Pasaba la media noche. Hacia un frío insoportable. Un auto negro se estacionó enfrente de una casa pequeña que no tenía otras viviendas alrededor; del vehículo bajo un hombre que portaba una gabardina negra y un sombrero del mismo color, parecía un espectro. Se acercó a la casa y tocó la puerta. Le habría una mujer.
—Hola Raquel— dijo el visitante—. Háblale a mi hermano, por favor.
—¿No quieres pasar?— pregunto ella
—En un momento— contestó él—. Háblale a Rodrigo por favor.
Raquel obedeció. Cerro la puerta y fémur a su recámara.
—Es tu hermano Román— dijo Raquel—. Está allá afuera.
—¿Porque no lo pasaste?— preguntó sorprendido—. ¡Esta haciendo mucho frío!
—No quiso pasar— contesto ella—. Él quiere que salgas.
Rodrigo no dijo más, sabía perfectamente a que se debía esta visita. Se colocó un suéter que tenía a la mano y salió a recibir a su hermano.
—Hola Román. ¿En donde está Ella?— pregunto Rodrigo.
—En el auto— contesto Román—. No podía bajarla, está haciendo mucho frío.
—Bueno, pues tráela rápido— dijo Rodrigo.
Román regreso al auto, abrió la puerta trasera y sacó a un bebé de días, era una niña. Se la entrego a su hermano.
—¿Quieres pasar?— pregunto Rodrigo, sosteniendo a la bebé.
—No— contesto Román—. Es mejor que me retiré.
—¿Qué dijo su madre? ¿Ella estuvo finalmente de acuerdo?— pregunto Rodrigo.
—Ella ya no será un problema— contesto Román—. Y no me preguntes más por ella.
—Esta bien— dijo Rodrigo—. ¿Le has puesto nombre a la niña?
—No, ¿Para que?— contesto Román—. Tu dale el nombre que quieras. Cuídala como si fuera tuya.
—¡Así será, hermano!— contesto Rodrigo.
Román se dio la vuelta, regreso al auto y se marchó. Rodrigo cerró la puerta y llevo al bebé hacia su habitación.
—Raquel, ¡Ven! ¿No es preciosa?— lre pregunto Rodrigo a su esposa.
—Si, ella es hermosa, pero no es nuestra.— dijo Raquel.
—¡Claro que lo es! ¡Y no puedes con eso!—dijo molesto Rodrigo.
—Es la hija de tu hermano y de aquella monja— dijo Raquel—. ¡Ella podría venir a reclamarla!
—Me seguro Román que eso no pasará, así que tratemos a esta niña como si fuera nuestra.
—Esta bien, pero no quiero encariñarme con ella; quizá mañana, o quizá en un año ella venga a reclamarla. ¡Existe el peligro de que nos la quiten!— Dijo Raquel.
—Que pase una semana, un año, diez, ¡Eso no importa! — dijo Rodrigo—. Ella ahora es nuestra hija ¿Que nombre le pondremos?
—Podemos llamarla Alicia— contesto Raquel.
—¡Alicia! Es un bonito nombre. ¡Así se llamará!.
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Alicia La Hija Del Pecado [TERMINADA]
ParanormalHay puertas que no deberían tocarse, secretos que no deberían existir y, sobre todo casas que no deberían ser habitadas. Tres familias, tres tragedias unidas por algo común: Alicia. ¿Quien es Alicia? es "La hija del pecado"; una niña de doce años cu...