Durante el camino a casa de María no dejé de pensar en ese tipo tan extraño con el que me había chocado. Era una sensación muy rara, no podía sacarme a ese chico de ojos miel con pintas de malote de la cabeza.
Llegué a casa de María, y no tenía llaves así que tuve que tocar el timbre, un segundo después de oír ese "Din-don" oí unos pasos rápidos que se dirigían hacia la puerta, María me abrió la puerta, estaba ella sola, ya que Gabi (su madre) trabajaba de noche. En ese momento me eché a sus brazos pero esta vez sin llorar, no sé por que, pero ya no tenía ganas de llorar, era como si me hubiera quedado sin lágrimas...
Al separarnos entramos a casa y María me dijo con voz preocupada:
- ¿Dónde has estado? Estaba preocupadísima, te llega a pasar algo y puff. ¡Casi llamo a la policía!
- María, mi madre ha..
- Lo sé.- me interrumpió ella.- Sé que será dificil pero te ayudaré a superarlo pequeña.
Entonces sonreí, creo que era la única vez que sonreí en esos días. Me alegraba mucho escuchar esas palabras, sentir que la tenía para todo y que podía contar con ella en todo lo que quisiera. Entonces nos sentamos en el sofá y me preguntó:
- Bueno, ahora me vas a explicar ¿donde narices te has metido?
- No lo sé, estaba muy cabreada y no sabía como soltarla, lo primero que se me ha ocurrido ha sido salir corriendo y lo he hecho.
- Tu estas loca, ¿Sabes todos los tíos raros que andan por ahí a estas horas? ¿Lo sabes?
- Mmmm, si, creo que lo he descubierto.
- ¿ Qué dices? ¿Kate, te ha pasado algo? ¿Estás bien?- Me estaba poniendo nerviosa con tanta pregunta, pero la verdad es que me resultaba gracioso el tono de voz que usaba.
- Tranquila María tranquila, estoy bien, no me ha pasado nada, solo me he chocado con un chico que no me ha dejado irme hasta que le pidiera perdón y me he asustado. Nada mas. -La verdad es que estaba muerta de miedo pero no se lo iba a decir, porque se pondría como una loca, y no quería eso para nada.
- ¿Nada más? Te parecerá poco... Tu sabes lo que habría pasado si...
- Shht, pero no ha pasado nada así que dejemos ya el tema anda.- Le interrumpí.
- Bueno vale, pero por favor no lo vuelvas a hacer.
- No, tranquila, ahora me voy a la cama, no tengo ganas de hablar, solo quiero que acabe este día, buenas noches.
Le abracé y le dí un beso de buenas noches, subí a la habitación y tan pronto como me metí en la cama me quedé dormida.
A la mañana siguiente me desperté con los rayos del sol y también porque abajo oía murmuros de muchas personas. En la almohada al lado de mi cabeza tenía un charco húmedo, y ya sabía porque, había estado llorando toda la noche. Había soñado con mi mamá.
Me levanté y miré la hora, eran las 11 de la mañana. lo primero que hice fue darme una ducha fría y ponerme unos shorts vaqueros con un jersey de lana rosa acompañado de unas vans blancas.
Me puse un poco de brillo en los labios, rímel en las pestañas y maquillaje para que no se notasen mis ojeras. Baje abajo y me encontré a Gabi hablando con mi papá.
-Kate hija, tengo que decirte una cosa...- Me dijo mi padre y me pasó un escalofrío por todo el cuerpo.
Presentía que no era nada bueno.