

—También te quiero.

Y mientras ellas disfrutaban su momento, la gente las miraba enternecidas.

Te quiero.

Voló un pensamiento por parte de ambas.




















Gracias por leer:).

Xantofobia↪||CAMREN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora