Existe una leyenda ya olvidada con el tiempo pero aún presente en algunas pocas personas que siguen viviendo en el día a día. Se dice, que lo primero que uno tiene que ver cuando un recién nacido abre por primera vez sus ojos al sentir la protección de sus padres, es el color de sus ojos.
¿Porqué en el color de sus ojos?
Por que si un pequeño nace con los ojos del mismo color, significa que su pasado pudo terminar con alegría al encontrarse con su alma gemela, pudo encontrar el amor con el mismo y pudo terminar su ciclo de vida bien. Pero si el pequeño nace con ojos de diferente color, significa que una gran tragedia lo ha seguido desde hace mucho, el amor fue imposible al lado de su alma gemela y su final, fue horrible.
Había muchas formas de interpretarlo pero este era el duro destino por el cual tenían que cursar. Se dice que estas personas hasta el momento que encuentren a su alma gemela y encuentren el amor verdadero en ellas, aquella maldición acabaría y sus ojos cambiarían al color que le pertenece. Pero había otras a quienes aquel amor llegaba demasiado tarde y tenían que volver a empezar. Así hasta que terminarán con aquel ciclo.
Se decía que la búsqueda de aquel amor empezaba desde niños, inconscientemente, buscaban a su alrededor. Cuando son adultos, algunos lo olvidan porque saben que nunca podrá llegar y otros más siguen buscando aquella leve esperanza.
Así era como empezaba esta historia.
Fujiki Yusaku. Ella era una hermosa chica de cabellos azules y rosas. De belleza exquisita, de una sonrisa radiante y una personalidad extravagante, sin embargo, el color de sus ojos demostraba el duro pasado que ella cargaba desde entonces. Odiaba el color de sus ojos, sus ojos eran diferentes, uno de ellos tenía el color esmeralda, aquel único color que compartía con su familia. Pero ese otro ojo, era de color celeste, el color de aquel desconocido que se hacía llamar alma gemela y que le había robado su tranquilo presente.
Lo odiaba hasta llegar al punto de nunca querer encontrarlo, hasta que para su desgracia lo encontró. Kogami Ryoken. Aquel alto chico de exótico cabello blanco y púrpura, de hermosa fisionomía, exquisito color bronceado que tenía por piel, de una perfecta sonrisa y de una personalidad amable pero un tanto orgulloso. Sus ojos eran del mismo color que los de ella, sabía que ese color celeste era el que le pertenecía a él y ella sólo quería ese color esmeralda para evitar más cosas duras en su destino.
Aunque ambos tenían algo en común a parte del color de sus ojos: los dos eran creyentes que su felicidad no iba a depender de alguien y sólo iba a ser por parte de sus esfuerzos. ¿Podrían cambiar de opinión?
Aquel encuentro traería muchos retos que el mismo destino les pondría. Alegrías y tristeza; llanto y risas, desesperación y protección. A pesar de todo, siempre buscarían a esa alma gemela para ser feliz.
¿Cómo terminaría esta historia?
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Almas gemelas
Hayran KurguSi tu felicidad dependiera de tu alma gemela.¿Que harías? Si un desconocido tuviera algo que te pertenece y que sólo haría que tu futuro fuera más próspero. ¿Confiarias en él o ella? Ese era el destino que tenían que enfrentar las almas gemelas cuan...