El precio del pecado

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Sus pasos van casa vez más torpes. No deja de pensar en Marinette, no sabe aun porque la sueña, no sabe porque se pierde en sus ojos y siente que sus piernas le tiemblan.
Simplemente esto es raro. No sabe como ese rostro tan hermoso se puede olvidar de esa forma.
Solo de fija arriba y ya son las 16:05 según el reloj de la sala, 5 minutos tarde, pero no es sólo eso, si no qué también está ese otro nombre.

"Luka"
No sabe porque siente rabia al escucharlo, es como si su cuerpo se quisiera ir contra el hasta matarlo. Simplemente no sabe el porque, esto es una tortura. Ya van más veces que se a equivocado, ahí al lado suyo está su madre pero solo puede pensar en eso.

- Adrien... Cielo, ¿Quieres frenar esta clase? - argumenta la madre deteniendo sus intentos.

- No bueno, es que he estado muy distraído, lo siento mamá pero creo que me siento cansado, es todo, apenas si puedo seguir mi ritmo sobre el tuyo - musita leve bajando la mirada sintiéndose frustrado

- Uhm, esa mirada la conozco, esa mirada hace tu papá cada cumpleaños tuyo cuando está atareado de trabajo, pero usted pequeño no tiene ninguna celebración en estos instantes y estás algo rojo como yo cuando se que me están viendo mis emociones reales... Muy bien ¿Como se llama? -

- ¿Como se llama quién mamá? - rie un tanto nervioso girando a verla

- Bueno una ... Se que me escondes algo y dos se que Nathalie está horneado galletas abajo porque le aviso a tu padre que tendrías una tarde de juegos, además de que no paras de ver el reloj y las notas que tocas solo son "mi", eso hago yo cuando pienso en tu padre, pero esa es otra historia hijo -

- Mamá harás que me apene antes de hacer una tontería frente ella -

- Ajá, lo sabía, bueno ya vamos, dime el nombre... -

- Okey, tú ganas, se llama Marinette -

- ¿Y como es ella?, Bueno digo, debe ser alguien tan especial como para quitarte la atención de algo que haces todas las tardes. ¿Es hermosa?¿te gusta?¿Cuantos años tiene?...-

- Mamá calma, solo somos amigos, además apenas la conocí hoy, dudo que lleguemos a cosas grandes, no te emociones. -

- Jum, eso dices tú, pero esa carita también la hizo tu padre cuando me presento con tus abuelos -

- Pero yo... -

- Si ya se que no tenías planeado presentarme a la chica, pero eso harás, asi que además de que Nathalie prepare las galletas le diré que prepare la cena, así que le invitas y yo hablo por teléfono con sus padres para que no haya ningún problema -

- Oh madre, pensará que estoy obsesionado, le conté todo lo que a pasado desde mis clases, no quiero verme ansioso por hacer amigos, además no sé nada de cómo ser una amigo de alguien más que no sea Chloé. Tal vez deberías decirme que estoy enfermo o que tuve una cita en la fundación. No sé mamá es que... -

- Adrien amor... Hablas como si hubiese algún otro problema, no se si es pena o miedo, pero nunca estabas temblando por eso, está mañana parecias un ratón escapando de una jaula, hasta a tu padre le a dado risa, y ambos sentimos que es justo que tengas un poco de libertad, pero de tan solo oírte poner mil y un excusas me da miedo a pensar en que me equivoqué a inscribirte en el colegio público. -

- No mamá, calma no es eso, solo que... Ay no se, esa chica es un sueño y siento que yo a su lado no soy nada -

- ¡Tonterías! - entró su padre cansado de escuchar desde el corredor - los Agreste solemos ser cerrados, pero recuerda que las debilidades no se muestran en público, así que vamos a obedecer esta vez a tu madre y yo me encargue ya de la cena -

- Esto es peor que mis primeras pasarelas padre, no es como si solo se tratara con algún viejo remedio, es peor -

Antes de poder pronunciar una palabra la alarma del gran portón de la puerta principal sonó, el corre a ver por la ventana.

- ¡No puede ser!, Ya llegó mamá. No puedo bajar -

Se encoge de hombros asustado viendo como la asistente de su padre la hace caminar por las piedras de la entrada hasta la mansión, las manos le tiemblan, el corazón le late, a comenzado a sudar. Su padre, lo observa detenidamente, ¿Qué le causa tanto pavor?, No es más que una chica... Sin embargo, al caminar a su lado y asomar la mirada sobre esa pequeña azabache sabe que a pasado el mayor error de todos. La chica que el teme es la que el corazón le robó. Es el trato que pacto al devolver a su esposa a su lado.
Cuando las fuerzas volvieron a sincronizarse la voz de su mente formuló su pregunta:

<¿Qué tienes para cambiar por tu esposa?>

Esa noche cuando el plan acabo solo vio a su hijo en las sombras mirando hacia el mismo punto donde ahora está parado casi muriendo de susto. En su mano tenía una nota al parecer ya vieja y arrugada con un poema y esa frase; "Si tu novia yo seré..." El la repetía una y otra vez, cuando su hijo noto su presencia y su padre pregunto el porque de su lamento el solo se resigno a guardar su respuesta regresando otra pregunta; "¿Qué puedes hacer para que mi corazón deje de sufrir por amor de una chica? "

Ninguno de respondió en ese entonces, si no hasta que en la pelea se cayeron las máscaras y lo vio en el suelo derrotado ya casi sin vida así como su compañera después de tanta resistencia.

- Me habías preguntado qué haría para que ya no sufrieses por alguien ... Cambiaremos un amor por otro -

Y como castigo de ese poder solo él puede recordar la cruda verdad, el tiempo retrocedió y el accidente de su esposa pudo evitarse, pero al regresar fue como el olvido todo, amigos, escuela, sus poderes, todo... No había rastro alguno en esta ciudad de que Hawt Moth, Ladybug y Chat Noir así como sus aliados existieran, pero al parecer la resaca de ese amor sigue vivo y es a lo que el teme, a no saber el porqué tiembla cada que alza la mirada a esos ojos azules y claros como las olas del mar.

- Adrien baja a recibirla, si más tarde te cansas pondré algún pretexto -

- Gabriel ese no es el plan en estos casos -

- Emilie... Por favor que solo sea en este caso -

El Pecado Agreste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora