💚 NUESTRO AMOR 💚 #2

23. 💚 Las palabras 'Brad' y 'padre' se repelen 💚

- ¡MIERDA! - grita Lara a mi lado mientras se revuelve el pelo. Va a quedarse calva si sigue así.

- Y tanto... - la miro y veo que ahora se muerde las uñas como si su vida dependiera de ello - Vamos a relajarnos. Mente fría - pego un suspiro profundo y continúo hablando - Ahora mismo vamos a comprar una prueba de embarazo.

- No quiero...

- Ya, ya lo sé. Pero vas a tener que hacerlo tarde o temprano. Ey - la cojo de la cara - Yo voy a estar contigo, ¿sí?

- Pfff - se levanta y da vueltas por su cuarto - Me voy a morir de vergüenza en la farmacia.

- Anda que no habrá habido chicas como tú en esta misma situación.

- Ya pero... ahora me está pasando a mí. ¿Y si nos ve alguien?

- Nadie nos va a ver. Tranquila - como habéis podido deducir, a mi amiga no la ha bajado la regla. La tocaba ayer y nada. Que mala suerte, joder. El idiota de Brad no hace nada al derechas y justo esta vez tiene que dar en el clavo.

- Yo, por si acaso, me pongo esto - coge una gorra negra y unas gafas de sol. La falta el pañuelo por la cara.

- ¿En serio, Lara? Esto no es una película. Van a seguir sabiendo que eres tú pero con una gorra y gafas de sol.

- Me da igual. Yo me lo dejo - ruedo los ojos y salgo junto a ella de su casa. Hay una farmacia cerca así que no tardamos mucho en llegar.

- Venga - la animo a que entre porque se ha quedado parada frente a la puerta.

- Cómpralo tú - me empuja.

- Ah no. Qué vergüenza - digo mirando a la gente que hay dentro.

- Anda que no habrá habido chicas en esta misma situación - dice repitiendo lo que la he dicho yo antes.

- Ya, pero yo no soy la que tiene dudas - la cojo del brazo - Vamos las dos - entramos por la puerta y tenemos que esperar porque hay cola de madre.

- ¿No conocemos a nadie, no? - miro a las personas que hay delante nuestro y solo hay señoras mayores.

- A no ser que hayas estado hace poco en un centro de tercera edad, no - nos quedamos en silencio esperando y viendo cómo la gente no avanza. Me estoy poniendo de los nervios. ¿Tanto cuesta pedir algo y pagarlo? Se tienen que quedar charlando con el farmacéutico media hora. Para mí, me las pone.

- ¿Mofletitos? - oigo una voz a mis espaldas.

La puta madre.

- ¡Jack! - grito girándome - ¡Qué casualidad!

- ¿Qué haces aquí? - pregunta extrañado. Miro a Lara y esta evita mi mirada. Cabrona.

- ¿Y tú?

- Comprar pastillas para mi madre. La dolía la cabeza - sus ojos van de Lara a mí y viceversa y se queda mirándome - ¿Qué hacéis aquí?

- ¿A tu madre la duele la cabeza? Dila que se acueste y no trabaje tanto. Que no tome pastillas. Es malo, se puede hacer adicta - digo intentando evadir su pregunta. Y la cola sigue sin avanzar ¡Putas viejas!

- Por que tome una de vez en cuando no pasa nada. Repito. ¿Qué hacéis aquí? - pregunta en un tono molesto. Se está dando cuenta de que no quiero responderlo.

- Yo también decía eso del chocolate pero ahora no puedo dejar de comerlo. Puede llegar a ser muy malo.

- Lila Royers, ¿qué cojones hacéis aquí?

- Lila va a comprar condones. ¿Contento? - dice Lara cansada - Ahora cállate que me duele la cabeza.

- Gracias, amiga - la fulmino con la mirada. Tiene suerte de que este sea un tema serio, si no, ya la habría dado una buena leche. Jack no dice nada y se queda detrás de nosotras. ¿Ahora cómo vamos a comprar el test? Es evidente que Lara no quiere que Jack se entere. Por fin llega nuestro turno y mi amiga habla por mí.