Dicen que las almas fragmentadas buscan algo que las complete, ya sea su alma gemela o un espíritu que no ha logrado cruzar para descansar en paz. Los espíritus buscan almas rotas para poder unirse a ellas por toda la eternidad usando al humano vivo...
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— Esto es muy hermoso JungKookie, gracias. —TaeHyung le dio un beso en la mejilla a su novio en agradecimiento por llevarlo a su restaurante favorito.
El castañito llevaba puesto su mejor ropa y eso era una camisa de seda negra, unos pantalones que resaltaban su trasero, sus zapatos Gucci negros favoritos y un saco negro, se veía increíble con sus cabellos castaños revueltos además de que el delineado oscuro que llevaba le hacía resaltar sus grandes ojos. JungKook por otro lado llevaba un pantalón negro de vestir, zapatos negros, una camisa blanca sencilla con una corbata azul y un saco negro. Ambos se veían hermosos y hacían una increíble pareja.
— Este lugar no es tan hermoso como tu amor. — TaeHyung se sonrojó y para ocultarlo tomó el menú intentando decidir qué pedir, aunque JungKook tenía otros planes, pues cuando vino el mesero el peli guinda no dudo al ordenar por los dos. — Quiero el especial de la casa y un vino de la cosecha del 77, gracias.
TaeHyung entregó el menú al mesero boqueando en dirección al mayor.
— ¿Qué pediste?
— Tu comida favorita pero sin hablar tanto.
El castaño rio bajito inclinándose sobre la mesa para besar al mayor. El beso fue corto, pero fue suficiente para hacer sonreír al castaño. Cuando les llevaron su comida la pareja comió con una plática amena sobre su día y poco más. JungKook pagó todo y al salir tomó la mano del castañito para llevarlo al hotel.
— ¿A dónde vamos JungKookie?
JungKook sonrió, no tenía mucho tiempo antes de que el espíritu se cansara y el verdadero JungKook despertara. El peli guinda llevó al menor a su coche, abriéndole la puerta como todo un caballero, sí supiera que JungHyun realmente no quería hacer nada de lo que hacía con el castaño.
— Es una sorpresa amor.
JungHyun había hecho que la esposa de JungKook le creyera cuando le dijo que tendría que viajar por un caso y que gracias a eso no podría pasar la noche con ella, YeRi lo creyó rápidamente.
TaeHyung había sonreído como un loco cuando el mayor le tomó la mano mientras conducía. El hotel al que se dirigían no estaba tan retirado del restaurante por lo que no tardaron mucho en llegar. El edificio era de color crema y con muchos pisos, la recepción era grande y con colores dorados, JungKook se acercó a la chica que se encargaba de hacer las reservaciones y de dio su nombre. No pasó mucho tiempo antes de que le dieran la tarjetita negra al peli guinda quien le sonrió a su acompañante, TaeHyung le sonrió de vuelta pues sabía lo que significaba.
En el elevador JungKook besó a TaeHyung posando sus manos en la cintura del contrario, TaeHyung enredó sus brazos en el cuello de JungKook correspondiendo el beso, sus lenguas encontrándose y sus cuerpos chocando. Cuando llegaron al cuarto piso detuvieron su beso para salir del ascensor y buscar su habitación. Una vez que la encontraron y se adentraron en ella sus bocas volvieron a encontrarse iniciando un beso lleno de lujuria.
