10

7.8K 504 5
                                    

Llegue a las 4:43 a casa y despues de saludar a Greta y tomar lo necesario para mi pequeña broma me fui al cuarto y me metí al baño.
Media hora después estaba sobre la cama en un presioso conjunto de lencería rojo vino y comiendo fresas mientras veia una candente película.(50 sombras de Gray)
Estuve unos largos minutos esperando y a la media hora después me levante y me vesti, el enojo se apoderó de mi y sali de la habitacion molesta por su retraso. Devolví a la cosina los hielos que pensaba hecharle en los pantalones y me puse a caminar por toda la inmensa casa y entre a varias habitaciones que encontré totalmente vacias hasta que llega a una junto a la de Dilan diferente. Esta tenía la puerta negra y el manubrio era una bella mariposa. Abrí la puerta y dentro de esta había una enorme cama con cobertores blancos. Las paredes estaban pintadas de rojo y blanco y las cortinas estaban intercaladas en esos colores. En el techo habían muchas estrellas pegadas y encima de la cama había un enorme espejo. La habitación tenía montones de cuadros de paisajes muy bonitos y una fotografía en especial llamo mi atencion. Era un amanecer, pero los colores en esa fotografía estaban captando la esencia del sol, el calor que desprendía y la belleza del fuego en el., pero aún asi, se veía la luna de fondo, como queriendo salir y aunque era pequeña su color plateado se distinguía entre los candentes rayos del sol.
Definitivamente un gran fotógrafo fue aquel que supo plasmar semejante paisaje. También había un pequeño escritorio blanco y junto a este un pequeño armario, la sorpresa fue encontrarlo vacío y lleno de tachuelas.
-Esta era tu habitación.
La voz de Greta hizo que yo saltará en mi lugar y me voltea ta a ella rápidamente con una mano en el pecho.
-Me asustaste.
Ella sonrio y camino hasta estar junto a mi.
-¿Es bonita cierto?
Pregunto sin dejar de sonreir.
-Si. Es muy hermosa.
Le respondí yo sonriendo tambien.
-Aun puedes quedartela.
Aseguró ella al ver la fascinación en mis ojos.
-Es muy bonita. Tal vez Lucas acepte mudarse conmigo.
-Sabes, el la preparo para ti.
Eso me sorprendió.
-¿En serio?
-Si, llamo a su amigo el diseñador y le pidió todas estas cosas, en media hora todo estaba aquí y mientras todo llegaba mando a pintar las paredes y la puerta.
-Las fotos estan fantásticas.
-Si, son bonitas, a Lucas no le gustan mucho pero regreso de tu casa con todos esos cuadros y dijo que a su esposa le encantaban.
-Es decir las compro pensando en que me podrían gustar.
-si
Me respondio ella.
Entonces una idea cruzó mi cabeza. Se lo diría a Lucas en cuanto llegara.
-Eh, Nana, ¿Lucas llego ya?
-si, de hecho te estaba buscando.
-Pues iré a verlo.
Salí corriendo a buscarlo y lo encontré en su despacho mirando una peqeña cajita blanca.
-Hola.
Le digo desde la puerta y el levantó la vista y guarda lo que estaba viendo en una gaveta.
-Hola.
Me responde el saludo.
-Llegaste tarde.
Le digo sonriendo al recordar que pretendía vaciarlo hielo en los pantalomes.
-Imagino que la posibilidad de tocar desapareció junto a mi tardansa.
-No, aun te queda la opción de la abstinencia una semana.
-Creo que comenzaré a valorar esa opcion.
Yo rei por su comentario y el se quedo observándome hasta que deje de reir.
-Eres muy bonita.
Dijo al fin y yo volví a sonreir.
-Quería hacerte una pregunta.
-Dime.
-¿La habitación que preparaste para mi puede ser modificada?
-¿Ya no quieres dormir conmigo?
-No no no. La habitación me encanta y si pienso seguir durmiendo contigo, de hecho anoche no se siquiera si dormiste ahí porque nunca te senti. El asunto es que me encanta la decoración y me gustaría sacar la cama y la coqueta, pata poner en ese espacio lo necesario para un estudio fotográfico.
-Como quieras.
-Gracias., muchas gracias también por el gesto de las fotos.
-No fue nada.
-Ah y... me encantó el detalle de poner mi color favorito y el color de mi pelo juntos. Es una bonita convinacion, yo nunca lo note.
El sonrio de medio lado y saco de su gaveta un sobre blanco y la cajita que antes estaba observando.
-Esto es...- saco del sobre un peuqeña tarjetita dorada con mi nombre en ella.-tu nueva tarjeta de credito, es ilimitada, no necesitas pensar en cuanto gastas y-Ahora saco una libreta,- tu talonario.
-Lucas no pienso ace...
-Antes de que digas eso te advierto que eres mi esposa, no te lo estoy regalando, es tuyo por derecho.
Lo mire detenidamente y lo coji.
-Gracias.
-y esto- Dijo abriendo la cajita y poniendola frete a mi-Son nuestras alianzas.
Las mire detenidamente, la suya era dorada con incrustaciones de diamantes. Definitivamente una joya muy hermosa, era obvio que había válido mucho pero los mios parecían haber costado millones.
El de bodas era como el de él pero el de compromiso era simplemente bello, una joya divina con incrustaciones de diamantes y en el centro, de una forma sencilla pero sofisticada se encontraba un hermoso diamante en forma de rosa. Lo observe y note que a pesar de parecer extravagante era bello en todo su explemdor. Todo en una pieza que extrañamente me encantó y supe que jamás me la quitaria.
-Son presiosos.
-Pues debemos usarlos desde hoy, sería raro que estemos casados y que no lleváramos alianzas.
-Gracias.
-No fue nada.
Me los puse y me levante para retirarme pero su voz me detuvo.
-Katia...-Me voltee -Anoche no dormí contigo.
Suspiré y sonrei. Salí de alli sabiendo que las cosas con Lucas se pondrían divertidas.

De Mentira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora