Dicen que las almas fragmentadas buscan algo que las complete, ya sea su alma gemela o un espíritu que no ha logrado cruzar para descansar en paz. Los espíritus buscan almas rotas para poder unirse a ellas por toda la eternidad usando al humano vivo...
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"Para que un espíritu pueda volver a ser un humano primero debe encontrar un cuerpo humano con alma fragmentada para poder poseerlo, después debe buscar el ser con más espíritus en su alma para tener su fuerza espiritual y mental.
El ritual para tener la fuerza del humano con más espíritus en su alma es sencillo, después de que esa persona se entregue a ti en cuerpo y alma deberás retirar su vida del cuerpo, para poder tener todo lo que el humano sin vida tiene.
Entre menos tiempo de muerte tenga el espíritu que quiere volver a la vida es mejor, tiene que esperar al menos dos años antes de iniciar con el proceso para traerlo a la vida."
JungHyun o JungKook leía atento el libro de los espíritus, un libro de no más de cien páginas que le había rebelando cómo conseguir el poder vivir de nuevo. Tal vez era mejor comenzar a trabajar en el castaño, para que se entregara en cuerpo y alma al peli guinda. JungHyun estaba pensando en tener una cita grande en algún lugar ajeno a los dos, pues no podía dejar que los espíritus de TaeHyung intervinieran ahora que habían empezado a sospechar por las acciones de JungKook.
Sin pensarlo más JungHyun no dejó que su hermano tomara posesión de su cuerpo, para poder reservar una habitación en un hotel bastante caro y de prestigio, además de reservar una cena en el restaurante favorito de su novio.
— JungKookie, ¿Quieres cenar fuera? —La voz de YeRi sonó en desde la cocina alertando al peli guinda.
— ¡Sí linda!
YeRi sonrió desde la cocina quitando su delantal rosa y dejándolo en una silla. JungHyun había terminado de hacer las reservaciones y mandó un mensaje a su novio, quien le contestó casi al segundo con una respuesta afirmativa para verse al día siguiente cuando JungHyun le diría sus planes, a medias, luego borró los mensajes y llamadas justo antes de que YeRi entrara a la habitación donde el peli guinda estaba, JungHyun dejó de poseer el cuerpo de su hermano haciendo que JungKook esté presente de nuevo.
— Toma tu chaqueta y vámonos JungKookie.
JungKook miró confundido a su esposa. — ¿Para qué?
YeRi rio infantilmente besando la mejilla de su esposo, tomó ambos abrigos y le entregó el suyo al peli guinda.
— Para ir a comer fuera, estás demasiado despistado últimamente JungKookie.
JungKook sonrió a su esposa, tomándola de la cintura para poder besarla en los labios.
— Lo siento, prometo estar más atento a partir de ahora.
Ambos jóvenes se sonrieron una última vez antes de abandonar la residencia Jeon, el espíritu dentro de JungKook ahora se dedicaba a descansar pues el día de mañana tendría que ver al pequeño TaeHyung, aquel humano de cabellos castaños que necesitaba más que a nadie.
[...]
— Hola cariño. —JungKook había llegado al lugar de encuentro que tenía con el castaño, estaba bastante lejos de la casa de JungKook y del trabajo de su esposa lo cual era lo que importaba, el lugar de encuentros era en un parque que estaba un poco retirado del hogar de TaeHyung el parque no era visitado por muchos por lo que era tranquilo.
— Hola JungKookie, ¿Cómo te encuentras hoy?
— Mejor ahora que te veo.
TaeHyung se sonrojó un poco, el color de sus mejillas haciéndose más intenso cuando JungKook lo besó. Un beso tranquilo, apenas un roce de labios que pronto se volvió más intenso cuando JungKook tomó las caderas del menor para pegarlo a su cuerpo, los delgados labios de JungKook se movieron un poco más rudos sobre los de TaeHyung haciéndolo suspirar y enredar sus dedos en el cabello guinda de Jeon.
— Wow, sí que me extrañabas JungKookie.
TaeHyung respiraba pesadamente aun en los brazos fuertes del mayor, quien sonrió satisfecho.
— Tae, nuestro primer aniversario es dentro de unos días y me tomé la libertad de hacer una sorpresa para nosotros.
TaeHyung jadeó y se abrazó más fuerte de JungKook. — ¿Se puede saber, qué es lo que planeaste?
El peli guinda negó alejándose del castaño, JungKook tomó la mano del menor para comenzar a caminar por el parque. El sol era cálido y no quemante, el viento que soplaba era tibio, las aves cantaban alegremente y todo estaba en tranquilidad.
— No, no puedes saber, lo único que puedes saber es que no quiero que tus espíritus estén con nosotros, quiero que seamos tú y yo, nada más.
TaeHyung asintió sin pensarlo dos veces, él era capaz de saltar de un edificio si JungKook se lo pidiera. Mientras la pareja caminaba tomada de las manos por el parque Min YoonGi los observaba, deteniéndose en la formal en la que aquel castaño vestido con su traje habitual, pantalones cortos y grises junto a una camisa blanca con pajarita roja y con una chaqueta gris que hacía juego con sus pantalones sumándole sus zapatos negros brillosos y sus calcetas blancas y altas, miraba a JungKook pues lo miraba como si fuera un oasis en el desierto; mientras que JungKook miraba al castaño como si lo necesitara para vivir (lo cual era cierto, pero YoonGi no entendía en qué sentido lo necesitaba.)
YoonGi se sintió mal por dudar del espíritu, pues ahora que lo veía por sus propios ojos podía darse que de que, efectivamente, JungKook necesitaba a TaeHyung, de lo que YoonGi no se percató fue de que JungKook no necesitaba a TaeHyung de una forma romántica como estaba haciéndolo ver.
Y fue por eso que YoonGi se marchó solo para dejar que aquel chico de cabellos guinda, camisa negra y pantalones de mezclilla, hiciera feliz a su TaeHyung, al menos por un momento.
