Cinco

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Jin al ver aquellas fotos más que pensar en usarlas para su conveniencia sintió que tenía que decirle a Rose, no era la primera vez que recibía algo así, pero ahora ambos estaban a punto de casarse.

Salió de su casa caminado lo más rápido que pudo pues y frente al ascensor se detuvo un instante pensando si era correcto, porque la verdad es que la quería de vuelta con él pero no de esa forma, pero si encubres las acciones de alguien eso te vuelve cómplice ¿verdad?

Las puertas se abrieron, entró de la misma manera en la que hace años lo hizo, pues conocía cada rincón del lugar, y solo tuvo que caminar hasta la sala para encontrar a Rose sentada frente al televisor.

En el transcurso del camino había practicado lo que tendría que decirle, y es más sintió que tendría que hablar lo más rápido posible porque había la gran posibilidad de que Rose en cuanto lo viera le dijese que se fuera, pero no fue así, pues ella al verlo al parecer solo se resignó, suspirando, fue ahí donde Jin se dio cuenta como al parecer el rostro de Rose se veía cansado y parecía que esta había estado llorando, y aunque verla en aquel estado hacía que el corazón de Jin se partiera en dos, una parte de él se emocionó pues si ella aún lloraba por él, tal vez significaba que aún podía haber más de una posibilidad de saber que él aún le importaba

-¿Qué quieres Jin?- dijo ella casi sin energía, pues en aquel momento no tenía ganas de pelar

Jin se sentó a su lado con la mayor suavidad posible

-¿Estas bien?- preguntó tomando su mano

-¿Qué es lo que quieres?- volvió a preguntar evitando la pregunta

Jin pensó por un segundo, odiaba verla así de triste, y tal vez decirle lo que sabía la heriría más, pero callárselo sería peor.

-Tengo algo que decirte- Jin llevó su mirada a aquel cuadro que solía llamarle la atención para no verla a los ojos, porque sabía que no podría hacerlo si la miraba a los ojos -Bueno, es que- suspiró -Jungkook te engaña- soltó de manera rápida y sin titubeos

Pero en el rostro de Rose no se pudo ver ninguna expresión, como si lo que acabara de decirle Jin no le sorprendiera, pues incluso le creyó sin tener que ver alguna prueba.

-Ya lo sé- susurro, mientras mordía su labio inferior y miraba al suelo

-Entonces, ¿Por qué?- Jin se acercó más a ella y levantó su rostro obligándola a verlo a los ojos
-Entonces, ¿por qué te casarás con él?-

-Por qué lo amo- respondió ella mientras sus ojos se cristalizaba, Jin acarició su mejilla, mientras sus ojos corrían por su rostro buscando aquella señal que le dijera que era una broma

-No- Jin negó con su cabeza -No, tú no lo amas- Era imposible pensó, ella seguía amándolo a él y solo a él

-¿Cómo podrías saber tú, que es lo que yo siento si no has estado aquí?- Era una pregunta que sonó más a reproche

-Porque yo nunca te he dejado sola- hizo que sus dedos se entrelazaran, dándole más seguridad a las palabras que salían de su boca -No podía estar junto a ti, pero estuve ahí, aquel día cundo te graduaste con la mejor nota de tu generación, aquel día en la fiesta de beneficencia donde tú madre dijo aquellas cosas en el baño, no tienes idea de cuánto eso me dolió y yo solo quería abrazarte y decirte que todo estaría bien, que te amaba y no puedo olvidar lo hermosa que te veías en aquella fiesta de graduación, como tú cabello brillaba de aquella manera - Jin pasó su mano por el cabello de Rose - como tus labios lucían extremadamente sensuales- pasó su dedo pulgar por los mismos recordando aquel momento y apreciando el que pasaba en ese instante, en ese instante Rose correspondió aquel entrelazamiento de dedos -Y por eso lo digo, porque en aquellos hermosos ojos siempre supe que no sentías nada por él- Jin pasó el cabello de Rose tras su oreja -Por qué no importaba en cuantas portadas salieran juntos o en los besos que él te daba, siempre supe que una parte de ti  estaba conmigo tanto como yo estaba contigo, Jin acercó su rostro, ambos estaban tan cerca que podía sentir la respiración del otro

-Jin- susurro -¿Por qué te fuiste?- y esa respuesta era lo único que Jin no podía darle a Rose, es más aquella respuesta le recordaba a él, cuál en realidad era la verdadera razón por la que ellos no podían estar juntos.

-Rose, por favor- pídeme lo que sea menos esa respuesta, ella desvió su mirada llevándola al suelo y suspiró

-No, importa en realidad, a la final supongo que eso tampoco solucionaría esto- sus palabras no tenían ni una pizca de enfado o resentimiento, eran más bien como si ella en realidad se hubiera cansado de preguntar

-Rose, yo...- Ella se levantó del sofá alejándose de Jin -Yo- dijo él tomándola de la mano

-Tranquilo Jin- ella soltó lentamente su mano sin forcejeos -Ya pasó, es hora de seguir-

Y fue en ese preciso momento cuando Jin entendió que aquellas lágrimas y ese dolor que se lograba ver plasmado en el rostro de la mujer que amaba ya no le pertenecía él, pues al parecer alguien más había ocupado su lugar. Y eso dolió, eso dolía mucho más que haberse alejado de ella para no perderla, pues al final él mayor miedo que había sentido, esa pesadilla que lo acosaba por las noches, se estaba haciendo realidad.








Hoy es el cumpleaños de nuestro hermoso Jin, ay!! Es tan lindo ♥️♥️♥️ Díganme quien mas ama verlo comer

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