💚 NUESTRO AMOR 💚 #2

37. 💚 Una mano traviesa 💚

31 de diciembre. Nochevieja. Último día del año. Haciendo un poco de balance y reviviendo todo lo que he pasado estos 12 meses... Puedo decir que no puedo finalizarlos mejor. Soy feliz. Estoy bien de salud, tengo mi fantástica familia, unos amigos maravillosos, estudio la carrera que me gusta y... Estoy junto al amor de mi vida. Todo es genial. Me asusta un poco porque cuando todo te va tan bien... malo. Pero alejo esos pensamientos evitando que borren mi sonrisa. Me miro al espejo de cuerpo entero que hay detrás de la puerta de mi cuarto, asegurándome de que todo esté en su lugar. Que los detalles no falten. Cojo el pintalabios rojo pasión de la caja rosa con forma de corazón donde guardo todos mis productos de maquillaje y me pinto los labios cuidadosamente. Saliéndome un poquito para hacerlos un más gruesos pero sin exagerar. No es un maquillaje simple, pero tampoco estoy pintada como una puerta. Este día se permite que sea un poco más llamativo. Mis ojos están negros, mis pestañas enormes y mi piel sin ninguna imperfección. Además del famoso iluminador que ahora lleva todo Dios. Pero me gusta, resalta mis pómulos y mis mofletes. Muevo mi cabeza hacia abajo despeinándome el pelo con los dedos, la subo y queda una forma muy bonita. Está ondulado y con la raya un poco a su bola. Pongo mi melena hacia un lado dejando que mi espalda desnuda se vea. El vestido dorado me queda genial y al final usé los botines negros del año pasado que combinan bien con este. Suspiro un poco nerviosa y salgo de mi cuarto hacia el salón donde me espera toda la familia para cenar. No me gusta mucho ser el centro de atención y este día siempre lo soy, solo son unos pocos minutos en los que todos repasan mi atuendo pero, aun así, no me agrada demasiado. Aunque también puede que sea porque esta noche cenamos con Jack, Sophie y sus padres. Y tengo miedo de la reacción de mi novio. No sé si me obligará a cambiarme o... me querrá follar hasta dejarme sin respiración. Personalmente, prefiero la segunda.

- Ya... ya estoy - digo entrando por la puerta a la vez que todas las miradas se posan en mí. La mayoría de ellas son de impresión, aprobación y sorpresa. Pero la que me interesa no tiene ninguna de esas palabras. Sus ojos verdes escrutan todo mi cuerpo con detenimiento, sin perderse ni un solo detalle de mi pequeña anatomía.

- Date una vuelta - dice mi abuela sonriendo. Hago lo que me dice. Giro sobre mi cuerpo lentamente y cuando vuelvo a mirar a Jack, este tiene literalmente la boca abierta y sus ojos transmiten lujuria pura. Reconozco que quería que me mirara así pero... ahora lo estoy dudando. Sobre todo porque no estamos solos para aprovechar esa cantidad de deseo. Me rio cuando mi abuela le cierra la boca con la mano para evitar que el resto se dé cuenta.

- Y... ¿os gusta? - pregunto viendo el silencio reinante en el salón.

- ¡Siiii! - grita Sophie acercándose a mí - Pareces una princesa de cuento ¡Qué guapa!

- No tanto como tú - la respondo abrazándola.

- ¿No vas muy fresca? - pregunta mi hermano. Frunzo el ceño por la forma en la que lo dice.

- Deja a tu hermana, que está preciosa - mi madre me mira con orgullo - Mi niña... Que ya no es tan niña.

- Oh mami - me acerco y la abrazo por el cuello.

- Increíble, tesorito... - dice el padre de Jack mirándome de la misma manera que mi madre. Mira a su hijo extrañado - ¿No vas a decir nada?

- Esta... - piensa un momento intentando buscar las palabras correctas - Hermosa. Siempre lo está.

- Gracias - le agradezco con la mirada un poco aliviada porque no se haya enfadado. Me acerco a él y me siento a su lado. Hora de cenar. Ya sé que sería mejor ponerme el vestido después de las 12 pero eso ya lo he hecho otros años y al final siempre tardaba muchísimo y llegaba a la fiesta muy tarde. Por lo que, rezo y suplico no mancharme con nada.