Without Stereotypes ♡Kookmin♡

Película

-¿Estás seguro? -la palabra sonó ronca, como si Tae tuviera una lija en la garganta.

Con los cambios que estaba sufriendo su cuerpo, sus cuerdas vocales también se vieron afectadas. Una característica de los omegas era poseer una voz fina, casi dulce, y las hormonas que Taehyung ingería estaban produciendo el cambio en su habitual tono grave. Taehyung no podía decidir si estaba conforme o no con eso.

-No puede ser sólo mi paranoia. ¿Alguna vez has sentido esa sensación de que están detrás tuyo? ¿O que te están mirando? -Jimin trasladó su mirada por el borde entre la pared y el techo.

Estaban recostados en la cama del castaño. Jimin del lado contrario a la cabecera, con sus pies apoyados en la almohada de su primo.

-Que me sigan... no. Pero sí lo de las miradas. -Taehyung se estiró para rascarse la pierna. Otro efecto secundario de la droga que se inyectaba era que le producía comezón en todo el cuerpo- Pero si realmente te están siguiendo, ¿no crees que deberían haber hecho algo ya?

-En eso pensé. -murmuró Jimin mientras se acomodaba más lejos de Taehyung, que no paraba de moverse- Pero ¿y si está planeando algo? -sus propias palabras le cerraron la garganta, y sólo pudo respirar hondo para ahuyentar el terror en su pecho.

-¿Le has dicho a tus padres? -esta vez, se dedicó a rascarse un brazo.

-No. Están tranquilos y no quiero... perturbarlos. Porque ¿qué hago si sólo son imaginaciones mías? ¿Y si me he vuelto loco de verdad? Sólo empeoraría las cosas. Terminaría asustándolos. -el techo ya no parecía una vista atractiva, así que optó por mirar la estantería llena de libros.

-No creo que sea bueno ocultarlo. ¡Carajo, cómo pica!

-No hablemos de moral, que tienes tu propio secreto. Y ponte crema, a mí me funcionó en su momento. -Jimin se levantó a buscar un libro que llamó su atención, ignorando el gruñido de su primo.

-¿Al menos lo hablaste con Jungkook? -Taehyung frotó su espalda contra la madera de la cama en su apuro de calmar la picazón. Jimin no respondió, pero Taehyung se negó a abandonar el tema- No quiero sonar entrometido, pero deberías contarle. No sé cómo te sientes al respecto; no sé si es por la vergüenza, el miedo, o qué, pero entiende que Jungkook sabe poco y nada de tu situación. Y se supone que ahora es tu alfa.

-Todavía no es mi alfa. -el rubio volvió para sentarse de piernas cruzadas en la cama.

-No es mi alfa. -se burló Taehyung con voz chillona- Deja de decir tonterías. Ser destinados vale mucho más que una marca en el cuello, y lo sabes.

Jimin deslizó la mano por la tapa dura del libro, titulado Cuentos de Luna. Abrió la primer página, observando la firma de su abuela en una esquina.

-Si no le cuentas lo haré yo. -lo interrumpió, quitándole el objeto de las manos. Jimin se quejó, sin embargo el castaño le dio una mirada seria que lo hizo sentir diminuto.

-Es difícil. -terminó susurrando Jimin. Desvió la mirada, porque no podía hacerle frente al contrario en esto.

-Prácticamente me contaste tu vida cuando Jungkook estaba enfermo. Y no teníamos una relación estrecha ni nada de eso.

-Fue diferente. Yo... yo me sentí en confianza, porque tú también tenías tu secreto.

-¿Estás diciendo que no confías en Jungkook? -las cejas de Tae se fruncieron.

-No. Digo sí. O sea, me refiero... -la lengua se le trabó y tuvo que gesticular con las manos-. Sé que no me juzgaría...

-¿Entonces? -finalmente la picazón abandonó su cuerpo y pudo cruzar los brazos, a la espera de una respuesta.