Without Stereotypes ♡Kookmin♡

Avergonzado

-Shh... Está todo bien. -los dedos de Jungkook acariciaron el cabello rubio, pero parecía que en vez de calmar al omega, lo ponía más revoltoso.

Las voces en la otra habitación habían disminuido gradualmente, y sin sus sentidos de lobo a Jungkook le costaba captar si su padre aún se encontraba allí. Por eso susurraba hacia Jimin para poder escuchar mejor, sin embargo, el omega gimoteaba descontento. Jungkook no sabía qué hacer para que Jimin volviera en sí, o al menos calmarlo para que dejara de lloriquear.

Frotar su espalda no servía y acariciar su cabello provocaba que se pusiera a gruñir, y lo que menos quería era que las personas en el otro cuarto vinieran a investigar qué sucedía.

-Mírame. ¿Qué quieres? ¿Puedes... puedes decirme? ¿Me entiendes? -en su desesperación, Jungkook había comenzado a tener una solitaria charla consigo mismo, ya que el omega no le respondía.

Jimin se limitó a mirarlo mientras las gotas saladas se aglomeraban en sus pestañas. Jungkook nunca se había sentido en tal desbalance. Con la personalidad dura del rubio, el azabache nunca hubiera predicho que algún día se comportaría tan... suave. Lo gracioso es que había rogado tantas veces que alguien lo viera como un alfa, pero cuando Jimin lo llamó así, no supo qué hacer. ¿Qué se supone que un alfa hacía en esta situación? ¿Cómo calmaba a un omega que ni siquiera era su omega oficial? ¿O es que su vínculo bastaba para darle el consentimiento de que Jimin era su omega?

Luna. Su cabeza era un tremendo lío en esos momentos. Una parte, estaba alerta a su padre, pero la otra, estaba puramente enfocada en los ojos miel del contrario.

-Perdón, Jimin. No sé... no sé qué hacer. Yo...

Se calló. Si antes se veía lamentable, después de esas palabras seguro se vio como un tonto. Jimin no entendía lo que quería decir, así que ¿qué sentido tenía andar disculpándose frente a él?

Pasó sus dedos por esos mofletes suaves para secarle las lágrimas. Sostuvo su rostro, notando la fresca piel tersa bajo sus palmas. Quiso decir algo como "Alfa está aquí." o "Alfa te cuida.", pero las palabras se atoraron en su garganta y fueron tragadas de nuevo, haciéndose un bollo en su estómago e instalándose allí como una piedra molesta. No tenía el valor de darse tanto valor. ¿Cómo podría hablar de él en tercera persona diciéndose 'Alfa'? La oración se convertiría en una burla. No podía hacerlo. No podía cuidar a Jimin, por consiguiente, no era un buen alfa. Por lo que esas palabras no podrían haber salido de su boca sin ser un completo chiste.

Así que sólo abrió la boca, pero nada salió de ella. Con un suspiro, y con un nudo en la garganta y una piedra en su estómago, se inclinó y abrazó al omega una vez más.

El silecio era interrumpido por las respiraciones irregulares de Jimin. Con un poco de miedo a que fuera mordido de nuevo, cuidadosamente acercó el rostro de Jimin a su cuello.

-¿Te acuerdas de lo que dijo tu abuela? -comentó con nerviosismo mientras miraba a la pared- Espero que no te moleste que tome prestado su consejo. Dijiste que... que funcionaba. Aunque no sé si ahora lo haga porque, ya sabes, mi alfa está perdido.

Una risa estrangulada salió de su garganta, y dio palmaditas torpes en la espalda del omega. Su alfa estaba escondido en alguna parte, lo sabía, pero no podía hallarlo. Era como buscar un objeto que una vez estuvo allí y luego ya no. Y con las manos vacías, se presentaba a Jimin, esperando que con lo poco que tenía pudiera hacer algo por él.

El temblor de los hombros cesó paulatinamente a medida que Jungkook percibía la respiración en su piel. No supo si funcionó o no, ya que en el momento en que alejó un poco a Jimin para mirarlo a los ojos, la puerta se abrió de sopetón.