Veintidos - final

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Rose sentía su cuerpo temblar cada vez que se aproximaba al lugar, su estómago parecía revolverse y su corazón palpitaba de manera desesperada, muchas veces se había sentido así sin embargo aún no había aprendido a controlar esto y agradeció no haber desayunado pues así en su estómago no había nada para que pudiera vomitar, de lejos pudo ver como aquella playa había quedado tal y como en la foto que la diseñadora de bodas le había mostrado.

-Todo estará bien- replicó su padre apretando cada vez más su mano con suavidad pues sabía perfectamente lo que significaba estar nervioso -Pero si tienes miedo, aún podemos salir corriendo de aquí- explicó entre risas aunque tal vez aún había un poco de verdad en estas palabras, pues al final de todo lo único que quería el padre de Rose era que ella estuviera feliz

-Estoy bien- ella estuvo a punto de decirle que estaba totalmente de acuerdo con él, sin embargo al encontrarse con aquella sonrisa y esos hermosos ojos esperándola enfrente del altar, su miedo se desvaneció

Jungkook se veía perfecto con aquel traje negro perlado que era acompañado por un corbatín, pero lo que más le gustaba a Rose era como había sido la reacción de este al mirarla, pues este la alago con tan solo mirarla.

Finalmente quería que aquella distancia que los apartara fuera inexistente, o que mejor que nadie de todas la personas que se encontraban a su alrededor no existiera para así, hacer que ese momento fuera solamente suyo y de nadie más.

Al llegar hasta donde estaba Jungkook el padre de Rose dejó un tierno beso en la frente de la misma y luego se aproximó a Jungkook y lo abrazó.

-Si me entero que la has hecho llorar te mato- susurro en su oído mientras el susodicho tragaba saliva nerviosamente y ponía todo su esfuerzo en no dejar de sonreír por los nervios

Cuando el hombre se apartó dejándolos finalmente solo a los dos, Jungkook tomó la mano de Rose mientras ella lo miraba y sonreía.

-¿Estas segura de esto?- preguntó en susurro para no ser escuchado por el Sacerdote que ya había empezado a hablar

-Jungkook- dijo ella sonriéndole que una gran serenidad marcada en su rostro   -Te amo- concluyó apaciguando todos los nervios que aún permanecían en él

La amaba de eso Jungkook estaba más que seguro.

El momento más esperado para todos llegó cuando el Sacerdote finalmente preguntó aquella pregunta tan temida para muchos.

-Jeon Jungkook ¿acepta a Crawford Kim Rose como tu esposa? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida? - preguntó el Sacerdote

-Si- dijo Jungkook mirándola a los ojos, mostrando aquella sonrisa que era imborrable

-Crawford Kim Rose, ¿acepta a Jeon Jungkook como tu esposo? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarlo todos los días de tu vida? - Ella miró a Jungkook y como los ojos de este brillaban de tal manera que parecían estrellas, pero su mirada se desvió por un segundo dándose cuenta de cómo todo el mundo los miraba con expectación y mientras iba analizando, rostro por rostro su mirada se cruzó con la de Jin

Este al igual que los demás parecía esperar su respuesta, sin embargo al darse cuenta de la duda que ella mantenía en su rostro levantó sus pulgares, como si la estuviera animado, dándose cuenta de qué tal vez lo que sentía él por ella era amor real, era de esos que sobrepasa todo tipo de egoísmo para sí mismo y solo se preocupa por el bienestar de los demás, pues Rose supo que cuando él le dijo que si ella realmente amaba a Jungkook y sí estaba segura de que sería feliz con él no solo la dejó ir a ella sino también a Jungkook pues sabía que al mirarlo más feliz que nunca estaba orgulloso de que su pequeño Jungkook se haya convertido ya en un hombre.

-Acepto- dijo sonriendo y muy confiada

Pues a partir de ese momento, no solo su nombre y su vida se conectaba, si no sus almas en sí, ya que Jungkook era el dueño de su corazón y de su vida y sería quien pasara a ser el amo de cada suspiro, sonrisa y hasta incluso, el causante de sus lágrimas.

-Puede besar a la novia- finalizó el hombre

Jungkook no necesitaba que alguien le aconsejara que era lo que tenía que hacer pues incluso cuando todo el mundo gritó beso, su cuerpo era quien en realidad hace tiempo le había estado exigiendo que probara aquellos hermoso labios, de los que era más que confirmado que era un adicto.

-Te amo- expresó besándola justo cuando el atardecer llegó y la playa se tiñó de un anaranjado rojizo la tomó  de la cintura, la reclinó en sus brazos sin despegar sus labios ni un segundo mientras todos a su alrededor aplaudían.

El momento era perfecto, pues era de esos que guardas en tu corazón y solo los recuerdos, te permiten regresar a aquellas épocas donde todo era perfecto.


El amor duele eso esta claro, sin embargo solo es nuestra decepciona sufrir por este, pues la vida podrá estar llena de decepciones y nuestras decisiones erróneas lo empeoran pero al final de todo solo nosotros podemos decidir si volvernos a arriesgar o si abandonar la batalla sin saber si en realidad si hubiéramos ganado o perdido. Pues al final de todo la vida es para vivir sin prestar atención a lo que los demás dirán pues es mejor disfrutar y darlo todo por nada ya que con el pasar del tiempo sentirás que tu no tienes nada de lo que arrepentirte, pues cada caída y golpe te han dejado una nueva enseñanza.

Fin











Osea dice final 💁🏻‍♀️💁🏻‍♀️💁🏻‍♀️, pero aun falta el prefacio🙌, sin embargo no se si les va a gustar, pero bueno😢😢, vuelvo a agradecer a las personas que han leído esta trilogía 🥰🥰🥰y quiero que sepan que las amo con todo mi corazón♥️♥️, creí que estaba bien establemente que despedirme no me iba a doler pero al escribir esto mi corazón a empezado a doler😭😭😭, y creo que voy a llorar, o raioz las voy a extrañar un montón.

TEMPTATION |+18|KSJ|JJK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora