De la misma manera en la que entro, sin detenerse a mirar a las personas que estaban a su alrededor se fue. Dejando un gran silencio e incomodidad-Bueno traigan más alcohol y suban la música- grito la madre de Rose cubriendo ese silencio
Cundo las personas decidieron dejar de mirar a la pareja que se había quedado helada en el centro y empezar a cotillear entre ellos, Rose corrió a su habitación , al llegar a esta se dio cuenta como aún estaba aferrada a aquellas flores, sosteniéndolas tan fuerte, no estaba lista para algo así, se sentía una tonta al haberse quedado sin movimientos, ni palabras, gritó frustrada y tiró las flores al suelo para luego patearlas arrojándolas lejos, Rose cayó al suelo y abrazó sus rodilla estaba a punto de llorar pero escuchó un golpe en la puerta, por inercia su cuerpo se levantó de un brinco.
Vio la puerta abrirse, con parsimonia, dejando ver a un Jungkook tan pálido como un fantasma, parecía nervioso, quizá triste, eso fue lo que más preocupo a Rose, pues qué clase de señal le daba al haberse comportado así, trago saliva y cerró los ojos unos segundos haciendo que esas lágrimas que estaba a punto de salir desaparecieran.
Jungkook corrió hasta ella y rápidamente la abrazó, escondiendo su cabeza en el cuello de Rose su respiración era como si hubiera corrido una maratón, muy agitada y desesperada.
-Rose- susurro Jungkook suspirando con un tono de tristeza, se sentía asustado y su pecho dolía, tenía miedo, pero ¿de qué?, Jungkook mordió su labio analizado la situación y recobrando la compostura, pues siempre supo que tarde o temprano llegaría el momento en el cual tendría que enfrentar lo que le había hecho a su amigo y finalmente era la hora de conocer la verdad sobre los sentimientos que ella profesaba
Él intentó sonreír, aunque de sus labios solo salió una mueca pues sus ojos reflejaban el dolor que sentía. Rose levantó su mano y acarició el cabello de Jungkook, aquel acto le dio un poco de tranquilidad a él y solo cerró sus ojos disfrutando tales caricias.
-Soy una tonta- dijo ella mientras lo miraba burlándose de si misma
- ¿Qué? - dijo Jungkook frunciendo el ceño sin entender a lo que ella se refería
-Me he ido antes de que pusieras el anillo en mi dedo- las palabras salieron y a continuación ella extendió su mano dándole a entender que quería que él pusiera en su dedo el anillo
Escuchar aquellas palabras hicieron que aquella mueca en el rostro de Jungkook se convirtiera en una verdadera sonrisa, esa que a ella tanto le gustaba, pues siempre había considerado que solían ser de las más sinceras que había visto.
Jungkook metió la mano en su pantalón y sacó el anillo, sentía miedo y sus manos temblaban, la amaba y estaba asustado pero tenerla a su lado, ver aquellos hermosos ojos azules, le hacían pensar que las posibilidades eran infinitas, tomo la mano de Rose y colocó suavemente el anillo, Rose sentía que en aquel momento había tomado una decisión que sería buena para ella pues así podía asegurar sus sentimientos, y entregarle su corazón a alguien que valía la pena.
No puedo evitar, volver a abrazar a Jungkook y luego besarlo, amaba saborear los labios de este pues desde la primera vez que lo beso, entendió lo que estos podían darle, eran una especie de sentimiento tal cual tienes cuando sabes que algo es arriesgado pero de igual manera lo hacías, es eso que te anima a salir de la rutina y probar cosas nuevas, es eso que te dice que el mundo es una mierda y que depende de ti ser parte de este o volverte diferente y enfrentarte a lo que tanto te asusta.
-Te amo- dijo Jungkook cuando despegó sus labios de los de Rose
-Yo también te amo- respondí ella de la manera mas sincera
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Aquella noche en la soledad de su habitación Rose volvió a llorar, sabía que su madre estaba dormida y que su padre aún están en casa sin embargo, lo hizo cuando se bañaba para que la ducha cubrirá sus sollozos, se puso una bata y salió del baño y su vista fue hasta aquellas flores que aún seguían en el suelo, caminó de puntillas como si alguien la estuviera escuchando y se agachó hasta aquel ramo de gardenias en el suelo y las levantó, se tomó unos segundos para verlas, caminó hasta el bote basura que había en su habitación y cuando estuvo a punto de arrojarlas y pellizco en su corazón la detuvo, mordió su labio inferior dudando y las puso en una mesa, pues ahora estaba interesada en algo más, aquella caja color rosa que Jin había puesto en su manos, por su mente pasó la idea de botarla a la basura pero la curiosidad hizo que optara por abrirla, quito el lazo negro que la amarraba y se detuvo unos segundos pensando en su lo que hacía era correcto, y tomó aire cuando fue quitando la tapa.
Ella creyó que antes había llorado lo suficiente, pero al ver el contenido de la caja, lágrimas volvieron a aparecer en sus ojos, ¿Como se atrevía a ser tan cruel?, pensó, ¿Por qué había vuelto?, ¿Por qué ahora que ella estaba decidía a olvidarlo?, y además ¿Por qué darle aquella cadena que ella creyó que nunca volvería a ver?
Él no la amaba él nunca la había amado, se repetía una y otra vez, mientras apretaba sus puños y golpeaba su almohada.
-Es que te sé que te extrañare, vamos dime ¿cómo podré vivir sin ti? - reprocho Jin mientras la envolvía en sus brazos y le daba un beso en la punta en la mejilla
-Solo será una semana, no seas un llorón- dijo ella burlándose de él, Rose se encogió buscando calor en el pecho desnudó de Jin, porque a pesar de tener las cobijas cubriendo sus cuerpos los días eran muy fríos, además estaban totalmente desnudos
-Eres cruel conmigo- acuso él besándola en los labios
-Ya, ya- Rose pensó en algo que hace mucho tiempo la había ayudado a no sentirse sola, pues cuando era niña su hermano le había dado un obsequio que ella había conservado y se podría decir que era su mayor tesoro, se dio la vuelta y a pesar del frío salió de las cobijas abrió el cajón de la mesa que estaba alago de su cama -Cierra los ojos- le ordenó a Jin
Rose se volvió a meter en las cobijas y tomó la mano de Jin y colocó un objeto en esta
-Ya puedes abrirlos- Jin abrió sus ojos y sonrió al ver lo que estaba en su mano
- ¿Y esto? - preguntó algo curioso
-Pues antes de conocerte era lo que me animaba- Rose sonrió al pensar que en la única persona que confiaba tanto como para entregarle su vida era Jin -Se que si lo tienes contigo y me extrañas yo estaré contigo a través de esto- Aquellas palabras hacían que Jin pensara en el tipo de conversaciones que tienes cundo eres niños y que ella lo hiciera sentir así de vivo hacía que la amara más, era un collar que se podía dividir en dos partes -Ten- dijo extendiendo una parte de este mientras ella se colocaba el otro
-Tu tendrás mi dije y yo tendré el tuyo, así que cuando vuelva tú tendrás que darme el mío y yo te daré el tuyo-Y aunque en realidad ambos actuaban como cualquier pareja realmente enamorada, que sienten que morirán si el otro no está a su lado, ellos no eran iguales a los demás pues había esa peligrosa combinación que era controlable siempre y cuando estuvieran juntos pues estar separados era como si dejaras de respirar. Después de aquella semana Rose volvió y Jin había podido soportar estar lejos de ella, pero nunca se devolvieron los dijes
¿Por qué había conservado aquel objeto?, Después de tanto tiempo ¿Porque aún dolía?
El sonido de su teléfono hizo que Rose volviera a la realidad, se acercó al mismo y vio como un mensaje había llegado y su rostro palideció al leer el contenido
-Tenemos que hablar -
Jin
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TEMPTATION |+18|KSJ|JJK|
FanfictionAños después de haber abandonado a la mujer que más ha amado en su vida por razones que ella desconoce, decide regresar para encontrar que las cosas han cambiado completamente y el amor de su vida está comprometida con su mejor amigo. +18 Saga FORB...