|| Segunda Parte ||

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Deiman.
Cuando llegamos lucí se quedo dormida, yo tenía mucho hambre, yo tenía el miércoles libre solo iba a entrenar, así que mis humores estaban no muy estables, llegue a la cocina y antes de entrar una bandeja con algo callo encima mío manchándome de lo que parecía ser una salsa.

Yo: ¡¿pero que carajo?! LUNA
Luna: P-perdón señor. D-Disculpe no lo v-vi.
Yo: Habla sin balbucear, obviamente no me viste, te debería de castigar, ¿entiendes?
Luna: No señor, perdóneme. -las lágrimas amenizaban con salir.
Yo: ALEIXANDRE!
Aleixandre: Si señor, ¿qué pasa? -dijo enarcando una ceja a Luna, algo confuso por la situación. Tenía a Luna agarrada del borde de su uniforme ella llorando agarrando mi mano con sus dos flacas manos.
Yo: Llévate a Luna al sótano, déjala ahí hasta que sepa tener cuidado. La sacas cuando la necesites, no antes. ¿Entiendes?
Aleixandre: Si, señor. Vamos Luna.

La agarro del brazo que no sostenía su semiautomática, Mariela mando a limpiar el desastre que se hizo, subí al cuarto y me bañe. Me puse algo cómodo, baje y me puse a ver unas cosas del trabajo, hasta que me llamaron para comer. Ahora si se venía lo bueno, Aitahan y Eitahn estaban en casa, pero escuche cuando llegó Maverick y Leonidas, Diante bajo las escaleras con Cara de su mano. Los 5 Thomson estaban reunidos porque sabían que nos habían suspendido de empresas y no nos importaba lo más mínimo.
Maverick empezó a maldecir en Alemán, últimamente en los entrenamientos es lo único que distingo, además de algunas palabras básicas. Camine hasta lo que es mi asiento, me dejo caer frustrado por la mirada irritante de los 5 hermanos mayores de lucí.

Yo: dejen de mirarme así.
Leonidas: Porque no nos cuentas qué pasó?
Yo: ¿debería?
Diante: Solo cuéntanos Deiman, queremos saber.

Maverick me miraba enojado y sabía él porque, es muy difícil tratar con hermanos mayores, ahora se lo que sentía Makoova conmigo y los chicos.
Les empecé a contar lo que pasó desde que llegamos hasta los primeros minutos que pisamos el salón y las peleas, no faltó lo que dijo el director. Todos me miraban enojados, menos Cara ella me miraba con diversión, se levanto y fue a la cocina.

Aitahan: Dios.
Leonidas: Y porque se pelearon.
Yo: una chica que no durmió durante, ¿qué? 26 horas, se peleo con 8 tipos, uno de ellos no se movió y los otros 7 ya estaban casi en las mismas, no desayuno y ni hablar del estrés de la escuela, mete todo eso en un cuerpecito de 55 kilos, bien repartidos por su cuerpo por cierto, de 1,70. Es mucho si me lo preguntas. Además la estaban acorralando, molestarla asi, no será nada bueno. Su temperamento depende de cómo durmió y si comió o no. Es como un lobo, siempre cuida de los suyos, pero si algo lo molesta no duda en atacar.
Leonidas: ¿Estas de acuerdo conmigo en que, pelarse no es la mejor manera?
Yo: La verdad no. Es mi mujer veré lo mejor para ella, pero no me interpondré entre ella y su presa. La haz visto, es un demonio terriblemente sexy.
Maverick: Deja de hablar así de nuestra hermana, Popov. No te lo permitiré.
Yo: Mira, no porque todos sean mayores que yo me dejaré, ella es mi esposa. La respeto y puedo pensar así de ella. Te pones así porque tú haces lo mismo con tus... Amiguitas, a diferencia de mí que ella es mi esposa y ellas no son nada tuyo. Créeme no querrás meterte conmigo, te lo dejo pasar en el campo, porque eres mi capitán, pero fuera no. Eres el hermano de Lucí pero yo no me dejo.
Aithana: Deiman... ¿Hace cuánto no duermes? -ella me habló con... Ternura, como si un niño pequeño se estuviera cayendo de dormido. Me miraba con ese cariño de madre.

Ella y todas las chicas fuera de Lucí podían mirarte así, con ternura, cariño y amor. Tenían ese don de mamás con todos nosotros, incluidos Lucí, yo y los empleados. Era muy difícil tratar con los últimos tres, porque llevábamos más metidos en esto que ellos y nuestro temperamento era muy delicado. Pero siempre lograban mantener la tranquilidad y hablarnos.

Yo: No se, 2 dias? Dormir esta sobrevalorado.
Cara: Ve a dormir unas horas. -dijo entrando a la cocina. Se colocó enseguida de Diante y este asintió, sabiendo cómo era.

Me levante de mala gana y me fui al cuarto, al llegar solo saque mi arma de la espalda y caí en la cama.
No tarde en agarrar el sueño, tan solo pensar en todo lo que me esperaba fuera de la puerta del cuarto me daba cansancio. Todo lo que amaba estaba en este cuarto.

Los Demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora