Capítulo 7- Confusión

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No sé cuanto tiempo habrá pasado, pero vi el cielo y estaba lloviendo de una forma algo brusca.
Parpadeé varias veces para aclarar mi vista y vi a Sonic concentrado en el camino.
Me resfregué los ojos.

-¿Cuánto tiempo pasó?

-1 hora y 30 minutos.-Respondió sin verme.

¿1 hora y 30 minutos? Eso fue muy poco y siento que pasó un día. Al menos para mi.
Miré por la ventana que estaba a un costado mío. Me quede así un buen rato, hasta que Sonic me llamó.

-Falta poco.

-¿A dónde vamos?

-A mi casa.

Me quedé pensando. Su casa. ¿Cómo sería su casa? ¿Quiénes estarían allí esperando?
La lluvia se hizo más fuerte. Tenía que admitir que estos días me generaban algo de disgusto. Solo me gustaban cuando estaba en mi casa, en mi cama y con la estufa encendida.
Pronto llegamos a una zona con muy pocas casas.
Sonic sonrió.

-Ya hacía tiempo que no estaba aquí.- Soltó una leve risa.

Me lo quedé mirando con extrañeza. ¿Él riendo?
Se estacionó en una de las veredas que estaban al frente de la casa, que al parecer era de Sonic.
La lluvia torrencial arrasaba con todo. Sonic se quedó pensativo unos momentos, quizá pensaba en como salir vivos.
Abrió la puerta del vehículo lentamente y salió, mojándose al instante.
Rodeo la parte delantera de la camioneta y abrió mi puerta. Salí rápidamente y fuimos hasta la puerta de la casa, mientras me cubría la cabeza con la mochila.
Abrió la puerta y pude ver el interior de la casa. Era mucho mejor comparando a la anterior casa en la que estuve. Esta era más reluciente, más limpia y solo una pizca más amplia.
Me jaló del brazo para adentrarme por completo y cerró la puerta.
Comenzó a suspirar. Yo, me quedé viendo el suelo fijamente con una mirada incómoda.

-Será mejor que te seques...-Comenzó a hablarme.

-¡Sonic!- Dijo una voz femenina y aguda.

El volteó con una cálida sonrisa en su rastro y caminó hacia la eriza de púas turquesa.
La pequeña no parecía tener más de 10 años, era muy bonita y portaba los mismos ojos de Sonic, un bello color esmeralda. Se unieron en un fuerte abrazo.

-¡Volviste!- La pequeña comenzó a llorar de felicidad, a pesar de ser me dio cierta tristeza.

-Así es, y esta vez es para siempre.- Dijo abrazándola aún más.

-¿Sonic...?- Otra voz femenina apareció.

-Sonia.- Sonic la miró fijamente.

-¿Qué haces aquí? ¿Acaso...?-

-Tranquila, esta vez no volveré.-

La eriza de púas moradas fue hacia Sonic y lo abrazó fuertemente.
Yo me quedé viendo fijamente la escena de los tres hermanos felices. Era muy bonito y todo, pero estaba muy incómoda, sentía que sobraba.
Para hacerme notar, quise decir algo.

-Y-yo...- Tartamudee

-Ah.- Sonic me miró.- Ella es Amy. La ayudé a salir de donde estábamos.

-Un gusto, Amy. Tranquila, te ayudaremos- Dijo la eriza mayor mirándome de pies a cabeza.

Asenti con cierta timidez.

La pequeña me observó detenidamente y luego se fue a abrazar a Sonic.

Sonia, me mostró una habitación en la que podía quedarme, era una muy bonita para casi nunca ser usada, según ella.
Me quedé ahí un rato, toda esta situación era una muy confusa realmente. De repente, estoy con la familia de un asesino y secuestrador, que se arrepiente de haberme secuestrado y me trae a su casa para ocultarme allí.
Me senté en la orilla de la cama y miré el reloj de pared, marcaba las 7:00am, bastante temprano y no estoy por ir a la escuela...
Me recosté en la cama con inseguridad, pero luego me adueñe de mi propia posición y al pasar los pocos minutos me dormí.

Yo solo veía un pasillo negro en un fondo blanco. Había un destello cegador a lo lejos, quería seguirlo instintivamente. Caminé, inutilmente. El destello me dejaba sin vista, grite de forma ahogada y cerré mis ojos con brusquedad.
Todo quedó en silencio, sentía que estaba recostada en una superficie dura, abrí mis ojos con temor. Oí esa voz, esa maldita voz a lo lejos, que se acercaba cada vez más, haciéndome desesperar. Me sacudí pero fue en vano. Aquella voz me había alcanzado, no podía entender bien lo que decía, pero si podía ver el rostro de Jeff frente a mi.

Continuará...

Ojos Esmeralda (Sonamy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora