El Pecado Agreste

El enemigo

Uno, dos, tres... Ocho días para ser exactos.
Las cosas en la escuela van bien, de eso no hay queja. Más amigos, más clases, diferentes mundos. Se han abierto mil posibilidades para Adrien.

La razón de estar encerrado ya no tiene barrera, pero algo resuena en su corazón. El pequeño amigo que le a salido de lo que parece un anillo. ¿Qué es lo más raro? .
Bueno a vuelto a su versión de héroe y es divertido, pero a la vez es aburrido, es claro que debemos aceptar que no hay caso ser héroe si no hay villano, y realmente ni siquiera la noticia se a hecho pública como su primera vez, es más, si alguien lo a notado en los tejados las últimas noches solo lo pueden agregar a un vago sueño y solo eso, no es para tanto, el héroe ya no existe, puede imaginar si alguien lo viese cerca de un hotel o tal vez un banco lo puede confundir con un ladrón.
Es divertido en el ámbito en el que el estrés lo puede sacar al sentir la adrenalina pura al caer de un edificio, claro que para su pequeño amigo no le importa siempre y cuando tenga de comer.

Mientras su compañera prefiere guardar eso para algo especial, no a diario se puede ver a alguien como héroe y pese a que su agenda se ve algo ocupada en situaciones la tentación de tomar su poder es débil. No lo ve como provecho para su uso personal. Simplemente disfruta de la compañía de su amiguita para poder contar todo lo que pasa alrededor.

Mundos tan diferentes y a la vez tan iguales y ya se.. ¿Qué malo puede pasar?.

Okey.
Salida de escuela un día calmado, ni uno ni otro sabe de lo que son capaces entre ellos, ni siquiera sus otras versiones se han tropezado en el camino, no saben sus identidades, si tan solo sus kwamis no tuvieran esos hechizos encima podrían hablar más de lo que pueden ver sus ojos y aún así... En el fondo de su corazón a él se le ve suspirar por su amiga.

¿Cómo es posible en tan poco tiempo?
Fácil, sus sueños siguen presentes, pero esta vez a ella la ve y lo sujeta besándolo tiernamente mientras le jura que solo serán ellos dos contra el mundo.

Ahora sólo avanza, al parecer sus compañeros irán a un mini concierto en casa de una amiga.
No es tanto que quiera estar conviviendo, solo que sabe que la chica de sus sueños ayudo a planear todo y tal vez si él llega y ve lo que pasa a su alrededor pueda acercarse aún más a ella.

- Qué bueno que llegas Adrien... Me temía que tuvieses la agenda ocupada - musitó la azabache resibiendo a su amigo

- Realmente si, pero mi madre convenció a mi padre de saltar mi sesión de fotos solo hoy -

- Uy... Lo siento no sabía -

- Calma no pasa nada, quería asistir cuando escuché a Juleka hablar de esto, solo que no sabía que iba a ser en un barco -

- Tradición en la familia, ya sabes... -

- Bueno me agrada que no estaré solo en esta ocasión - le sonríe tomando su mano.

- ¡ Marinette ! Ya vamos a empezar - grito una voz chillona del otro lado del barco

- Vamos o nos matan - algo roja solo lo jaló hacia el otro extremo para empezar.

No podía creerlo, se estaban tomando la mano.
Si tan solo no tuviera ese nudo en la garganta pudiera hablar de sus sentimientos.
Tal vez después de este concierto, una idea le cruza por la mente, en cuanto los chicos puedan empezar una melodía lenta y romántica podrá acercarse a susurrar en su oido que la quiere. No hay falla, ó al menos eso cree.

- ¡Luka!... Ya puedes empezar - mencionó una pequeña rubia.

Ese nombre otra vez.
Luka, un tipo alto, al parecer el mayor del grupo, se ve y viste como rockero. Su voz es algo más madura que la suya.

¿Qué es esto?
¿Acaso el destino quiere verlo sufrir?
Si le a de dedicar una canción está claro que no será una que toque ese tipo.

- Ven Adrien, vamos a sentarnos - le sonríe y le vuelve a sujetar buscando asientos en la primera fila.

- Marinette... Esta bien uno de atrás, igual he llegado tarde -

- Vamos no pasa nada, aparté estos lugares desde antes -

Sonríe nuevamente y lo hace sentarse mirando al frente. Okey, son uno, dos, tres cuatro integrantes. Al parecer el único que no encaja ahí es ese tal Luka, está Juleka, está Ross, está Iván. No hay queja alguna, bueno si, y es mínima pero enorme para el, solo quiten al guitarrista y sigan el espectáculo.
La música crece su volumen y aturde los oídos. Desde sus bolsillos las pequeñas criaturas se miran y hacen gestos para tomar valor, pero esta nuevamente eso, los hechizos los regresan una y otra vez a su lugar original.

- Suena tan genial... - suspiro su compañera casi enamorada.

- Si eso dices, creo que el pelo azul quiere ser un Jagged Stone y creeme que el verdadero Jagged es mil veces mejor -

- Bueno no realmente, es fanático si... Pero él tiene otro estilo diferente a cualquier rockero -

- Yo no lo notó, simplemente es una copia de eso, no creo que pueda alcanzar un lugar en el espectáculo -

- Al parecer no tienes idea, él hace unos meses abrió un concierto del mismo Jagged y XY, la gente lo aclamó...-

- ¿Estuviste ahí Marinette? -

- Amm, realmente no, pero Juleka nos lo contó -

- ¿Les mostró una grabación tan siquiera? -

- Amm, no en realidad no - bajo la mirada tratando de entenderlo.

- ¿Entonces como saben que es real?, ¿Qué tal que él se quiere hacer el importe y no lo es?, Lo siento pero no soy de creer mucho -

- Si, ya lo note -

Solo volvió al ver al frente, pero esta vez ninguno dijo nada, lo que parecía sería una buena tarde para ambos a terminado como un infierno en el que ambos están resentidos.
Solo se ve volar el tiempo, acaba el medio del concierto y todos bajan. El chico, el tal Luka viene hacia ellos y se pone de rodillas frente a Marinette.

- ¿Te a gustado? - sonríe de lado acariciando su mejilla

- Me encanta, lo has hecho increíble, estoy segura que será una buena práctica para tu presentación en el "Le Grand París" -

- Eso espero linda, a sido una suerte que la señorita Penny se ofreciera a hablar con el alcalde -

- ¿Estarás en el hotel del alcalde? - pregunto el rubio sorprendido - creí que no resibia a cualquiera -

- También yo pero mírame, solo quiero impresionar a mi nena y que este orgullosa de mi - sonríe tierno besando la frente de la azabache

- ¿Nena? - respondió sorprendido

- Oh sí, Adrien no te dije, Luka es mi novio, bueno estamos en nuestra primer semana -

- ¿Qu-que cosa? - suspiro triste apretando sus puños

- Valla, hasta que te conozco, así que tú eres Adrien Agreste, el mejor amigo de mi nena, Marinette habla maravillas de ti, espero que también podamos ser amigos -

- Si... Claro, perdón Marinette pero debo irme -

- Adrien, aún no acaba el concierto... -

- Creo que me siento un poco cansado, tal vez otro día -

Y con el alma hecha pedazos regreso a casa. No solo por orgullo, si no por amor.

- Juro que está me la pagas Luka -