Alicia La Hija Del Pecado [TERMINADA]

Malas noticias (ultimo capitulo)

A la mañana siguente Raquel se levantó muy temprano. Había dormido muy poco. Se dirigió a la cocina a preparar el desayuno de Rodrigo; lucía muy demacrada, con ojeras. En ese momento Alicia entro a la cocina, aún estaba vestida con su pijama

-Mami, me siento muy mal- le dijo Alicia.
-¿Que tienes, corazón?- le pregunto Raquel
-Me duele la cabeza, y creo que tengo calentura- dijo Alicia
-¡Vaya! ¡Estás ardiendo!- dijo Raquel al tocar su frente.

En ese momento entro Rodrigo a la cocina, también en pijama.

-¡La niña está enferma!- le dijo Raquel a Rodrigo.

Rodrigo mi dijo nada, se acercó o a la niña y le tocó la frente

-¡Tiene mucha fiebre!- dijo Rodrigo alarmado-. Hija, ve a tu recámara, en seguida llamaré al doctor para que te dé una cita.
-Esta bien papá- contesto Alicia y regreso a si habitación.

Rodrigo le hecho un vistazo a su mujer antes de tomar el teléfono

-¿Y tú? ¿Que tienes?- le pregunto Rodrigo-. Hoy te veo hasta demacrada
-Tu sabes porque estoy así- contesto Raquel-. No he logrado dormir bien, pero no tiene caso que te lo diga, no me crees nada.
-¿Te refieres a la monja?- preguntó Rodrigo
-¡A eso precisamente! ¿A qué más?- preguntó molesta Raquel-. Ella me ha hablado, la he visto. ¡Es real! ¡Me ha dicho que pronto moriré!
-Creo que te estás volviendo loca- dijo Rodrigo molesto.
-¿Ves? ¡Por eso no quería decirte! ¿Porque no me crees?- preguntó angustiada Raquel
-¡Porque yo no he visto nada!- dijo Rodrigo.

Rodrigo salió de la cocina para marcarle al doctor

-Buenos días. ¿Se encuentra el doctor Fernández?- preguntó Rodrigo-. Gracias señorita, espero en la línea.

Segundos después Rodrigo fue comunicado con el Galeno

-Hola amigo- dijo Rodrigo-. Oye mi hija amaneció muy enferma, tiene mucha calentura
-No te preocupes, tráemela a las diez de la mañana- dijo el médico
-Está bien- dijo Rodrigo-. Oye, aparte necesito unos calmantes para Raquel
-¿Calmantes? ¿Que tiene?- preguntó extrañado el doctor Fernández

Rodrigo se asomó por el pasillo para ver qué su esposa no estuviera cerca.

-Lleva días sin poder dormir bien- dijo Rodrigo-. Dice que ha escuchado voces y que ha visto fantasmas.
-¡Esos son cuentos chinos!- dijo el Galeno
-Ya lo sé, pero necesito que me des unos calmantes. No quiero tener que llevarla a un manicomio
-No creo que sea para tanto, amigo- dijo Fernández.

Rodrigo colgó el teléfono, se encaminó a la cocina pero en ese instante sonó nuevamente el teléfono. Contesto creyendo que sería el médico al que se le había olvidado algo.

-¿Bueno?- preguntó Rodrigo
-Busco a Rodrigo- se escuchó en el auricular
-¿Quien habla?- preguntó extrañado Rodrigo
-Soy Alberto, el sacristán de la parroquia de su hermano- respondió está persona
-¡¿Le pasa algo a Román?!- preguntó preocupado Rodrigo
-Por desgracia tengo que darle una trágica noticia- dijo Alberto
-¡¿Que ocurre?!- preguntó alarmando Rodrigo
-Su hermano tuvo un accidente durante la madrugada. ¡Está muerto!
-¡No puede ser! ¡voy para allá!

Rodrigo colgó el teléfono. Informo a su esposa lo que había ocurrido y salió rápidamente hacia la iglesia. Raquel quedó impactada por la noticia, pues había soñado a Román muerto, pero no se atrevió a decírselo a su esposo.
Horas más tarde, Raquel comenzó a preparar la maleta que Rodrigo se llevaría en su viaje. Su esposo decidió enterrar a Román en Aguascalientes, de donde eran originarios. Mientras ella preparaba el equipaje, Rodrigo entro a la habitación.

-¿Ya se tomó el medicamento Alicia?- preguntó Rodrigo
-Sí, ya se lo di- contesto Raquel-. Menos mal que nos lo envío el doctor

Hubo un breve silencio, Rodrigo estaba "Ido", la muerte de su hermano mayor le cayo por sorpresa; recordaba todo lo que había vivido a su lado, los buenos y los malos momentos; la charla que tuvieron hace unos días sobre Alicia.

-¿De que murió Román?- preguntó Raquel
-Dicen que fue un accidente, que al abrir la ventana se cayó de su habitación. Una muerte absurda- contesto el
-Pobre pero... Ya está descansando en paz- dijo Raquel
-Esta noche será helado en la iglesia donde estuvo trabajando por años, mañana por la mañana partiremos hacia Aguascalientes. Lo entregaremos en el cementerio en donde están mis papás. El siempre quiso así.
-Lamento mucho no poder acompañarte- dijo Raquel.
-No te preocupes- contesto Rodrigo-. Quiero que te quedes aquí cuidando a Alicia.