Cada vez quedaba menos para el día de Navidad, hoy estábamos a veinte de Diciembre. El tiempo estaba pasando muy rápido, ya me habían dado las notas y tenía un media de notable, la verdad que me he sorprendido hasta yo.
En cuanto a la relación con Kyle, cada vez nos llevamos mejor, o eso creo. Habíamos hablado de nuestras diferencias y bueno, me había enterado que Cole era su tío, el cual conocía a mi padre, y él había estudiado cursos de defensa personal y seguridad, ya que de mayor querría ser policía. Es por eso que lo habían contratado, supongo que al fin y al cabo él solo estaba cumpliendo su deber. Aún así la desconfianza hacia sus sentimiento seguía en mi cuerpo y cada vez que quería hablarle sobre mis sentimientos hacia él me cohibía.
A pesar de todo, quería despejarme y de paso aprovechar para hacer las compras de navidad y quedar con mis amigos para tomarnos un chocolate con churros. Sin duda es una de mis actividades preferidas en Navidad, debo admitir que es una de mis épocas favoritas. Cogí mi móvil para avisarle a Kyle de que me pasara a recoger para llevarme al centro comercial, con mis amigos había quedado ya hace días, así que sólo debía de preocuparme de mi vestimenta.
Me acerqué al armario y cogí unas medias negras y un vestido que simulaba la piel de una serpiente en colores marrones, además añadí un cinturón negro al vestido y mis botas negras altas. Me eché perfume y me puse un poco de gloss y rimmel, así como unos polvos bronceadores para darle algo de vida a mi cara. En cuanto acabé, escuché el sonido del timbre, debía de ser Kyle que estaba ya abajo.
Bajé las escaleras y abrí la puerta encontrándome a mi guardaespaldas.
-Espera un momento Kyle-dije haciéndole una seña para que esperase-mamá, papá salgo con Kyle, vengo en unas horas.-esto último lo dije chillando, al momento recibí un "vale, cuídate" de ambos.
-He traído el coche, ya que hacía mucho frío.-dijo Kyle.
-Está bien, pero pon ya el aire caliente porque sino me voy a convertir en un cubito de hielo.
-Uno muy sexy.
-Kyle, basta.-dije riendo mientras abría la puerta del coche-sabes que no me gusta que me digas esas cosas.
-Está bien, ¿puedo poner la radio?
-Claro, ponla ya.-dije ilusionada.
-Madre mia, cuido de una adolescente o una cría.
Le pegué en el brazo, mientras escuchaba como una de mis canciones favoritas empezaba a sonar.
-Ay, me encanta.-dije chillando.
-Verás tú.- dijo Kyle susurrando.
-Don't talk, let me think it over
How we gonna fix this?
How we gonna undo all the pain?
Tell me, is it even worth it?
Looking for a straight line
Taking back the time we can't replace.- canté, o más bien chillé. Era una de mis bandas favoritas.
-Dios cantas horrible.-me dijo Kyle.
-Calla y sube el volumen, que me quiero quedar sorda con mis hijos.
-¿En serio te gustan tanto? Tengo un amigo que los conoce.
-Pero, ¿tu quieres que me de un infarto?
-Es en serio, algún día te lo demostraré.
-Menudo fantasma estás hecho.-dije pegándole en el hombro. Estábamos ya aparcando.
-Al final mi guardaespaldas vas a ser tú, no dejas de pegarme nunca.
-Es con cariño.-dije moviendo mis hombros hacia arriba de manera desinteresada.
-Anda tira, que tenemos que comprar mucho.
Según entramos al centro comercial me ilusioné mucho, sé que son muchos los que detestan la Navidad, sin embargo a mi me parecía una época maravillosa. Puede que mucho del cariño en este tiempo sea fingido, pero era bonito ver como mucha gente aparentaba ser feliz. Era como si la perfección se apoderara de nosotros en Navidad, realmente lo adoraba.
Empezamos por los regalos que les haría a mis amigos, a Ben había decidido comprarle un set de púas, ya que estaba empezando a tocar la guitarra acústica y estaba muy ilusionado con ello. Además le cogí un jersey color burdeos precioso. En cuanto a Molly me decanté por un set de maquillaje que traía los esenciales de Sephora, creo que con eso ya me amará. A mis padres les compré un pack de relax, que incluía un viaje a una casa rural con un masaje en pareja.
Creí que tenía todo, pero mientras miraba una tienda de souvenirs graciosos encontré una taza que me gustó para Kyle, había un policía dibujado y la frase de "los sueños se cumplen". Como estaba alejado viendo otras cosas, se la compré, me pareció un detalle bonito para seguir retomando nuestra amistad.
-Mira esto.-dijo enseñándome un Papá Noel negro cantando una canción de Bob Marley.
-Eres peor que un niño de cinco años.
-Muchas gracias, que tengan una felicidad Navidad.-me dijo la dependienta mientras me daba el regalo.
-¿Qué has comprado?-me dijo Kyle.
-Oh nada, una chorrada para mis padres.
-Está bien, ¿vamos ya a la chocolatería? Ben y Holly deben de estar allí.
-Está bien.- dije mientras salía de la tienda en dirección a la chocolatería. Cuando entré via allí a mis dos mejores amigos y me acerqué a la mesa.-Estáis comiendo sin mi, vaya falsos.
-¿Qué tal Kyle?-dijo Ben.
-Soportando a la pesada de turno.- sé lo que os estáis preguntando y sí, mis amigos sabían todo lo sucedido y que Kyle era mi guardaespaldas.
-Oye-dije pegándoles-yo también os quiero.-acto seguido cogí un churro.
-Eso no se vale.-dijo Holly.
Y así fue como pasamos una fantástica tarde, donde solo hubo espacio para las risas, el chocolate y los churros. En el fondo estaba todo tan bien y feliz que tenía miedo a que todo esto se desmoronara en cuestión de segundos. Dicen que la vida te da todo así como te lo quita, y realmente no quería que me quitaran mi felicidad, creo que ya me había golpeado lo suficiente para aprender.
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CAOS
Teen FictionÉl no era un superheroe, mucho menos un ejemplo a seguir. No era amable o respetuoso, su corazón parecía hecho de acero. Su nombre es Kyle, es el chico malo del instituto Heifhen. Ella es calmada y tranquila, no es santa pero tiene sus límites, sabe...