||Segunda Parte||

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* Desconocido *
Veía de lejos a Díabla y uno de sus hombres Daniel. El le susurró unos cosas y ella asintió, se bajó el pasamontañas y se puso su casco. La mujer que estaba peleando y el hombre que la acompañaban estaban lejos, pero dentro de la vista de los demás. ¿Como sabía que eran sus hombres? Ellos destellan la misma aura, la misma seguridad, la misma maldad, Díabla y sus hombres son iguales, ella es la reina ellos sus soldados. Pero faltaba alguien especial. Su esposo.
Ella se subió en su moto, suponía que participaría en la carrera.

Lucí .
Sentí una mirada fija en mi, pero entre tantas personas no sabia de donde, le hice una seña a los chicos; me señale los ojos y gire la muñeca señalando a todos, significa que alguien me miraba.
Me puse el casco y encendí la moto, Daniel me dijo que el italiano estaba en la carrera, Alexis agarro una moto y me acompañó, acomode bien el cuchillo que tenía en la bota y me puse en línea.
Tenía al italiano arrinconado en un callejón, le clave el cuchillo desde el pecho hasta la garganta procurando no ensuciarme. Unas gotas me cayeron en la ropa, lo deje desangrado y regrese a la carrera, me di el tiempo de caerme en un lodazal y regrese, llegue de las primeras, mientras todos se acercaban a felicitarme vi a Daniel, asentí con la cabeza y agarro su celular, seguramente para llamar a mis hombres y recojan el cuerpo. Llego Alexis y me sonrió.

Xis: Felicidades jefa, buena carrera.
Yo: Igual a ti Xis.

Me dieron mi dinero y me fui con los demás. Seguíamos en la fiesta, muchos jóvenes se paseaban para conseguir quien llevarse a la cama. Estuvimos hablando con varios chicos que me decían que corrí muy bien y tal.
Había uno que otra pelea fuera del ring, escuchaba gritos pero no les hice caso.

X: Ahí viene la patrulla! CORRAN!

Tire mi vaso y me acomode el casco, me subí a la moto y la encendí, Alexis y Sheyla ya estaban encima del carro ellos salieron primero, después yo y a lo ultimo los chicos. Tratamos de salir de ahí antes de que nos agarraran. Pero una patrulla se atravesó delante de mi haciendo que yo me fuera de boca a la calle, el oficial salió y me quiso esposar, lo agarre del cuello y lo golpee. Pero alguien me trató de quitar.

X: Díabla, déjalo, vamonos.
Yo: Quítate cabron.
X: Lucí, déjalo. Vámonos.- dijo un un susurro.

Lo deje y voltee a la persona, no conocía la voz, y no era ninguno de mis hombres. Le di un golpe en el abdomen y salí de ahí. Me monté en mi moto, los chicos se habían ido, así que trate de irme por otro camino. Agarre un callejón y una vía donde transitaban algunos carros, maneje más lento y estuve dando unas vueltas, sentía a alguien siguiéndome y lo veía por el retrovisor. En un semáforo metí mi mano en la chamarra y mande una alerta a mis hombres. Siempre, todos, traíamos un rastreador que esta encendió, pero tienen una alerta que avisa a los demás. Si los de la camioneta gris me secuestran mis hombres llegan antes de que los maté yo.
Cuando la calle se volvió vacía voltee a ellos, subí el vidrio temblado y los mire, detrás venía un Camaro. Me voltee de frente y baje el vidrio, subí la velocidad y me fui despavorida de ahí. Como sabia el Camaro me trató de seguir con la velocidad pero no podía, los perdí después de varias vueltas. Sabía dónde estaban, apague las luces y los seguí, llegaron a una mansión. Los carros se metieron pase acelerando por ahí y me fui a mi casa cuidando que nadie me siguiera, cuando llegue me metí, estaba por quitarme el pasamontañas cuando veo a Daniel y Jared correr.

Jared: no te lo quites, díabla.
Yo: ¿porque?
Daniel: Ven, llegó alguien, tienes que ver.

Asentí y le pase el casco a una de las muchachas de limpieza, bajamos al sótano donde había un lugar de interrogatorios un poco descuidado. Me senté en el escritorio junto a Deiman, que por cierto ya había llegado. Enfrente de mi estaba una chica llorando, golpeada y la ropa rasgada, era deplorable. La blusa sucia llena de sangre rasgado del pecho y las mangas, el pantalón rasgado de las piernas y abierto de la entre pierna. Su cabello revuelto y sucio.

Yo: ¿quién la golpeó?
Xis: Llego así, díabla.
Yo: ¿cómo que "llegó así"?
Xis: Si, jefa, después de llegar, los de seguridad la encontraron.
Yo: ¿cómo te llamas? ¿Hablas español?
X: Me llamo, Luna... -dijo apenas audible.
Yo: ¿qué te pasó?
Luna: Me asaltaron, me golpearon y violaron. Los vi a todos ustedes, menos a él, en las carreras, estaba con un muchacho pero unos chicos me agarraron y me golpearon... Me violaron y me dejaron tirada, cuando oí las patrullas me levante y camine hasta que entre en un callejón me asaltaron cuando se cansaron de mí se fueron, camine y camine hasta que me caí y quede aquí.
Yo: hablas muy bien el español. No eres de aquí.
Luna: No... Señora.
Yo: no te pregunte, es una afirmación. ¿Qué haces aquí?
Luna: Vine de viaje de curso.

Voltee a Yadenis, ella se acercó para yo susurrarle;

Yo: Háblale a dos muchachas de servicio. Que le den atención médica y un cambio.
Yadenis: Si díabla.
Luna: ¿qué me va a pasar? ¿Me quedaré con ustedes?
Yo: que chistosa... No, niña. Te curarán y te cambiaran, uno de mis hombres te regresará a tu casa o donde duermas.
Luna: no tengo donde dormir.
Deiman: Acabas de decir que vienes por un viaje de curso.
Luna: Por eso estaba en las carreras, mi curso se acabó hace 3 días, no tengo dinero. Iba a ir a pelear para ganar algo de dinero y poder tener un trabajo para ahorrar y regresar.
Yo: ¿a dónde?
Luna: California.

Los Demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora