Dicen que las almas fragmentadas buscan algo que las complete, ya sea su alma gemela o un espíritu que no ha logrado cruzar para descansar en paz. Los espíritus buscan almas rotas para poder unirse a ellas por toda la eternidad usando al humano vivo...
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1950
— Capitán, una tormenta eléctrica se acerca rápidamente. No hay forma de evadirla. —El copiloto JeongIn miró a su capitán Min YoonGi con preocupación, se les estaba saliendo de las manos.
— Sigamos con lo que habíamos acordado.
— Cómo usted diga, capitán. —Ambos chicos que pilotaban el avión eran jóvenes, JeongIn era un soldado de 22 años que había sido ascendido a copiloto, mientras que el capitán Min YoonGi era un joven de 25 años que gracias a sus habilidades había obtenido el cargo de capitán.
Ahora ambos chicos se encontraban en apuros, estaban siendo atacados por misiles mientras se adentraban a una tormenta eléctrica. Bien sabían que no iban a sobrevivir más allá de esto. YoonGi se había enlistado en el ejército porque habían matado a su mejor amigo, mejor conocido como su novio a escondidas. La guerra en corea se había desatado rápidamente haciendo que se eligieran bandos mientras los norteamericanos los ayudaban a ellos mientras la república popular China ayudaba a la república democrática de Corea. Los estaban acabando poco a poco, pero no se dejarían vencer tan fácilmente.
— Capitán, quiero que sepa que fue un gusto combatir con usted. —JeongIn no miró a su capitán cuando lo dijo, no era necesario.
YoonGi se sintió mal porque la vida de aquel muchacho fuera ser tan corta. Un misil los estaba siguiendo y no habían podido esquivarlo. Las alarmas sonaban fuertemente, el monitor parpadeaba anunciando el próximo ataque mientras ambos chicos dentro de la nave pilotaban con valentía. No se rendirían hasta el final.
YoonGi miró a su copiloto con tristeza antes de que el misil impactara contra su avión causando una sacudida fuerte en el avión. Poco a poco el avión comenzó a caer y caer hasta estrellarse con un fuerte impacto contra una ciudad. JeongIn murió por el impacto, su cuerpo se había sacudido con tal fuerza que terminó matándolo, mientras que Min YoonGi había sobrevivido, el humo colándose a sus pulmones, su cabeza sangraba gracias a que algunos cristales cayeron en él, no sentía su pierna derecha y todo su cuerpo dolía demasiado.
YoonGi miró a su alrededor, sus oídos zumbando haciendo que no escuche cuando una tropa de soldados del otro bando se acercaron a él, arrojando dos granadas en acción.
El peliblanco sentía sus lágrimas caer, antes de que las granadas detonaran quemándolo instantáneamente.
Actualidad.
— Min YoonGi, ¿Podrías dejar de molestarme? No iré a hablarle al chico. —Murmuró el castaño con frustración, el alma del peli blanco lo estaba molestando para que fuera a pedirle el número a un chico con cabello color guinda que estaba frente a ellos en la cafetería de la universidad.
Cobarde.
— ¡No soy un cobarde! —Gritó TaeHyung levantándose de la mesa, llamando la atención de todos en la cafetería incluido la del lindo peli guinda. «Te lo voy a demostrar Min.» El castaño caminó hasta situarse frente al peli guinda el cual levantó una de sus cejas esperando que el lindo castaño hablara. — Hola, me llamo TaeHyung y quisiera saber si me darías tu teléfono.
El chico sentado rio un poco antes de contestar. — Me llamo JungKook, un placer.
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Espero de corazón que le estén agarrando la onda a la historia porque estoy muy emocionada con esta trama, si no entienden algo pregunten XD
