Cataclismo

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- Chat... Sabes que me dan miedo las alturas, bájame Porfavor yo no quería salir - repuso casi llorando la azabache.

Apenas si logro tomarla en brazos, sintió que había perdido a su padre.
No había rastro alguno de que alguien lo siguiera, al parecer ganó está vez. Pero por un lado cuando regrese a casa se verá con ese fantasma que quiere redimirlo.

¿Qué a hecho mal?
Solo quiere ganarse al amor de su vida, y en la guerra y el amor todo lo vale.

- Calma princesa, valdrá la pena el susto - besó su mejilla vigilando nadie lo siguiera

- Confío mucho en ti, pero esta vez fuiste lejos, estaba esperando la llamada de Luka -

- Linda ese hombre no te merece, bien quisiera nunca se habría ido del país, no soy mal mensajero ni mucho menos, pero si fuera yo te llamaría todas las noches sin falta, no solo cuando esté tocando el aeropuerto. -

- ¿A qué te refieres con eso? -

- A que simplemente lo hace para asegurar que tú le guardas recuerdo, ¿Y si ya tiene alguien más? -

- ¡No! - se soltó mientras el minino aterrizaba - Luka no es así, el es honesto y sincero, me ama como a nadie... No me puede dejar así nada más, no así - se cubrió el rostro llorando.

- Marinette Porfavor dame la mirada, no te escondas -

- No... Yo sé que Luka no es de tu agrado por lo que a hecho, pero es un buen chico, es lindo, detallista, paciente... Él es mi mundo -

En efecto, estás semanas, aunque la llenase de regalos y detalles no podía evitar estar celoso, ella siempre había comparado esos detalles con los de su amor. Pero no era de forma intencional, era más un recuerdo que ella tenía y compartía con un buen amigo que el destino le puso en el camino. Al menos eso pensaba ella de él.

¿Cómo no sentirse mal?
Las cosas acabaron mal desde el día que partió y pensar mal de él no era un ideal en la relación. Y pese al gran recuerdo y su promesa de un día regresar la herida seguía abierta y dolía cada vez más.
El rubio sabía por donde atacar y entrar en su corazón. Al menos en esta versión tiene la guerra ganada. Solo falta que perdone a su versión real, pero el tiempo se acorta, ha visto un par de sombras rondando los. No hay tiempo, si es su padre en cualquier momento saltará a quitarle la joya. La cena que los esperaba del otro lado de la ciudad puede esperar. Es ahora o nunca.

- Marinette, no lo hago para lastimarte, pero solo quiero que seas feliz y por lo que he visto estos días tú ya no eres feliz - musitó incandose y tomar las mejillas de su amiga mientras ella perdía los ojos en los de él.

- ¿Ya no soy feliz?,¿Cómo estás tan seguro? -

- Tus ojos... Cada que mencionas su nombre tus ojos son tristes y se obscurecen como el sol cuando llega el atardecer -

- Mentira, el saber que regresara es lo que me mantiene viva, es lo que me da la esperanza de seguir adelante, probar que puedo ser más pese a lo que mis amigas digan, a lo que las chicas de la empresa digan, él es el amor de mi vida, no lo dejaré, me niego a dejarlo... Lo amo tanto, Chat no tienes idea... -

- Claro que la tengo, se tú dolor, se tú pesar... Por algo yo tampoco no me pienso apartar de ti... Marinette yo te amo, siempre lo he hecho y eso no cambiará, te amo con mi corazón... -

En instantes los ojos de la azabache cambiaron, aún con lágrimas rodando por sus mejillas notó en los ojos del rubio que decía la verdad. Pero no era correcto. No así, no ahora.

- No... Es amistad, solo somos amigos Chat, solo eso, no confundas las cosas -

- No las confundo... Yo quiero lo que Luka tiene, quiero tu corazón, quiero tu latido junto al mío, yo quiero ser la razón por la que quieras ser más de lo que ya eres... Quiero ser quien te dibuje sonrisas todos los días y te abrace cuando lo necesites incluso si no lo necesitas, quiero ser la persona que encienda la mirada de tus ojos sin motivo alguno, dame esa oportunidad... Porfavor, no te arrepentirás - Sin más se acerca a sus labios sujetando su nuca para que ella no se apartara.

Se sentía incómoda, solo puso sus manos contra su pecho y trato de alejarse, pero era imposible, cada que lo hacía el la sujetaba más fuerte, pegandola cada vez más.
Ella no era así, no es lo que ella quería. Confío estás semanas todos sus detalles y pensamientos a este chico y... El solo piensa en si mismo, aunque su cuerpo tiemble en su mente está ese chico que juro volver y que ella sabe que volverá.
Era un mal sueño, cerro los ojos y fue cuando sintió ese agrio sabor. Sus recuerdos corrieron por su cabeza. No hizo más que morder su lengua que apenas si pasaba por la suya y alejarse asustada.

- ¿A-adrien? - murmuró limpiando sus labios.

- Al parecer me recuerdas muy bien - se levantó tratando de soportar el dolor - Eres de caricias salvajes mi lady -

- ¡No!... Esto no está pasando, creí que ... No vete, no te quiero alejate -

- No lo haré, ya demostré que puedo ser bueno, ahora te quiero a ti y ese deseo nunca acabará Marinette, nunca. -

- Cambiará... Yo haré que cambie... Tikki Transformame -

La luz brillo sobre ella, si él tenía el poder de la destruccion en su cabeza era fácil de suponer que ella ganaría.

- Así que Plagg estaba en lo cierto, tenemos tanto en común, anda vamos, dame la mano y escapemos, tendrás todo lo que quieras, amor, atención, alguien a quien si le importes más que su propia vida... -

- Te equivocas... Ni tenemos nada en común, no contigo, te creí mi amigo y eres un mounstro, llegaste muy lejos está vez, ya veo porque siempre hablas mal de Luka, me quieres poner en su contra... -

- Luka no te merece... Yo si - molesto se acercó a ella sacando la barra - no me hagas hacerlo a la fuerza -

- No necesito que me órdenes nada - ella solo salto por los tejados buscando un escondite

La siguió, pese a los peligros que se podían cometer ella solo le atacó al sentirlo tras sus espaldas, le daba miedo. Tenía miedo, odio, rencor y ahora lastima hacia el. Esta viviendo en una fantasía. Pero ella no lastimara su futuro por una absurda fantasía.
El podía defenderse, era más rápido que ella, intento someterla varias veces, al grado de lo que había comenzado como una simple persecución termino en una batalla de dos enemigos.

Ambos usando sus poderes a lo que ellos creían el más alto grado de resistencia.
Y en efecto, ninguno podía derribar al otro, había que ponerle fin a esto.

- No veo porque pelear de esta manera Marinette.... Solo acéptalo, soy mejor que Luka... - repuse dejándose caer sobre ella y poner sus manos hacia los costados.

- No, Luka es mejor que tú, cualquier persona es mejor que tú, la escoria Agreste... Nunca caeré en tus juegos -

- Nunca digas nunca, serás mía lo aceptes o no, con Luka fuera de esto ya no habrá nadie más para ti ... Solo yo, e irás a buscarme pidiéndome una oportunidad -

- ¡No!, Yo jamás haré eso, no seré para ti, tú y yo no somos nada... ¡Te odio Adrien Agreste!, Desearía jamás haberte conocido -

Sus palabras resonaron como campanas en sus oídos. Estaba claro que ella no quería nada. Pero él no estaba dispuesto a perder esta batalla.

- Entonces si no serás mía no serás de nadie, Plagg.... ¡Cataclismo! -

Invocando su poder, alzó su mano al cielo y mirando los ojos de la chica que amaba mientras ella quedaba paralizada del horror que sus ojos veían, solo amenazó con acercase a su mejilla para plantar un último beso.
Sin embargo antes de que pudiese hacer un movimiento el cielo se enrrojecio.
A su alrededor mil y miles de mariposas, lo separaron. Lo iban alejando de ahí mientras estás quitaban su anillo. Si esto era una pesadilla no se comparaba con lo que seguía.

El Pecado Agreste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora