Capítulo 39- Orgullo

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Amy~

Volvía a casa después de preguntarme que es lo que Silver me habría querido decir con eso.
Me había asustado. ¿Alguien quería robarme a Sonic? ¿Quién?

Esto no se podía quedar así. Envíe un mensaje a Silver pidiéndole que amplíe la información o de lo contrario...

Por alguna razón Sonic no estaba. Entre a todas las habitaciones de la casa pero no lo veía por ningún lado.
Empecé a asustarme...
Grité su nombre, pero no tan fuerte, inútilmente.

Miré a ambos lados con mi cabeza.
No sabía que debía hacer ahora.
Entonces esta vez le envíe un mensaje a Sonic preguntándole en donde estaba y si estaba ahí.

No podía estar tranquila entonces decidí salir afuera.
Justamente cuando abrí la puerta, lo vi junto a Knuckles e instintivamente me lleve a la mano a la boca.

-¡Sonic! Pero que...

Vi a Sonic con la nariz sangrando y por alguna razón, parecía dolerle mucho la entrepierna...
Sentí que los ojos se me aguaban de solo verlo así.

-No es nada.- Dijo con dificultad mientras Knuckles lo ayudaba a adentrarse.

Me apresuré y cerré la puerta, para volverme a Sonic con mucha preocupación.

-P-pero... ¿Qué sucedió?- Cuestioné muy nerviosa.

-Al parecer Max lo visitó en la mañana... Y bueno, se lo llevó lejos y esto pasó. Tiene suerte de que haya aparecido, sabia que tramaba algo.- Habló Knuckles.

Mi mirada se oscureció. Estaba furiosa.
Tenía ganas de asesinar a Max yo misma.
¿¡Cómo se atreve!?
Miré a Sonic para decirle algo, pero a juzgar por su mirada, él parecía estar más molesto que Knuckles y que yo.
Así que decidí no decir nada y corrí a buscar el botiquín.

-Sonic.- Escuché que lo llamaba el equidna.

Él no contestó.

-Saldré a buscar a Max. Veré que haré con él... Tal vez le pida ayuda a Rouge para...

-No.- Contestó Sonic fríamente.

Ambos nos quedamos observándolo mientras yo volvía con el botiquín en mis manos y me sentaba a su lado.

-Yo lo haré. Esto no se va a quedar así. Me da igual si está pasando por un mal momento emocional y por eso hace estas cosas. Está muy equivocado si cree que no volveré por él.

-Sonic...-Dije con mucho cuidado.

Entonces él me miró.

-Deja tu orgullo. Mira como te ha dejado. Deberías dejar que Knuckles lo haga...

-No lo digas así como si me hubiese dado la paliza de mi vida.- contestó cruzandose de brazos mientras miraba a otro lado.

-Es que prácticamente eso pasó, Sonic.- Dijo Knuckles.

En mi cabeza pensé internamente que tal vez Knuckles jamas debió haber remarcado eso... Sonic es muy orgulloso. Se nota a kilómetros que odia que alguien "débil" lo humille o lo supere.

Pensé que se enfadaría y gritaría mil cosas. Incluso estaba preparándome para eso y también me posicionaba por si tenia que llegar a calmarlo, pero él no dijo nada ante eso.

Se levantó del sofá en el que estaba llevándose el botiquín con él.
No estaba de humor.

Knuckles me lanzó una mirada de cansancio y yo solo suspire.

-Tal vez debas hablarle.

-Si...-Conteste con la mirada baja.

-Iré a... Ya sabes. Es mejor acabar con esto de una vez.

-Si. Yo también lo creo.

Me despedí de Knuckles cerrando la puerta tras de el.
Vi la dirección en la que Sonic se había ido y me dirigí hacia allí: Mi habitación, o más bien la nuestra.

Él estaba allí recostado en posición fetal, mirando un punto fijo.
Estaba mal, se notaba.
Me acerqué y me senté a su lado.
En ningún momento me miró.

-Sonic...- Lo llamé.- T-tranquilo. Dime ¿Por qué estás así?

Él lentamente se fue sentando en la cama mientras me miraba con una cara de: ¿Es en serio?
Ya metí la pata.
Pero no me dijo lo que pensé que diría.
Simplemente no dijo nada.
Me sentí incómoda durante varios segundos.

Acerque mi mano a la de él y comencé a acariciarla.

-No sabes todo lo que me hizo.- Habló por fin.

Lo miré de repente, esperando a que prosiga con la explicación.

-Está hecho un loco...- Susurró con una sonrisa.

-Sonic...

-No iré a buscarlo. Solo voy a esperar.-Terminó de decir para tomar mi mano.

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Narración normal

-No puedo creerlo.- Dijo estresado el erizo plateado.

-Bueno... Creo que debiste decir la verdad.- Contestó el zorro de dos colas.

-¡Me amenazó!

Tails suspiró.

-No entiendo a Sally. Ella era buena, me caía genial. Pero ha cambiado...

-Lo sé. Opino igual.

-Bien. Veremos que hacer. Por ahora hagamos que todo sigue normal. Pero si las cosas apuntan a empeorar, Silver, lo siento...

-Si, si. Lo sé...

Ambos continúan su camino hacia sus hogares, cuando algo les llama la atención.
Se miraron el uno al otro mientras caminaban un poco más despacio.
Silver no entendía la actitud del zorro.

Un erizo blanco de ojos azules iba caminando con un aspecto no muy agradable. Claramente era Max. Llevaba puesta su capucha con la mirada baja.

Tails lo supo reconocer. Era aquel que estaba junto a Sonic cuando fue a casa de Amy para tratar cierto tema.

Mantuvieron contacto visual durante pocos segundos y cada uno siguió su camino.

-Tails, ¿pasa algo? ¿Quién era?

Tails no confiaba. Al principio se había cegado de felicidad por la llegada de Amy y no había pensado bien la situación.
¿Sonic podía haber llegado tan rápido a su vida? Era algo un tanto extraño.
Algo no cuadraba, al menos para Tails.
Luego Max. Tails no sabía quien era, y Amy se notaba nerviosa.

-Pues... No lo sé.

Continuará...

Ojos Esmeralda (Sonamy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora