||Segunda Parte||

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Deiman.
Cuando llegamos a la casa la baje de la moto con cuidado, Javier metió su moto en el garaje. La lleve hasta mi cuarto, le quite el casco y lo que quedaba de los guantes, estaban rotos y llenos de sangre, mire sus manos y le di una revisión rápida. Tenía las manos inchados, rojas y llenas de sangre, si no hubiera tenido los guantes tuviera las manos a carne viva. Le desabroche la chamarra, se dejó ver su abdomen, tenía rojo y morado.

Yo: Javier!

Me quiete la chamarra, y subí las mangas de mi camiseta.

Javier: Si señor?
Yo: Trae hielo y el kit de emergencia.

Busque la maleta de Lucí, la saque del closet, busque su pijama, entro Javier con lo que le pedí. Me acerqué a Lucí y cure sus manos, les puse una crema para desinflamar, le quite la sangre y puse vendas. Con cuidado pase el hielo por los moretones. Me espere hasta que se derritió, baje y le hable a Javier.

Yo: Busca el hospital a donde mandaron al chico, si lo encuentras antes del amanecer va y lo sobornas para que se caye, y si es después del amanecer me dices para ir yo, aprovecho para ir a ver a Mookova.
Javier: Si señor. ¿Como está ella?
Yo: Estará bien, solo se desmayó por el mareo.
Javier: Esta bien.

Subí a mi cuarto, con cuidado le quite la ropa a Lucí, le puse su pijama, me bañe y me puse la mía. Baje a cenar, me puse a trabajar un poco, algunos asuntos de Colombia, cuando llegue a un acuerdo con ellos, pude resolver algunos de aquí, que faltaba mercancía, llame a México y pedí mercancía. Una vez que me dieron los datos pude dejar el celular. Camine a la sala de videojuegos, prendí uno y me puse a jugar.
Escuche como caminaban por el pasillo, agarre el arma de debajo del sillón por reflejo al escuchar la puerta abrirse, Lucí me la quito en un movimiento rápido.

Lucí: No me vuelvas a apuntar.
Yo: perdón... ¿Cómo te sientes?
Lucí: Bien, solo me duele el abdomen.
Yo: Se te irá en algunas horas.
Lucí: El desgraciado... Donde está?
Yo: Lo busca Javier.

Me acerqué a ella y la bese, me sonrió, me jaló hasta el cuarto, dejó el arma en el cajón de noche. Se acostó y luego yo, la abrace y se acurrucó en mi pecho. Saque con cuidado mi celular de la bolsa del jogger lo deje en la mesita. Me acomode con ella y me dormí.

Los Demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora