Digimon Adventure Agujas Rotas

Un Encuentro En el Muelle

A pesar de haber salido relativamente temprano de casa llegué tarde a nuestro encuentro en el muelle, en parte supongo que fue culpa del haberme entretenido por el camino mirando un edificio mientras mi mente se autocondenaba. Pero al ver a Kari conseguí olvidarme de todo por unos instantes, llevaba una linda camiseta rosa con una falda de color oscuro, el viento le daba directamente en la cara, lo cuál hacía que sus cortos cabellos se desplazasen ligeramente hacia la derecha, ella disfrutaba de esa brisa con los ojos cerrados y yo permanecí un rato detrás suya mirándola embobado, parecía una diosa. Finalmente salude y ella se dio la vuelta mostrándome su sonrisa, una sonrisa tan bella que a su lado el lindo paisaje atardecido que nos rodeaba parecía simple basura.

-Hola- saludó ella- yo esto... respecto a tu hermano...

-No tienes que decirme nada si no quieres, no quiero meterte en un compromiso

-No, no importa, tranquilo

-Está bien...

-La cuestión es que... hace unas semanas Matt empezó a venir a nuestra casa frecuentemente, y Tai a la suya. Le pregunté a mi hermano la razón de esto ya que cómo ya sabes...

-Ya, mi hermano es bastante antisocial- interrumpí yo

-No iba a decir eso- contesta soltando una leve risa- bueno, cómo iba diciendo le pregunté a mi hermano al respecto, al parecer Gennai les envió un mensaje

-¿Un mensaje?

-Sí, ha aparecido un nuevo enemigo

-¿Qué? ¿Por qué sólo se los ha avisado a ellos?

-Al parecer ese digimon no suponía una gran amenaza así que no era necesaria la intervención de todos...

-Entiendo...- contesté algo apenado, es cierto que nuestros hermanos habían sido los únicos en lograr la digievolución mega y por lo tanto sus digimons eran los más cualificados para luchar ante una amenaza pero no me agradaba que se nos excluyese de esto de tal forma de que ni siquiera supiésemos nada al respecto ¿es qué acaso sólo suponíamos un estorbo para ellos? Tal vez estuviese sacando conclusiones precipitadas pero sí es cierto que para Matt yo siempre había sido sólo un estorbo, recuerdo que hace años un niño rubio de 8 años con una gran gorra verde y una camiseta del mismo color se encontraba en un árbol con su hermano; un digimon con aspecto de marioneta estaba teletransportando a él y sus compañeros repetidamente a diferentes lugares por mera diversión, el hermano le decía que nunca dejaría de protegerlo; a lo que el niño sólo pudo responderle que llevaban mucho tiempo unidos al grupo, todos habían luchado juntos así que ¿por qué sólo se preocupaba por él? ¿es que los demás no le importaban? Y él había peleado como el resto ¿es que sólo había sido una carga para él? ¿Tan débil y tan poco fiable le parecía que tenía que estar siempre protegiéndolo?; en efecto, ese niño de la gorra verde era yo y aún hoy recuerdo esa conversación con pelos y señales, creo que fue a partir de ahí cuando mi hermano se comenzó a distanciar más y más de mí. Supuse que si sólo estaba a mi lado cuando necesitaba su protección significaba que permanecía a mi lado sólo por pena, no querría dejar sólo a un niño llorón indefenso...

-... pero creo que ocurrió algo- siguió relatando la muchacha, un día después de que ambos volvieran del digimundo desde el ordenador de nuestra casa los noté algo sobresaltados... escuché a Tai decir que necesitaban la ayuda del resto pero tú hermano no quería, decía que si en un principio se lo habían encargado a ellos, ellos serían capaces de arreglárselas solos

-Mi hermano siempre tan orgulloso- musité apretando los puños

-Es todo lo que sé- dijo ella cabizbaja

-Es suficiente- contesté yo respondiendo sonriente- ¿Te importa si me marchó ya? Tengo que hacer una llamada

-¿A quién? ¿A tu hermano?

-No, ese no me va a decir nada, ni siquiera responde a mis llamadas, al tuyo- respondí con indiferencia

-¿Al mío? ¿Por qué?

-Tal vez a él si consiga sacarle la información que necesito...

-Sí, claro.... Tai está en casa ahora... podrías acompañarme de camino de vuelta y así hablan en persona- pronunció ella ruborizada- Así no puede colgarte

-Claro, buena idea- contesté yo y emprendimos camino a su casa. Ella estuvo todo el trayecto intentando entablar conversación pero yo andaba un poco en mi mundo, no podía evitar pensar en mi hermano, quizás yo no le importase a él pero él a mí sí, tal vez demasiado....