Without Stereotypes ♡Kookmin♡

Luna Llena

Dejó de acariciar las hebras negras cuando Hyuna apareció por la puerta con una bandeja humeante llena de comida. Le dedicó una suave sonrisa, porque ella lo miraba con una mueca llena de culpa.

-Aquí tienes. Preparé comida para ti también. -dijo ella, acercándose cautelosamente a ellos.

-Gracias, Hyuna. ¿Tú no comerás?

-Lo haré luego. No puedo dejar mis deberes de lado -Jimin la miró confundido-. Pacientes que cuidar; familiares que vienen a visitarlos porque, bueno, es Luna Llena, y se ve que sólo eso les ablanda el corazón. -dijo con amargura.

Sólo entonces Jimin se dio cuenta de que no mucha gente pasaba por allí tanto como él lo hacía para ver a Jungkook. Se sintió mal por las personas enfermas de las otras habitaciones.

-¿Quieres que te ayude? Puedes comer mientras...

-No, gracias. Me harías un favor enorme cuidando de él. -Hyuna apuntó con la cabeza al alfa, que la miraba con ojos grandes llenos de alerta-. Trata de que no escape. La última vez me llevé un susto de muerte.

Jimin asintió, y segundos después la mujer los volvió a dejar solos, cerrando la puerta.

No le importaba alimentar a Jungkook. No cuando él le daba esa mirada de cachorrito perdido que hacía que su corazón se derritiera en sus costillas. Tampoco le importaba estar perdiendo una noche de Luna Llena con sus familiares, porque aquí realmente se sentía bien, correcto. Su ansiedad había disminuido a cero, si eso quería decir algo. Por eso, cuando Hyuna llamó en medio de la cena, diciendo que Jungkook no la dejaba alimentarlo porque empezaba a gruñir y que apenas había podido vestirlo con una camisa, Jimin no dudó ni un segundo en desearles buenas festividades a su familia y salir corriendo hacia aquí. La mujer había pedido perdón tantas veces por interrumpirle las fiestas cuando verdaderamente lo había salvado de morir de taquicardia allí afuera.

-Debes estar hambriento, ¿no es cierto? -preguntó a pesar de saber que no podía contestarle-. Bien. Déjame ayudarte a ponerte cómodo.

Despacio, porque el azabache se asustaba ante movimientos bruscos, lo tomó debajo de las axilas para empujarlo hacia arriba, agarró la almohada para ponerla como apoyo antes de dejar a Jungkook sentado, sostenido por ella.

-¿Podrás comer si corto en trocitos pequeños? -se preguntó a sí mismo, observando a Jungkook que le devolvía la mirada.

Puso la bandeja más cómodamente en la mesa de noche y comenzó a cortar la comida en pequeñas porciones. Su estómago gruñó, pero lo ignoró porque sabía quién tenía más importancia aquí. Jungkook no había ingerido nada durante días, y por más que ahora no diera señales de tener hambre, sus pálidas y caídas mejillas le daban un indicio de que necesitaba urgentemente ser alimentado.

Llevó el tenedor con cuidado a la boca del azabache. Éste lo seguía mirando, sin hacer un intento de recibir lo que se le estaba dando. Jimin suspiró, sabiendo que tendría que actuar como un papá.

-Di ah. -Jimin demostró cómo debía hacer, esperando a que Jungkook entendiera, pero él sólo lo miró, parpadeando continuamente- Abre la boca -intentó de nuevo-. Así ¿Ves? -y probó la comida demolida sólo para mostrarle.

Jungkook observó atentamente el masticar del rubio, como si fuera la cosa más interesante, y sólo después de que lo vio tragar abrió la boca. De inmediato, Jimin juntó más comida para ofrecerle.

-Eso es. -murmuró cuando logró que probara bocado.

Sólo que no esperaba que Jungkook la mantuviera en la boca en vez de masticarla.