Las fiestas se acercaban, y Jungkook, para alivio de todos, parecía mejorar. Jimin seguía yendo por la noche a la casa de Hyuna, ya que todavía no se había animado a contarles a sus padres. Era estúpido mentirles, pero creía que tenían mucha carga emocional para además preocuparse por él; los había oído discutir acerca del trabajo de su papá y el desgaste que llevaba consigo, sus padres estaban más alejados después de aquello. Jimin no quiso culparse, pero así se sintió. Por él hacían todo aquello, y Jimin no podía agradecerles de la manera adecuada.
Una vez más estaba esperando para huir. Controló su respiración cuidadosamente, mientras escuchaba los corazones comenzar a calmarse. Lentamente, salió de la cama y se calzó las zapatillas.
Notó que sus padres se durmieron más tarde de lo normal, y su lobo estaba un poco enojado por ello. Mientras recriminaba a su lobo por la actitud, llegó a la puerta. Sin embargo, una vez afuera, en vez de salir corriendo a la casa de Hyuna por ser muy tarde, quedó mirando con curiosidad a una sombra adentrarse al bosque. Y no era cualquier sombra. Cuando los destellos de la Luna alumbraron los mechones castaños, fue imposible para Jimin confundirse de persona. Taehyung.
Dudó si seguirlo a no. Era bastante tarde como para ir a ver a Jungkook, y tendría que emprender la marcha ahora si quería quedarse al menos unos minutos con él, pero no podía dejar pasar aquello. Era curioso por naturaleza, así que no se sorprendió de que ya estuviera avanzando a zancadas hacia el bosque antes de que su cerebro asimilara la situación.
La oscuridad lo envolvió como una manta, y sus ojos rápidamente se adaptaron a ella. Observó, quieto al lado de un árbol, todo su alrededor, hasta que captó movimiento por el rabillo del ojo derecho. Inmediatamente se puso en marcha, no obstante tuvo diligencia para no ser descubierto.
Era tan raro ver a su primo actuar así, mirando hacia los costados mientras iba rápidamente dirigiéndose hacia la ruta por donde había llegado Jimin y su familia hacía como una semana. Su instinto le decía que se detuviera, que él no tenía nada que ver con aquello, y aún así, agazapándose detrás de los arbustos, miró de cerca cómo Taehyung frenaba de golpe. Jimin también lo hizo, muy atento al movimiento casi ansioso del cuerpo del alfa, que iba de aquí para allá mientras esperaba.
Esperaba... 《¿Qué esperaba? 》se preguntó Jimin. Pero no tuvo que aguardar mucho por una respuesta. Taehyung dejó de dar vueltas al momento en que otra figura se le unió en el bosque. Jimin, con lo poco que veía a través de las ramas y hojas, tuvo que esforzarse en darle un nombre al rostro desconocido. No pudo hacer mucho, sin embargo. Éste se encontraba de espaldas y las dos figuras estaban muy cerca una de la otra. Trató de hallar algo que le indicara el tipo de lobo que poseía, alfa, beta u omega, pero el viento no estaba a su favor esa noche, así que no pudo captar feromonas de ningún tipo.
¿Qué hacía Taehyung ahí? ¿A esas horas de la madrugada? Pero considerándolo bien, ¿qué hacía él también ahí cuando debería estar en la casa de la curandera? Taehyung no lo había delatado a pesar de saber sobre sus escapadas. Jimin no debería haber estado acechando a su primo en la oscuridad.
Jimin no quería espiar y entrometerse en la vida ajena, y se sintió mal por ello. Pensó que si él estuviera en el lugar de su primo, se enojaría mucho si alguien lo perseguía y husmeaba en sus cosas. Lentamente, ignorando a las dos personas cerca de la ruta, volvió por donde vino, tratando de no ser descubierto. Se negó a pensar en volver, dejándole claro al lobo que no era momento para esas cosas, él tenía algo que hacer más importante que cotillear.
Cuando por fin llegó al punto de partida, se dirigió adonde quería en un principio, la casa de Hyuna. Corrió más rápido porque el tiempo se le estaba agotando. Hoy era el día en que su padre trabajaba a la mañana, y solía despertarse apenas aparecía el sol, así que no tenía mucho tiempo antes de que pasara. Pero después rememoró que sus padres se habían dormido tarde, y eso lo confundió de sobremanera. Solía pasar de niño, recordó, que quedaban tan enfurecidos que les costaba encontrar la paz en el sueño. Cuando sus progenitores discutían era un infierno, porque su mal humor oscurecía todo a su alrededor, y Jimin parecía no ser inmune a ellos, puesto que ahora sentía mucho enojo en su interior, y a lo mejor eso era la causante de que él tampoco pensara bien lo que hacía; como espiar a Taehyung. Con sorpresa, se dio cuenta de que estaba tomando un poco de los sentimientos ajenos, y con un empujón de su mente se soltó para liberarse de ellos. Él no iría a ver a Jungkook en ese estado.
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Without Stereotypes ♡Kookmin♡
FanfictieJungkook se sentía un mal alfa, de esos que son débiles y lloran como "omega"; una decepción para su padre y el clan en general. Jimin se sentía un mal omega, de esos que no pueden callarse ante un alfa y no se comportan obedientes; un dolor de cab...