Dicen que las almas fragmentadas buscan algo que las complete, ya sea su alma gemela o un espíritu que no ha logrado cruzar para descansar en paz. Los espíritus buscan almas rotas para poder unirse a ellas por toda la eternidad usando al humano vivo...
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— Entonces, ¿Se supone que debo aceptar la cita que JungKook me pidió? —Preguntó TaeHyung mirando fijamente a sus dos amigos JiMin y HoSeok los cuales asintieron. — ¿Por qué debería hacerlo?
— Porque...—Comenzó JiMin acercándose a tomar el celular de TaeHyung. — Hace mucho no sales con nadie.
TaeHyung frunció el ceño pero no lo contradijo porque era cierto, había dejado de salir porque había estado pasando tiempo con sus amigos. Habían pasado dos semanas desde que se prometió a sí mismo ser un mejor amigo realmente lo había cumplido, hablando con ellos, descubriendo cosas nuevas sobre ellos y sobre su vida pasada.
JiMin no dudó al momento de enviarle el mensaje a JungHyun, esperando que realmente sea JungHyun el que lo vea y no JungKook.
— ¿Ya contestó?
— Sí, él dijo que con mucho gusto vendrá por ti para llevarte a comer. —Respondió JiMin a la pregunta de su castaño amigo, el cual abrió mucho los ojos antes de correr escaleras arriba.
— ¡Tengo que bañarme!
JiMin rio mientras HoSeok suspiraba. — ¿Crees que JungHyun logre despistarle lo suficiente?
JiMin asintió totalmente convencido, JungHyun era un espíritu demasiado poderoso como para no poder despistar a TaeHyung mientras los demás reponían fuerzas.
No era difícil mantener alejado a TaeHyung de sus asuntos pero últimamente se había complicado demasiado la tarea de cazar víctimas. Además no era fácil tener que mentirle a TaeHyung gracias a que él había encontrado la habilidad de leer los pensamientos de los otros, lo cual no había ocurrido muy a menudo gracias a Mev.
— Tiene que hacerlo, él sabe que si no tenemos la suficiente fuerza él tampoco logrará lo que tiene en mente, nos necesita para ayudarlo a buscar el libro de los espíritus, porque no creo que él solo pueda encontrarlo, Búsan es muy grande y él es solo una persona.
HoSeok asintió guardando silencio, sintiéndose un poco mal por TaeHyung y rogando que el pequeño castaño no tenga sentimientos por el idiota de JungHyun.
— Sé lo que estás pensando y no, eso no va a suceder. —Apareció YoonGi en la sala, caminando tranquilamente hasta sentarse junto a HoSeok. — TaeHyung no es un tonto y no caerá ante JungHyun además, JungHyun es un idiota y para nada romántico, no creo que saque a relucir sus dotes románticas con Tae.
YoonGi estaba confiando, él conocía a su pequeño TaeHyung y sabía a ciencia cierta que ninguno de los dos se agradaría, TaeHyung era demasiado infantil y un poco aniñado mientras JungHyun era demasiado frío y cruel. Según YoonGi ellos no tendrían oportunidad.
— Listo, creo que... —TaeHyung bajó corriendo las escaleras mientras el timbre lo interrumpía. — ¡Ya llegó!
— Corre a abrirle, diviértete.
TaeHyung sonrió despidiéndose de todos con la mano mientras abría la puerta, para saludar al chico de cabellos guindas que le tendía una rosa blanca junto a una sonrisa de conejo.
— Hola lindo.
TaeHyung se sonrojó tomando la rosa, luego se giró para dejar la rosa en la mesita del centro junto a las demás flores pequeñas que tenía en el florero, miró a sus amigos y abrió su boca para gritar en silencio, luego volvió con JungKook y le sonrió enormemente.
— Vámonos.
Cuando ambos chicos salieron y escucharon el sonido del coche de JungKook alejarse fue cuando YoonGi murmuró.
