Debut para ambos

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Si bien o mal no se han topado, o al menos eso cree ella.
El pequeño ayudante del joven Agreste a marcado paso a paso lo que su amo ordene. No hay pasó ni huella que se deje para que ella no avance, no hay nada, nada en lo absoluto que no esté planeado.

¿Alguna vez has leído historias de piratas?
Son esos famosos bucaneros que pese a todo consiguen lo que quieren, siempre están un paso delante de su oponente.
Es como si Napoleón volviese a acomodar el tablero y dar Jaque mate a otra guerra. Hay un escudero que todo lo ve y todo lo escucha. La ocasión se da siempre, los últimos días en que Luka y Marinette podían convivir en lugar de ser los dulces que se planeaban disfrutar empezaron a ser un caos.

- ¿Ya te vas?, Luka ese no era el trato, dijiste que aún faltaba tiempo y que.... Pero no no es posible. ¿No puedes esperar al menos hasta esta noche?... ¿Dijiste que yo era tu mundo?¿Era mentira?... No, no estoy exagerando, pero es mi primera gala y quería que estuvieras aquí, apoyándome en mi... Pero yo siempre he estado para ti, ¿Porque es diferente?... Luka... ¿¡Luka!? - empezó a llorar cuando la línea se cortó.

Una semana antes, estás discusiones se habían hecho así o tal vez aún más grandes, fue una gran noticia cuando Luka se enteró que su novia sería la siguiente modelo de la marca Agreste.
Pero también llegaron oportunidades para el, nuevos lugares, giras a más no poder, aperturas con celebridades aún más grandes que su ídolo, eran cosas que el no iba a mal gastar. Y menos después de querer ser tan digno y tan grande para su enamorada.
Claro que ella no es de las chicas superficiales que solo piensan en lujos y viajes, para ella es más fácil o lindo una dulce melodía y que la cante solo para ella, no importa que solo ella sepa esa letra, es el pequeño secreto que lleva en su corazón. Aunque hay que tomar en cuenta, que el amor nos hace hacer locuras, a veces tan grandes que se puede confundir al corazón.

- Marinette... Porfavor.... No te exaltes... -

- ¡Es un tarado!, ¡Es un estúpido!... Soy tan estúpida, seguro tiene a otra, por eso me convenció de venir, por eso quería que me diera una oportunidad para buscar más cosas, supo.... ¡Tikki no puedo! -

- Marinette cálmate, harás que entren y me verán, no puedo ayudar a arreglarte en humana si sigues gritando -

- No sigas... No saldré al escenario, no daré espectáculo... -

- Marinette, el que Luka se haya ido inesperadamente no significa que no te ame, ¿Quién puede cambiar todos esos días junto por cosas tan simples? -

- Ay Tikki... Yo... -

- Nada, Marinette, se que hay cosas que ... Qué no.... No puedes ver pero cuando el amor es eterno, siempre lo será... -

Un aliento tal vez, pero ya era tarde, a la puerta tocaron y solo la pequeña asistente de escondió, no era para tanto, la azabache salió y asomo la cabeza por el pasillo, no había nadie, más sin embargo al dar un paso se topó con un bello arreglo de flores y un lindo gato de felpa.

"Linda noche princesa, seguro serás un éxito está noche"

Una nota, no traía firma, pero sin embargo el corazón no necesitaba una

- Mira... Qué tonta soy, Luka no se olvidó de mi, ¿Pero porque un gato?... -

- ¿Enserio le pondrás atención a eso? - repuso su amiga tratando de no unirlos posibles puntos que eso daba.

- Lo siento... Dime qué mi arranque fue en error, no soy tan mala, pero estoy nerviosa y quería... No lo sé, tal vez presumir a mi prometido mediante las cámaras -

La pequeña ya no pudo contestar, solo se escondió en el bolsillo de su dueña mientras llamaban a la puerta, una joven alta de tes blanca y ojos azules, al parecer parte de los asistentes del evento.
Ya era la hora de que el desfile de modas hiciera su comienzo. Los invitados más famosos iban entrando uno tras uno. La azabache solo camino a dónde se le indicaba, más chicas frente a ella, algunas incluso hasta más delgadas, otras que la veían de pies a cabeza casi comiéndole viva su alma solo de verla. Oh sí, el mundo del modelaje puede ser tan duro. Pero si en pensar nos ponemos, ella no tenía la culpa de los giros tan rempetinos que tenía el destino.

- Mira nada más, para no ser tan agraciada como la última favorita del señor Gabriel debí aceptar que los vestidos cortos te sientan bien -

- ¿Que ganas haciendo esto Chloé?,¿No tendrías que estar a lado de tu jefe? -

- Superviso está zona, es mi trabajo cariño, debo aceptar que está semana tus sesiones de fotos han sifo excepcionales, pero eso no significa que seas la mejor, más te vale no arruinar este evento, es parte de la fundación y tal vez nuestra entrada al medio oriente. -

- Créeme que eso ya lo sé, pero no ganas nada dándome más presión -

- No tienes idea ... - río burlamente mientras la música sonaba y ella se apartaba.

Luces, cámara y listo. Las chicas frente ella empezaban la pasarela, la asistente mayor de la empresa la detuvo, al parecer su debut sería al final. Se veía al público entusiasmado, hace mucho que la familia Agreste no daba una pasarela en su nación, era de lo más asombroso, a la luz del escenario los diseños eran esquisitos, los modelos modernos sin perder el estilo conservador de la firma.
Las estrellas quienes asistieron eran en lo particular la escencia de lo que pasaba. Esta noche París vería el mejor resplandor.

Minutos pasaron y su momento llegó, la melodía cambio un buen conjunto para representar la nación, se sentía tensión, al final del templete estaban los futuros inversionistas, los nervios aún volaban en el aire, sin embayesa sonrisa que tiene logro cautivar a la audiencia. Solo faltaba la respuesta.
No podía tropezar, tenía casi a media Francia viendo el evento y posiblemente a más países involucrados en la transmisión, si las cosas se iban a dar sería lindo que se dieran de la mejor manera.

La presentación acabo tarde, aún pudo quedarse a "festejar" con sus compañeras lo bien que había salido la gala. Todas hablando sé si mismas, y ella en un rincón sola con su copa de champagne en mano solo viendo el fondo y esperando algo que ni siquiera ella podía tener, hubiese sido agradable que aunque la gente alrededor ignorara lo que ella hacía en ese mismo instante al menos pudiese tener a su amado junto tomando su mano y escuchar tal vez un bello halago de cuál hermosa se veía con el vestido. Pero no,que feo, tenía que regresar a su frío departamento sola. Apenas si se dió valor tomo sus cosas y salió del edificio.

"¿De que sirvió planear vivir juntos en lo que llegaba su contrato si se fue antes de lo que había prometido?"

Eso era lo único que cruzaba por su mente mientras atravesaba el estacionamiento para ir a buscar transporte. De pronto, el suelo comenzó a crujir. Las pocas chicas que aún estaban ahí salieron rápidamente del edificio. Bajo los pies de la azabache la tierra comenzaba a abrirse, no era momento para usar su poder, la gente podía verla y aún no sabía si eso era correcto. Solo cerró los ojos y espero a que la voluntad del destino hablará.

El Pecado Agreste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora