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LucÍ.
Eran las 4 de la mañana no esperaba que Mariela aceptara venir. Pero aquí la tengo, sacándome 3 clavos.

Mariela: ¿cómo te los clavaste, lucí?
Yo: Ya te dije, unos chicos se pelearon conmigo, solo por las carreras.
Mariela: Sabes que no puedo seguir cubriéndote, lucí.
Yo: Lo sé, solo espera poco, te juro que si te atrapan, yo misma te acomodo en un mejor puesto.

Me queje al sentir como salía un clavo.

Mariela: Ya salieron todos, solo te suturó y te vendo. ¿Te graduarás mañana, verdad?
Yo: Si, papá quiere conocer a mis amigos, haré una comida después de la graduación, porque no vienes?
Mariela: Ya te deje que tengo guardia los viernes.
Yo: Esta bien.

Estaba aguantando la respiración para que el dolor disminuyera, causando termino de vendarme me ayudó a ponerme el suéter de nuevo. Me dio medicamento y salió.

Deiman.
Escuche como se abría la puerta, salió Mariela, la mire y asintió.

Mariela: Ya está bien, no daño nada, solo la tengo que vacunar contra el tétanos y algunas enfermedades, se la llevas mañana lo haría.
Yo: Si, mañana la llevo, tú eres la enfermera de mi hermana, verdad? Se llama Makoova.
Mariela: Si, esta muy bien, me enteré de que saldrá antes de su cumple.
Yo: Si, nos iremos algunos días después a España y luego a Rusia a ver nuestros papa. Peor dime cuánto te debo.
Mariela: No es nada, ella es como mi hermana menor, casi la veo crecer en la sala de emergencia, está bien así.
Yo: No ten, aunque sea acéptalos por sacarte en la madrugada.

Le extendí 100 dólares, ella suspiro y los agarro, le dije a Javier que la llevara a su casa. Entre con Lucí y me sonrió.

Yo: ¿cómo estás?
Lucí: Bien, ¿vamos a dormir? Es tarde.
Yo: Si, vamos.

Me puse la pijama y me acomode con ella, se durmió y luego yo.

Luciferina.
Cuando desperté mire el cuarto vacío, este hombre no duerme, mire el reloj y eran las 8. Iba a estirarme cuando sale Deiman del baño, con solo una toalla a la cintura. Que pecado... Lo bueno que los dos somos Demonios. El más bueno que yo. Me reí sin querer de eso

Deiman: Buenos días, cariño, de que te ríes?
Yo: Buenos días, de nada amor.

Le sonreí inocente, me guiñó un ojo y se empezó a cambiar.

Yo: ¿A donde vas?
Deiman: Vamos, iremos al hospital, a ver a Makoova, luego con Jairo, después tengo que trabajar, así que te tendré que dejar sola.
Yo: Esta bien.

Se puso unos pantalones de mezclilla oscuros, una camisola blanca y encima un suéter gris, con unas botines negros. Se puso un reloj y me besó. Se peino y salió del cuarto. Me levante de la cama y me fui al baño, no podía bañarme con los puntos que me puso Mariela, así que me lave la cara y los dientes. Me puse un top blanco y unos pantalones piel con uno tenis blancos. Cepille mi pelo y lo trate de acomodar, me maquille un poco y baje. Me senté con Deiman, él estaba tomando café mientras veía algo en la computadora. Me sonrió y me dio un beso. Una de las muchachas me sirvió desayuno y café, en lo que Deiman veía su computadora, yo veía mi celular, hoy tenía que recoger la toga, comprar vestido, apartar, maquillaje y peinado, comprar algunos accesorios, ya que tengo que ir a la fiesta.

Deiman: ¿qué harás?
Yo: cuando te deje en el trabajo recogeré a las chicas, tengo que ir por la toga, comprar el vestido, apartar maquillaje y peinado, compra accesorios y eso.
Deiman: ¿Necesitas dinero?
Yo: No, amor, yo tengo.
Deiman: ¿Vendrás en la noche?
Yo: No se, si sabes que tengo una casa, verdad...?
Deiman: Si, pero eres mi prometida.
Yo: No veo ningún anillo querido, jaja, además mi papá me quiere llevar, si no estás ocupado mañana ve a la entrega de papeles.
Deiman: Claro que iré, no me perdería tu graduación.

Me dio un beso y sigilo trabajando, lo del anillo si lo decía en serio, ya nos decíamos prometidos, pero siempre quizá una propuesta de matrimonio real, bonita, si podía ser la chica fría, pero tenía un corazoncito. Cuando terminamos de desayunar, subimos en lo que estaba en el baño acomode mi bolsa, con mis Id cargadores y demás, me lave lao dientes y me puse perfume, agarre la bolsa y bajamos, me extendió la mano y me miró.

Deiman: Las llaves amor...
Yo: Es mi carro.
Deiman: No amor, yo manejaré.
Yo: A mí nadie me lleva la contraria.
Deiman: Yo sí, soy tu prometido.
Yo: Sin anillo eres un simple muchacho.
Deiman: A si?

Me agarro de la cintura y me pego a su carro.

Los Demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora