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El reloj de muñeca de Louis marcaba las cuatro en punto. Se encontraba en la puerta de la casa de Harry a punto de tocar timbre.

Estaba nervioso, no todos los días se iba a la casa de la persona que te gusta.

¡No seas idiota, es sólo por un trabajo! Se regañó mentalmente el castaño.

Soltó un suspiró y presionó el pequeño botón que estaba a un lado de la puerta de madera.

- ¡Va! - Se escuchó desde adentro de la casa.

Segundos después la puerta se abrió, dejando ver a... ¿Harry versión mujer?

- ¿H-hola? - murmuró Louis con el ceño fruncido.

- Hola.- Saludó confundida la mujer, pero de repente elevó las cejas con una sonrisa.- ¡Oh, tú debes ser Louis! Pasa, Harry está en su habitación.

La mujer se hizo a un lado dejando paso a Louis para que pase a la casa.

- Mi nombre es Anne, madre de Harry.- aún seguía con esa sonrisa que le recordaba al rizado.

Con razón tan idéntica.

- Gracias, Anne.- Agradecidó el castaño y subió las escaleras.

Al llegar vió salir a una joven, idéntica a Harry también, de una de las puertas que había. Parecía molesta, o eso sintió cuando cruzaron miradas.

- Si buscas al idiota de mi hermano está aquí.- señaló la puerta por la que segundos antes había salido. Rodó los ojos y se dirigió hacia otra puerta.

Louis, algo confundido, se acercó a la puerta que había señalado la hermana de Harry. Esta era blanca y tenía un gran letrero colgado que decía Harry. El castaño sonrió y tocó la puerta.

- Gemma, ya te dije que n...- el rizado fue Interrumpió por él mismo al ver que el que tenía en frente era a Louis.

- Hola, Styles...- Sonrió el castaño.

- H-hola Lou... Lo siento, p-pensé que eras mi hermana.- Tartamudeó.- Pasa.

El rizado se hizo a un lado y el castaño pasó a la habitación.

La habitación no era grande ni pequeña. En la pared contraria a la ventana se encontraba una cama para una persona, a su lado una pequeña mesada. También había un armario grande y las paredes estaban llenas de posters de bandas que Louis conocía perfectamente, compartían el gusto musical.

- Linda habitación.- halagó el castaño.

- Hum, gracias...- Respondió un enrojecido rizado.

- Bueno, ¿empezamos?

- Oh, si.

Ambos se sentaron en la cama y sacaron todos los materiales.

×××

Unas horas después los chicos aún seguían con el trabajo.

Harry miraba atentamente a Louis. Este estaba escribiendo atentamente una parte del trabajo y el rizado sólo admiraba lo hermoso que era. Su cabello, sus ojos, sus pestañas, su pequeña y respingada nariz, sus finos labios que una parte era tapada por la punta de la lengua de Louis que sobresalía por la concentración. Era simplemente hermoso.

El rizado lo único que quería era mandar a la mierda el trabajo y besarlo ahí mismo.

Claro que no lo haría.

Se estremeció al ver como el castaño humedecida sus labios con su lengua y luego mordía el inferior.

Louis levantó la vista al ya haber terminado su parte del trabajo y miró a Harry. Este miraba sus labios. El castaño se sonrojó y soltó una pequeña risita que hizo que el rizado se diera cuenta de lo que hacia.

- P-perdón...

- No pasa nada.- sonrió.- Ya terminé mi parte del trabajo.

- Está bien.- el rizado tomó el cuaderno y lápiz de las manos de el castaño.- Iré por algo de tomar, ¿Quieres algo?

- Claro.

Harry se levantó de la cama murmurando un ya vuelvo para después salir de la habitación.

Louis mordió su labio y sacó su móvil del bolsillo, tenía que contarle a H.

Louis: ¡H, adivina! Estoy en casa de Harry y acabo de cacharlo viendo mis labios, ¿Eso significa algo? No quiero hacerme ilusiones... Aunque ya me las hice ¡AAAH!

envío el mensaje con una sonrisa tonta en sus labios.

Al segundo, algo a su lado vibró.

El castaño vió que era el teléfono de Harry, le había llegado un mensaje.

Lo tomó y fue inevitable no leer el mensaje.

Lindo Tomlinson: ¡H, adivina! Estoy en casa de Harry y acabo de cacharlo viendo mis labios, ¿Eso significa algo? No quiero hacerme ilusiones... Aunque ya me las hice ¡AAAH!

- ¿Q-qué?

No. El no podía ser H. Es decir, ¡No!

La puerta de la habitación se abrió, dejando ver al rizado con dos vasos de jugo.

La pequeña sonrisa que traía en su rostro desapareció al ver al castaño con su móvil en manos y su ceño fruncido.

- ¿Qué haces con mi teléfono? - Se dirigió rápidamente a la mesada y dejó los vasos ahí, después se acercó al castaño y le arrebató el aparato.

- T-tú...- logró decir en un susurro. Estaba dolido, harry podía verlo.

- Louis, dime que viste.

El nombrado negó lentamente, no podía creerlo.- Tú eres H.

Esas tres palabras fueron suficientes para que el cuerpo del rizado se estremeciera por completo.

- Louis, Y-yo...

- ¡Tú nada, Harry! ¿O debería llamarte H? Ya no sé ni quien eres.- Sus palabras salían dolidas, y eso lastimaba al rizado.

- Louis, puedo explicarte...- Intento acercarse al castaño pero este tomó sus cosas rápidamente y se levantó de la cama, alejándose.

- ¡No quiero que me expliques nada, Harry! ¿Querías burlante de mí, no? ¿Ahora que harás? ¿Me humillaras en el instituto, eh?

- ¿Qué? ¡No, Louis, yo nun...

- ¡Cállate, Joder! No quiero escucharte.- Gritó tapándose los oídos, su cabeza empezaba a doler y quería llorar, pero no iba a hacerlo frente a Harry.- Es mejor que me vaya.

Se sentía mareado, quería salir de ahí cuanto antes.

Apoyó su mochila en su hombro y salió de la habitación.

- ¡Louis, por favor, espera!

- Basta, Harry.- Murmuró casi audible.

Realmente su cabeza dolía y los gritos de Harry no ayudaban. Empezaba a ver borroso y todo a su alrededor giraba.

Chilló cuando se sintió golpear contra el frío piso, sus piernas le habían fallado.

Escuchó a Harry gritando su nombre en la lejanía, y después nada.




larry xfabor [l.s] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora