De Mentira

22

El resto del día estuve seria y pensativa, el hecho de saber que ya estaba a unas horas de descubrir la verdad me tenía realmente asustada. En el fondo sigo teniendo la esperanza de que mis dudas sean infundadas, preferiría tener que pedirle perdon mil veces antes de saberlo culpable de tanto dolor.
Estuve perdida, deje de prestarle atensión al trabajo que de hecho era mucho. En vista de que no lograría concentrarme me despedí de Samanta y me fui a casa.
Parecía un alma en pena y me encerré en la inmensidad de mi estudio. Observe una a una cada fotografia, y tome mi cámara para fotografiar el jardín que se veía desde el balcón y el cielo que desde el mismo lugar se observaba.
Capte mucha luz, capte color, la sonrisa del jardinero, unas rosas bellas acabadas de florecer, también me quede con una linda foto del sol en todo su explendor, en la cima de auje y esperando la hora de volver a descender.
-¿Que te sucedio?
La voz de Bea me saco de ensoñaciones y me hizo regresar a la realidad.
-Nada,-La mire y frunzi el ceño.-¿Que haces aqui?
-Vine a visitar a mi mejor amiga.
-Ya, pero porque hoy.
-No lo se, tal vez porque Samanta me llamo y dijo que estabas rara.
-Esa chismosa, le dejare un día sin sueldo.
-¿Me diras que tienes?
Suspiré y me sente en el sofacito que había en la ventana, ella camino hasta mi y se sento tambien.
-Yo... mañana sabre que paso con mis padres.
La mire a los ojos y ella los abrió para luego decir
-Eso es bueno no.
-No.
Le respondí sin más.
-¿Por que no es bueno?
-Porque no. ¿Y si es cierto? y si fue Grek, no creo poder soportarlo.
-Katia llevas tres años creyendolo, que mas da confirmarlo.
-Bea él es mi hermano, es la persona que mas me cuidaba, que mas me entendia, el primero que supo cuando me enamore la primera vez, el que me abrazaba mientras mi mamá me bajaba la fiebre, el que nunca me dejo sola, estamos hablando de MI HERMANO, el mayor, mi príncipe azul, mi heroe. Como crees que me sentiré si en verdad confirmo que fue él.
-Katia, solo tienes de dos, o lo confirmas o descubres que estabas equivocada. Y pase lo que pase tendrás que afrontarlo.
-Ese es el problema, que no se si podré afrontarlo.
-¿Entonces dejarás pasar la oportunidad de saber quien mato a tus padres?
Me quede pensando unos minutos en eso, lo medite despacio y respondi.
-No, no lo dejare pasar.
-Esa es mi chica, sabes que debes hacer lo correcto.
-Si lo se.
-Pues deja de estar así, Dilan llegará de la escuela y tu esposo del trabajo, porque no les preparas una torta de chocolate.
-No lo se, no estoy de ánimo.
-Venga, te ayudare, verás que te olvidas de esto un rato.
-Bueno vamos.
-Por cierto cuando es la renovacion.
-En cuatro días.
-Ya tan pronto.
-Sip, y puedes creer que ni siquiera me han dejado ver la locación.
-No lo dudo, pusiste a Faviola a cargo. Ella me llamo para que me probará un vestido, dijo que la madrina tenía que verse expectacular.
-Que bueno.
Llegamos a la cosina y el resto de la tarde estuvimos haciendo dulces, terminamos el pastel y nos pusimos a prepar arroz con leche e incluso galletas.
-Kat, debo contarte algo.
Ella hablaba mientras esperábamos a que el flan estuviera listo para sacarlo del molde.
-Dime.
-Yo...conoci a alguien.
Con esas palabras se ganó toda mi atencion.
-¿Quién es? , ¿Cómo se llama?, ¿Dónde vive?, ¿En qué trabaja?
-Ey, calmate, una a la vez. Se llama Junior, vive cerca de aquí, trabaja de abogado y es el mejor amigo de...Liam.
-¿¡que!?
-Lo se, es que el día de la mentada cita su amigo lo tubo que ir a buscar porque estaba super ebrio, luego me llevo a casa y conversamos, es super agradable y luego nos seguimos viendo, no se cuando paso, ni como pero me gusta y no se que hacer, el es super bueno y como me cae tan bien, Liam me mando chocolates con el y se veía tierno y entonces lo bese y ....
-Owowow, para el carro, lo besaste.
-Si, y ese el problema, no me ha vuelto a llamar y lo fui a buscar y dijo que no quiere perder a su mejor amigo.
Una lagrima se escapó de sus ojos y de repente comenzó a llorar.
-Hey, espera, me estas diciendo que le gustas pero que quiere respetar a su amigo.
-Sip.
Me quede de piedra, increible, los hombres normalmente no la piensan y encontrar a uno que si piense en lo que es correcto causa sorpresa.
-Ese chico me agrada.
-A mi igual.
-Espera, ¿a ti no te gustaba Liam?
-Pero conocí a Junior, es diferente, Liam me deslumbro, Junior me conquisto.
-Tranquila que ya encontraremos una solución.
-La única que yo veo es hacer que Liam se enamore de otra que si le preste atencion.
-Eso será dificil.
-Si, muy dificil, considerando que con su popularidad cualquier chica estaría dispuesta a estar con él y al muy idiota no le interesa ninguna.
El olor del flan llego a mis fosas nasales un segundo antes de que el reloj marcará la hora de sacarlo del molde.
-Amiga, estas en una grave.
-Si, no se que hacer
- Lo del tal Junior lo pensaremos luego, ahora lo que vas a hacer será comer.
Sus ojitos tristes cambiaron rápidamente demostrando una vez más que mi amiga no dejará de ser nunca una fanática de los dulces.
-Si, tengo hambre
-Y para mi no hay.
Unos ojitos café se colaron en la cocina sobresaltandonos.
-Claro que hay. Para ti siempre hay.
Me abrazo fuertemente y luego sentó en la isla listo para comer.
-Es injusto, no saludas a la gente buena que te quiere.
-Tu no eres buena, eres linda y hoy ya llene mi cuota de chicas lindas.
-¿Y yo que soy?
-Katia tú no eres linda, tu eres la más bella entre las hermosas. Lo tuyo ya es en exceso
-Me preocupa que este niño te galantee tanto.
Ronca y firme, esa es la voz de un guapisimo empresario con la que estoy casada.
-Hola, Lucas.
Lo saludo mi hermano y él le dio un beso para luego sentarse junto a Bea.
-Dejen de hablar y a comer, quiero los platos limpios.
Deje un plato frente a cada uno y me pare del otro lado esperando el visto bueno de mi familia.