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Después de hablar sobre mis problemas amorosos con mi mamá, y después de darme mil abrazos y besos diciéndome que yo merecía algo más que llorar por un chico que no se quería a sí mismo.

—Arae —me dijo ella—. ¿Tanto te gusta? —coloca una de sus manos en mi rodilla y con su otra mano seca las lágrimas que quedaron en mi mejilla.

Asentí. Sorbo mi nariz y pienso en aquello.

—Entonces, sé paciente —se encogió de hombros—. Sé que otras madres te dirían que te olvides de él que hay más chicos por el mundo, bla, bla, bla... —rodó los ojos—. Pero te conozco, y sé que eres testaruda, así como una niña muy bonita y dulce. Así que para esas lágrimas no dignas de una princesa y haz tu mejor jugada.

—¿Y cómo haré e-eso? —sorbo mi nariz. La miro.

Ella me sonríe y siento una pizca de ilusión viva alzándose de entre los escombros.

—De la mejor manera —mi mamá se encoge de hombros—. Siendo tú misma.

the reason; choi youngjae✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora