También

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¿Te han roto el corazón una vez?
¿Has sentido como se truena en mil pedazos?, A veces estos pedazos son tan frágiles que no puedes tomar pieza por pieza, cada intento es más pequeño y la pieza se hace difícil de tomar entre las puntas de los dedos. Terminas cortandote y lloras porque esto no debió pasar.

¿Alguna vez has confiado en alguien?
¿Verdad que duele?, Es una navajada que resibe tu corazón por la espalda, esa herida no tiene remedio, sangra noche y día y cierra cuando aceptas que la tradición llegó de alguien que no vale la pena.

Ya era hora de cambiar, pero había que volver a empezar...

- ¡Dupaing Cheng!.... No te atrevas a salir por esa puerta o te estarás metiendo en un gran lío, firmaste un acuerdo, no puedes dejar esta empresa así como así - suspiro molesta la rubia.

- Me vale, el joven Agreste hizo una tontería anoche, y si bien quiere que eso quede en el silencio más le vale no mover ni un solo dedo -

- ¿Adrien?, Porfavor, el no tocaría ni a una mosca, mucho menos a una cucaracha como tú, así que dejate de idioteces y vuelve a lo tuyo... -

- Eso es lo que hago, alcanzaré a mi prometido en Portugal y jamás volveré a poner pie en este lugar a menos que mis padres se estén muriendo - musitó azotando la puerta de golpe.

El sonido de sus tacones raspaban a oídos sordos, lo de ayer no iba a quedar impune.
¿Cómo es posible que una persona que diga amarte tanto trate de matarte solo por rechazarlo?

Le había jugado sus sentimientos.
Le hizo caer en un mundo de fantasía donde ambos eran amigos y lo volvió a arruinar.
Su pequeña kwami aún seguía en su bolso, no tuvo más remedio que contarle todo lo que su hechizo le dejo hablar. Si tan solo pudiese hablar con ella sobre lo que pasó hace años. Sobre la noche en que perdieron la batalla, la noche en el que el reloj giro a la contra y cambio el tiempo. Si tan solo pudiera más detalles entendería por qué él quiere tenerla, porque es la más grande ambición que su dinero no puede tener.

- ¡Marinette! - una voz a lo lejos de un hombre, ya venía a ella, algo molesto, algo frustrado.

- ¿Que es lo que quieres Agreste? - se armó de valor girando a ver sus ojos, los cuales ardían como si el infierno se reflejará en ellos.

- Chloe me acaba de informar que te vas, te recuerdo que eres de esta compañía por los siguientes meses... - molesto tomo su mano jalandola a la oficina.

- ¡Suéltame!¡Me vale poco si la ley me sigue!, No estaré atada a un mounstro como tú - repuso molesta queriendo quitar su amarre.

A los pies de ambos la rubia los seguía casi escondiendose de que no la vieran.
Esto ya era inusual, semanas y el apenas se acerca a ella, además de que ella dice que hizo una tontería. Era un misterio para ella.

- Mi reina, no debería meterse en ese asunto -

- Polen, te he dicho mil veces que no salgas del bolso así o te van a ver - susurro tomando a la abejita entre sus manos y acercarse a la puerta a seguir escuchando todo.

- Me molesta que hagas esos escándalos de colegiala molesta - musitó lanzando a la azabache al sofá

- Lo dice el patán que se hizo pasar por un amigo y al final siempre fue el mismo cretino, y no sólo eso pequeño delincuente, anoche casi me matas... ¿Eso es amor? -

- A eso le llamó una alternativa, pero ahora que lo pienso no pasarias el mismo dolor que yo ahora -

- ¿Dolor?, Por amor de Dios, eres un tempano de hielo, no sientes nada por nada ni por nadie, lo único que haces es ser tan arrogante, es mostrar que no has madurado -

- Para nada, siento aquí en mi corazón que me puedes amar si solo me dieras la oportunidad, pero ahí está el.... El tarado de Luka, no sabes cómo me hubiera gustado tenerlo como anoche a ti, solo quiero ver sus ojos mientras me pide perdón por apartarte de mi lado -

- Luka nunca a sido el problema, el caso es que no soy tuya, nunca lo fui y nunca lo seré, simplemente quiero largarme quiero que tú desaparezcas, quiero que el que tenga que morirse seas tú... Así dejarías de molestarme y me dejarías ser feliz el resto de mi vida -

- Te arrepentirás de lo que dices... Estoy seguro que lo harás y te vere de rodillas pidiéndome perdón -

- Ni en tus mejores sueño Chat Noir - molesta solo se levantó empujando al rubio y acabó por salir corriendo de ahí.

Los tacones se escuchaban ahora lejos. Estaba claro que ese sueño ya era imposible. No lo lograría a menos que le quitaste los pendientes de la catarina.

- ¡Plagg! - grito molesto

- ¿Así que amas a Dupaing Cheng? - entró la rubia impidiendo una tontería - No sabía que tú también usabas Miraculous -

El Pecado Agreste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora