El castigo simplemente consistía en cuidar a Jimin; enseñarle cómo funcionaba el clan, seguirlo por cuestiones de seguridad, y tal vez ayudarlo en lo que se le dificultara. Si lo pensaba de otra forma, el castigo no era tan malo; iba a poder estar con sus amigos, también salvarse de la cacería -su padre en realidad no dijo nada sobre ésto, pero él lo supuso. Porque ¿cómo iba a cuidar al omega estando él en el bosque?- y aprender más sobre su comunidad. El castigo en sí no era tan malo, excepto por la parte en que tenía que cuidar de un omega con el que no se llevaba bien y que recientemente había peleado, desnudo.
Lo último no lo podía olvidar por más que quería. Había estado como Dios lo trajo al mundo al frente de la última persona con la que quería que eso pasase. Maldición. Ni siquiera se animaba a convertirse si había alguien alrededor, no le gustaba que alguien mirara su cuerpo -tampoco es que hubiese mucho que mirar-. Eso no salía de su cabeza. Jimin también había estado en las mismas condiciones, pero él no había prestado especialmente mucha atención a ello por haber estado peleando, esperaba que al rubio le hubiese pasado lo mismo.
Pero aunque eso pasase, el roce de piel seguía grabado, y si se concentraba podía rememorar el cabello del otro hacer cosquillas en su frente.
Se pegó en la cabeza para no seguir pensando. Pronto tendría que empezar con el castigo. Ir a casa de Taehyung y buscar a Jimin. ¿Pero para hacer qué? Jungkook no tenía idea. Seung no había dicho nada sobre qué hacer. No sabía si llevarlo a conocer el lugar, si explicarle las reglas o simplemente quedarse a su lado como una estatua. De todos modos las tres opciones parecían igualmente incómodas; su capacidad de habla se limitaba cuando tenía que hablar con gente que no compartía mucha afinidad, su lengua se trababa y empezaba a toser, así de estúpido era, y se imaginaba que con Jimin le pasaría lo mismo.
Suspiró mirando el reloj en su mesa de noche. Ya casi era hora. Su padre tampoco le había dicho por qué el castigo llevaba un horario que cumplir, ¿acaso eran las horas de más peligro? Jungkook no lo entendía. Él podría cuidarlo en caso de una amenaza, y por ahora no había ninguna. Tampoco es que supiera la historia completa; sabía que un alfa intentó marcarlo, también que Jimin se resistió, pero hasta ahí llegaba su información, no tenía idea de quién era el alfa, ni en qué situación sucedió aquello. Probablemente no saber parte importante de la historia sería como caminar en la cuerda floja con los ojos vendados. En cualquier momento él metería la pata, lo presentía.
Los minutos cambiaron, apareciendo otros números en la pantalla. Tenía que levantarse de la cama y prepararse, pero se sentía tan cómodo que no quería moverse.
Jeon Seung sabía bien lo que hacía. El castigo para Jungkook significaba no más vagancia, no poder estar acostado en su cama toda la tarde hasta que decidiera que ya era suficiente, ni aislarse del mundo ya que tenía que salir a cuidar al omega.
Cuidar al omega.
Sonaba tan estúpido. Jimin era fuerte, no necesitaba que lo cuidasen. Jungkook también creía que era inteligente. Y poner a alguien como él para que cuidase del rubio era como un insulto a éste. Quizá era parte del castigo hacia Jimin, sentirse controlado y limitado, y tal vez denigrado a débil.
Estaba claro que el castigo era para ambas partes. Igualmente fastidioso para los dos, sin embargo el azabache creía que lo iba a pasar peor. Conocía muy poco a Jimin, no obstante entendía muy bien que le disgustaban los alfas e iba a hacer de todo para hacerlo más difícil.
Seung estaba con el clan, haciendo no-sabe-qué-cosa. Ocupado en sus asuntos. Jungkook consideró por un momento no seguir las órdenes de su padre, no buscar a Jimin, no cumplir el castigo, simplemente quedarse en forma de estrella en el medio de su cama mirando al techo; si tan sólo el gran líder no se enterara de todo. Haciendo un puchero -si su papá lo viera estaría enojado por esa mueca- decidió empezar con la tortura.
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Without Stereotypes ♡Kookmin♡
Fiksi PenggemarJungkook se sentía un mal alfa, de esos que son débiles y lloran como "omega"; una decepción para su padre y el clan en general. Jimin se sentía un mal omega, de esos que no pueden callarse ante un alfa y no se comportan obedientes; un dolor de cab...