Aún viendo el cielo negro,
me he arriesgado a salir sin paraguas.
Pensando que el clima iba a cambiar,
que sería diferente y el sol iba a calentar.
Qué tus brazos me rodearían como la primavera a los campos,
pero me equivoqué...Llovió, cada gota me empapó, susurrando que no te quedarías, que todo era mentira.
Llovió y las gotas se desvanecieron con las demás, entre los drenajes junto con las gotas que salían de mi alma y desataban el luto por dentro.
Despidiéndose poco a poco de tus letras y tus besos.Llovió, pero el sol no ha vuelto a brillar por miedo.
Llovió y sigue lloviendo por el miedo; es que cada tormenta es igual y tiene miedo de cesar y quedarse; es que tienen miedo de esta tierra y de las montañas que emergen sin distinción, de sus formas, de su fauna, de las cascadas. Tienen miedo de la primavera que puede brotar.
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El otro lado de mi corazón
ŞiirDesde lo profundo de mi corazón te dejo unas letras que forman tu nombre y el dolor de esta historia.