El Pequeño Gigante de Aoba Johsai

Esperanza y Decepción

¡Waa!...¡Por fin!
El cuarto capítulo, es presentado con todo mi afecto hacia ustedes, continúen con la lectura.

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– ¿Qué debo hacer, Kenma, Kuroo-san? –

– Shōyō, si la situación empeora no queda más que salgas del Karasuno – dice determinante el armador.

– ¿Eh? Pero-... – se bloquea por unos segundos pero prosigue – Jugar en el Karasuno ha sido mi sueño desde que vi al Pequeño Gigante jugar las Nacionales en Tokio –

– Shōyō –

– Chibi-chan, Kenma te dice lo que piensa. Y a decir verdad pienso lo mismo, si no puedes explotar toda tu capacidad en Karasuno, mejor deberías cambiarte de preparatoria –  asegura el mayor.

– Además no creo que sea obligatorio o necesario que estés en Karasuno para que seas como el Pequeño Gigante. También se que puedes superar a esa leyenda, tú posees cualidades que el Pequeño Gigante no tiene – asegura el armador del Nekoma.

– Chibi-chan es el único que puede sacar a la luz esa faceta desconocida en Kenma – el # 1 del Nekoma mira impresionado a sus dos kohais.

– Está bien, si la situación empeora en el resto de la semana dejaré Karasuno definitivamente, la siguiente iré a otra preparatoria – decaído hace una pausa – ¿Pero a cuál? –

– Ni Fukurodani ni Nekoma serían una opción, aunque son buenas escuelas vives muy lejos; además Bokuto-san se depremiría si Akaashi-san te levanta el balón muchas veces, y yo preferería enfrentarte –

– Creo que lo que no quiere es sobre esforzarse en el volley con alguien como Chibi-chan como su compañero – piensa Kuroo con una gota de sudor.

– Entonces sería un equipo de la prefectura de Miyagi. Hay buenos equipos, pero dudo que alguno te acepte como miembro tomando en cuenta tu tamaño y tu estilo súper rápido de ataque – luego de pensarlo por un instante, Kenma abre los ojos sorprendiendo a los otros 2 que lo ven y escuchan – Todos, excepto el Aoba Johsai. Claro, después de todo allí se encuentra Oikawa-san, quien se dice que es capaz de sacar el 100% de la capacidad del equipo –

– ¿Eh? ¡¿El Gran Rey?! – exclama impresionado.

– ¡Oh, sí! El armador y capitán del Seijoh tiene ese talento, seguro que es el único que puede sacar a relucir tu habilidad al máximo Chibi-chan. Aquí en Tokio también es reconocido – concuerda el mayor con lo dicho por su amigo.

– Yo también creo que el Gran Rey es increíble – reconoce Hinata y pregunta con nerviosismo – ¿Que tendré que hacer para entrar en el Seijoh? –

– Primero matricularte allí. Yo y Kuroo te ayudaremos con lo demás – inmediatamente Kuroo se señala a sí mismo con exageración y él responde que sí porque se ofreció a ayudar al bloqueador central y que Hinata era su amigo también – Sólo avísanos Shōyō – obtiene un asentimiento del hace poco nombrado además de una cálida sonrisa de su parte, los 3 se despiden con la promesa de volver a hablarse pronto.

Con las luces totalmente apagadas el #10 se dispone a dormir para levantarse temprano al día siguiente.

El día siguiente parecía ser uno normal, a pesar de la pelea que tuvo con Kageyama; Shōyō se disculpó con Yachi y con Tanaka por lo sucedido en el día anterior, siendo perdonado por ellos dos.