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Y allí estaban ellas, en un mismo recinto con 400 personas más. Estaban en las fiestas de un pueblo cerca de Madrid bastante famoso, cada una con sus amigos de siempre disfrutando de la noche, la música, el alcohol y celebrando que por fin habían terminado el primer año de carrera.

Por un lado estaba Alba, tan adorable como siempre, con un top negro, unos vaqueros y sus botas de militar negras, aunque lo más característico de ésta era su estatura, su pelo y sus ojos, unos ojos enormes de color miel con un brillo único que no dejaban indiferente a cualquiera.

Por otro estaba Natalia, tan intensa como solía ser ella, esa noche vestía un polo corto de color gris, junto con unos vaqueros negros y unas vans old skool. ¿Que qué era lo más característico de ella? no podría decir una sola cosa pero cabe destacar que su aspecto ya reflejaba que tenía una personalidad increíble, sus tatuajes, el septum, esa melena negra y esa mirada que podría atravesar a cualquiera, la hacían una chica muy misteriosa.

Eran alrededor de las 4:00 de la mañana y ambas iban un poco perjudicadas debido a la hora y el alcohol, aunque Alba iba un poco más serena. Alba estaba con todos sus amigos cuando se empezó a agobiar debido a la acumulación de gente y decidió salir del recinto a respirar y de paso hacer pis. Estaba buscando un sitio para poder hacer pis y poder fumarse un cigarro tranquila alejada del barullo de gente y  de la música. Encontró un pequeño parque vacío con bastantes arbustos y sin nadie alrededor que la pudiese molestar.

Alba estaba sentada en un columpio fumándose un cigarro cuando de repente apareció una chica morena bastante alta que al parecer iba bastante borracha ya que caminaba de lado a lado sin encontrar ningún tipo de equilibrio, esta tropezó y cayó al suelo y empezó a llorar. La rubia no dudo dos segundos en levantarse e ir corriendo a ayudarla, pero para su sorpresa cuando se agachó a ayudarla la chica morena mostraba alguna que otra herida que claramente no eran de la caída, además de que su camiseta estaba un poco rasgada. En ese momento la rubia empezó a ponerse muy nerviosa y la morena abrió un poco los ojos y susurró "ayúdame por favor", Alba sabía perfectamente lo que tenía que hacer y así fue, la ayudó como si se le fuese la vida en ello.

LOST GIRLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora