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Lucí.
Me estaba bajando de la moto, iba a donde Zhenya, pero Daniel me habla, voltee y en eso un chico choca conmigo, me tira. Todos sacan sus armas rápido. Yo aún teniendo el casco puesto me levanto y calmo a todos.

Yo: Bajen armas.
X: Perdón, no te vi.
Patrick: Deiman, ¿chico eres tú?

El chico, de nombre Deiman, sonrie. Me fijo en el, tatuajes en casi todos los brazos. Ojos penetrantes, de esos que sabes que tienen una historia y muy interesante. Es fornido, alto.

Deiman: Si, hola Patrick...
Daniel: El susto que te haz de haber pegado... Chicos es amigo calmaos.
Deiman: Hola Daniel, Algo... Más por los reflejos de todos.
Daniel: Perdónalos, esa chica es importante, la cuidamos como oro molido aunque no necesite de nuestro cuidado.
Yo: Sigo aquí, Daniel.
Daniel: Lo sé, Deiman ella es la Lucí, Lucí el es Deiman. Un amigo de la High School.
Yo: Cualquier amigo de Daniel y Patrick es amigo mío.
Deiman: Un gusto... Lucí.
Daniel: Ah si te decía, tienes una carrera.
Yo: Prepara a Demoníaca.
Daniel: Claro...

Se va Daniel junto a Patrick y volteo hacia un carro, estaba cerca estacionado. Luego lo reconocí, es el del hospital. Le volví a mirar y él miraba como todos le miraban mal.

Yo: ¿ese es tu carro?
Deiman: Si... ¿Por?
Yo: Nomas... ¿Te incomodan las miradas de los demás chicos?
Deiman: Un poco si.
Yo: -junto mis dedos en mi boca y suena el chiflido que hace que todos me pongan atención.- Cualquier chaval que le vea mal, será desterrado y se le echara fuera. Y yo me encargaré de eso, ¿estamos?
Chicos: Si, Luciferina.
Yo: Gravias, chicos. Listo nadie te mirara mal, bueno me iré a preparar.
Deiman: Espera... ¿Eres Luciferina? La Diabla.
Yo: Esa mero...

Agradecía que tuviera el casco puesto, así no se notaría como yo lo miraba a el. Me fui de ahí mientras el quedaba en shock. Fui con las chicas que vieron todo el espectáculo. Me extendieron mis guantes, me puse de espaldas a el, sé que no a visto mi cara por cómo me miraba, quería ver a través del casco, le quería dejar con la duda. Se lo que se dice de mí, el demonio con cara de ángel. Me saque el casco y acomode mi pelo, lo desenrede un poco y lo peine, llevaba un poco de maquillaje. Me volvía a poner el casco y los guantes. Me subí a Demoníaca, si así se llama mi moto. Demoníaca se le lleva Jared ya que mis papas no saben que tengo una moto, la compre con el dinero que gane de las carreras. El tiene mi moto, los otros carros los tienen Daniel, Stella y Cara. Ellos cuatro administran mis carros. Al estar ya posicionado apareció Daniel, dio la saludo y arranque. El circuito es así, se recorren medio kilómetro y el que llegue primero gana. Yo nunca e visto unas luces rojas en mi vida, más que las del tráfico en el día. Pero en carreras nunca. Al llegar a la meta todos me reciben con aplausos.
Ya pasó tres horas desde la carrera, todos estaban bailando y tomando. Yo les miraba desde mi carro, nadie sabe sobre mi vida. No tienen ni idea. El chico, Deiman, se la a pasado hablando con Patrick, Daniel y Edén. Stella y Cara se fueron a bailar. Las chicas y Jared se la pasan con su ligues de una noche. Al dar las 11:30 me empiezo a despedir. Hago poco más de media hora a casa y papa no le gusta que llegue tarde. Me despido con un gesto de la cabeza a todos, me subo a mi carro y le tiro las llaves de la moto a Jared. Salgo derrapando del lugar. El camino es normal, con mi música puesta. Se empiezan a ver las casas de los ricos y millonarios de todo Los Ángeles. Todas las casas son enormes, están como en montañas o colinas, son modernas o clásicas. Al llegar a la mía meto el carro a el garaje. Me meto por la puerta de ahí y entro a la cocina.

Yo: Hay alguien, ¿mama? ¿Papa?
Papá: Hija, ¿como te fue con tus amigos?
Yo: Bien papa, y a ti?
Papá: Bien, estuvimos desde temprano en lectura de guión y eso. Tu mamá tuvo pasarela en Alemania, llega en 2 semanas.
Yo: Entonces me libraré de Bárbara por medio mes?
Papá: No, Bárbara se irá en tres días. No entiendo si ella te cae tan mal, porque son amigas?
Yo: Mama, dice que será buena influencia para mí, la chica rebelde.
Papá: No le hagas caso mi amor. ¿Quieres salir a cenar?
Yo: Sii, ¿boneless?
Papá: lo que quiera mi amor. Cámbiate, nos vamos en 15.
Yo: esta bien papa.

Subo las escaleras hacia mi cuarto, pasó por el segundo piso y el tercero es mi recámara, no es un piso en sí, si no como el ático pero un poco más pequeño. Solo hay dos puertas, la mía y otro cuarto de invitados, por lo general ahí duerme solo las personas cercanas a mí. No traigo a amigos a mi casa solo a las de la escuela y ahí duermen. No sé cómo explicarlo, en fin entre a mi baño y me bañe, al terminar, me puse la ropa interior y me sequé el pelo, me pase la plancha, me pinte algo normal, fui al closet y me puse a ver qué me ponía, tenía más ropa negra que de color. Así que será difícil escoger, cuando salgo con mis papas, o algo que tenga que ver con el mundo de mis papas me tengo que ver más como ellos quieren que como me gusta, o sea algo de niña bien. Poco negro y así. Agarre uno mezclilla oscuros, una camisola blanca y un suéter negro, con unos tacones del mismo color y unos pendientes dorados. Después de cambiarme baje con mi celular, mi papá traía puesto un suéter gris con coderas cafés, uno pantalones azul marino y zapatos cafés. Me sonrió y me estiro el brazo, lo agarre y caminamos hacia su coche. Me abrió la puerta, me subí y la cerró, dio la vuelta y se subió al piloto. Salimos de casa y manejos hasta nuestro restaurante favorito de boneless.

Los Demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora