Esa misma noche, la madre de Josefina platicaba con su marido en su habitación, los dos ya estaban en la cama y eran alrededor de las 10:30 pm; se encontraban a punto de dormir.
—¿Iremos el próximo sábado a la casa de mi madre?— pregunto Rosa a su esposo, que leía un libro.
—Sí,. Ya habíamos quedado en eso— contestó Alonso sin apartar su mirada del texto.
—Esta bien, me gusta que cumplas, sirve que Josefina visita a sus amiguitas que viven cerca. ¡Pobre! Dice que las extraña mucho.
—Pero pronto hará amigos en esta cuidad— comentó Alonso—. Es cuestión de que ingrese al colegio y verás que pronto se hace de amigas.
—Pero aún falta para que inicie clases— dijo Rosa—. Oye, ¿Y como te está yendo en el trabajo?
—¡Muy bien! Mejor de lo que esperaba— contestó Alonso—. Mañana tengo una junta con los nuevos socios...
En ese momento se escuchó dentro de la casa el llanto de una niña.
—¡¿Escuchas?!— pregunto Rosa preocupada.
—Josefina está llorando— dijo Alonso.
—Te dije que ella extraña a sus amigas— dijo Rosa—. Deja voy a calmarla.
Rosa se levantó de la cama y se dirigió a la habitación de su hija. Cuando entró a su cuarto descubrió que Josefina estaba acostada en la cama leyendo una revista. Lucía tranquila.
—Hija, ¿Estabas llorando?— le pregunto Rosa a la niña.
—¡Yo no estoy llorando!— contestó molesta Josefina.
—Que no te dé pena. Sé que extrañas a tis amigas, pero no debes llorar. Pronto las verás.
—¡Madre! Yo no estoy llorando— dijo Josefina—. No me daría pena decirte que estoy llorando, pero no era yo.
La madre la observó con detenimiento y se dio cuenta que Josefina no tenia lágrimas en el rostro.
—Tu papá y yo escuchamos que llorabas— comentó Rosa.
—No era yo. ¡Era Alicia! — dijo Josefina.
—¿Quien es Alicia?— pregunto la madre sorprendida.
—Alicia es mi amiga— respondió Josefina—. Se puso a llorar porque no quise prestarle mi muñeca ¡Es una pesada!
—Está bien hija— dijo Rosa—. Ya apaga tu luz duérmete
La señora creyó que su hija estaba fantaseando y decidió regresar a su habitación.
—¿Porque lloraba nuestra hija?— pregunto Alonso.
—No estaba llorando— dijo Rosa.
—Pero como, si escuchamos qe lloraba— dijo Alonso.
—Pues estaba fingiendo, me dijo que no era ella, sino su amiga Alicia.
—¿Alicia?— pregunto extrañado Alonso.
—Sí, ya sé que ella lo está inventado todo, que fingió estar llorando.— dijo Rosa.
—Pues lo fingió muy bien. Su llanto sonaba muy lastimero— dijo Alonso.
—Pero eso lo hace para llamar la atención, se siente sola.— contesto Rosa.
—Así pasa, yo no tuve hermano y me lo inventé, él se llama Hugo— dijo Alonso—. Hacia mis travesuras y decía Hugo había hecho eso; es lo que esta haciendo en este momento nuestra hija.
—Bueno, habrá que apurarnos para darle un hermanito— dijo Rosa riendo.
La noche transcurrió sin contratiempo, el lamento de la niña no se escuchó de nuevo y durmieron tranquilamente.
A la mañana siguiente, Rosa estaba en su habitación guardado la ropa limpia, después salió al pasillo y pasó frente al cuarto de Josefina; su puerta estaba entre abierta. En ese momento escuchó la voz de su hija platicaba con Alguien: "¿Te gusta mi vestido? Yo sé que está bonito, me lo compro mi mami. Ella me quiere mucho"
Rosa quién estaba detrás de la puerta escuchando, solo sonreía, no se atrevía a entrar a la habitación e interrumpir a su hija en su juego; quería seguir escuchando la charla que tenía Josefina con su amiga imaginaria, seguramente con una de sus muñecas.
—¿Por qué dices que tu mami no te quiso? ¡Pobrecita! ... ¡No llores! — dijo Josefina
La madre de Josefina seguía atenta a las palabras de su hija.
—¿Dices que moriste y que te mato tu mamá?— dijo Josefina —. ¡Qué mala madre! ¿Porque hizo eso? ...ah, porque se volvió loca. ¿Y qué pasó con ella?...¿Se ahorcó en esta casa? Menos mal. ¡Tuvo su merecido!
Lo que escuchó la madre de Josefina la perturbó; tocó la puerta antes de entrar.
—¿Qué haces hija?— preguntó Rosa a Josefina.
—Estana jugando con mi amiga Alicia, pero se escondió en el armario— contestó la niña.
—¿Alicia es la niña que mataron en esta casa?— preguntó Rosa.
—¡¿Tu como sabes?!— preguntó Josefina—. ¡¿Nos estabas espiando?! ¡Eso no se hace madre!
—Lo que no se hace es ser tan mentirosa.— dijo Rosa enojada—. ¡Deja de jugar con eso! ¡No es Divertido inventar que tienes una amiga!
—¡Yo no he inventado nada! Ella es real y está en el armario. ¿Porque no vas a verla? Ella debe seguir ahí; es más, me ha dicho que quiere conocerte.
Josefina comenzó a reírse, pero no como una niña tierna, sino como una transtornada. Rosa miró el armario y lo meditó un poco. Finalmente se dirigió hacia el lentamente. Cuando abrió la puerta, vio que ahí no había nadie, aunque por momento creyó que tal vez si encontraría a una niña escondida.
—¡Mentirosa!— dijo Rosa y cerró la puerta del armario.
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Alicia La Hija Del Pecado [TERMINADA]
ParanormalHay puertas que no deberían tocarse, secretos que no deberían existir y, sobre todo casas que no deberían ser habitadas. Tres familias, tres tragedias unidas por algo común: Alicia. ¿Quien es Alicia? es "La hija del pecado"; una niña de doce años cu...