SPIDER-GWEN | DARK SIDE

6| El otro sujeto

Gwen abrió rápidamente la puerta del baño y se encerró. No podia creer que habian mas personas como ella. Si bien ya tenia pequeños poderes antes como la agilides, la telarañas y mas fuerza, esto no se comparaba.

El hombre araña era al unico que conocía con poderes, y eso porque era otro vigilante en la ciudad como ella. Esas personas eran realmente poderosas, algo que Gwen jamás pudo imaginar.

Salio del baño unos minutos mas tarde y se dirigió de nuevo hacia al comedor. Al llegar vio que ninguno estaba mas que Bruce.

─ ¿Donde están los demas?─ pregunto la rubia

─ Estaban algo cansados, asi que fueron a dormir.─ Bruce contesto algo nervioso

─ Oh, esta bien.─ se sento de nuevo en la mesa. Comenzo a comer de su helado de nuevo,el cual ya estaba derretido, pero Bruce no hizo lo mismo. Solo la miraba nerviosamente.

─ Creo que es el momento de decirtelo.─ dijo casi susurrando

─ Oh, si. ¿Y que es?─ respondio sin parar de comer su helado.

─ Yo tambien soy como Reed y los demas.─

En ese momento la rubia dejo de comer su helado y volteo lentamente hacia Bruce algo sorprendida.

─ ¿Estuviste en el accidente tambien?¿Como ellos?─ interrogó Gwen

─ No, fue en un diferente accidente...Me encontraba  probando un nuevo experimento, era una bomba experimental. Esta hizo que me expusiera accidentalmente a los rayos gamma durante la detonación.─ Bruce agachó la cabeza─ Todo eso causó que ahora pueda transformarme físicamente en otra persona, en alguien mas grande y verde.

─ ¿Algo asi como lo que puede hacer Ben?─ pregunto Gwen

─ No, lo que me puedo hacer es mucho peor.─ Gwen solo lo miro con angustia y curiosidad.
─ Esto se activa cuando estoy estresado y muy enojado. Es algo que no puedo controlar. Este sujeto se hace llamar Hulk, y la mayoría de veces no puedo tomar el control cuando me convierto en el. Por eso siempre que soy Hulk todo se convierte en caos, el solo hace lo que se le antoje.─

─ ¿Y porque no querías contarmelo?─ pregunto Gwen

─ Las únicas personas que lo sabían eran ellos cuatro, y pensaba que si te lo contaba tendrías miedo de mi.─ Confesó

─ Bruce, créeme. No tendría miedo de ti ni aunque fueras una bestia verde.─ sonrió

─ Pero no lo haz visto, aun no sabes lo que es capaz de hacer ni que tan horrible luce.─ se exalto

─ Bruce, calmate.─ dijo Gwen pacíficamente.─ Si te hace sentir mejor, no eras el unico aqui con un secreto... tambien tengo algo que contarte.─

Bruce se acomodo en su asiento y soltó un gran suspiro tratando de calmarse, no queria traer a Hulk en esos momentos.

─ Este parásito que tengo no es la primera cosa que me trajo o me traera nuevas habilidades. He estado saliendo por las noches a vigilar las calles ya hace mucho tiempo, no queria desaprovechar los poderes. Asi fue como cree mi traje y mi apodo, la mujer araña...─soltó un suspiro.

─ No puede ser...─ exclamó.
─ ¡¿Tu eres la mujer araña?!─ dijo emocionado

─ Si.─ contesto con una sonrisa apenada.

─ Gwen, una vez me salvaste. ¿No lo recuerdas?─Gwen negó.─ Fue antes de tener a Hulk. Estaba por ser atropellado ya que estaba recogiendo unos papeles que se habían caído de mi portafolio mientras cruzaba la calle. Y la mujer araña, bueno... tu, apareciste de la nada y me salvaste. Siempre fui mas fan tuyo que de ese tal Hombre Araña.─

─ Bueno, eso me halaga.─ dijo divertida.─ Creo haberlo olvidado pero me alegra que tu aun lo recuerdes.

─ Como olvidarlo...─ murmuró

Ambos dejaron un silencio mientras sus miradas se encontraban en la mesa frente a ellos. Se habían ganado un poco mas de confianza el uno al otro.

─ Gwen..─ dijo Bruce.─ Creo que ya es algo tarde y las pruebas de Reed comenzaran mañana temprano....deberías ir a descansar.─

─ Tienes razón. Te veo mañana.─se despidió para despues dirigirse a su habitación.

En el momento que piso su habitación otra visión le paso por su mente. Esta vez pudo presenciar como el parásito la controlaba cada vez mas y mas, a tal punto en el que perdía el control de su cuerpo.

Su respiración cada vez sonaba mas agitada al ver todo lo que ocurría. Y tal como llego, en segundos se esfumó aquella visión.

En esos momentos sintió demasiado miedo, demasiado terror. No quería a esa cosa dentro de ella, y mucho menos que la controlara.